Hoy en día se han expandido bastante, con tanta velocidad que podemos ver por lo menos uno al día, aunque no lo percatemos, además no sabemos hacia donde o que cosas nos podemos encontrar detrás de dicho código QR
Eran los años 60’s cuando Japón vivía un período de gran crecimiento económico, en el cual había mucho movimiento comercial en tiendas que vendían productos a gran escala, estamos hablando de algunos supermercados o multitiendas. Las cajas registradoras de aquel entonces, solo permitían la introducción de precios en forma manual para poder calcular el valor final de una compra y debido a esto, muchos cajeros comenzaron a presentar problemas en de salud como túnel carpiano o molestias en las muñecas. Con la llegada del codigo de barras gran parte de estos problemas fueron solucionados ya que solo bastaba con pasar el producto por un sensor óptico para que la caja registradora indicar el valor del producto.
Sin embargo un grupo de visionarios ingenieros japoneses fueron más allá del codigo de barras que si bien fue muy funcional, éste solo estaba limitado a 20 caracteres alfanuméricos. Es en este momento cuando surge el codigo QR que además de almacenar caracteres alfanuméricos, también podía almacenar caracteres kanji y kana (usados en Japón).
Hoy en día el código QR se ha expandido bastante, con tanta velocidad que podemos ver por lo menos uno al día aunque no lo percatemos, pretende estar en cada anuncio en el periódico, mostrador de una tienda o publicidad que veamos por las calles, ya sea para informarnos con un video, una imagen, o link a una pagina web.
Pero como en toda invención del hombre también hay alguien que se aprovecha y hace mal uso de las tecnologías que están diseñadas para mejorar nuestra calidad de vida. Y es en este momento cuando se manifiesta el mal uso del código QR y los incidentes son variados, un ejemplo claro de esto sucedió en Alemania, donde una candidata a las elecciones de ese país incluía un código QR en sus afiches para que los futuros votantes, tuvieran más información de programas de gobierno, promesas, etc. Pero los códigos fueron manipulados con links que conectaban directamente a páginas pornográficas.
Pero el mayor peligro, radica en nuestros dispositivos móviles, ya que estos códigos al NO ser verificados, nos pueden llevar a paginas no deseadas, uno que otro código malicioso para nuestros equipos o en el peor de los casos algún tipo de fraude de índole bancario que nos deje con más de un dolor de cabeza.
Aun así no todo es malo en el horizonte, ya que existen aplicaciones que tienen sistemas de seguridad y verifican las URL’s de los códigos QR que vamos escaneando, estamos hablando de «QR code reader» (para Android y iOS), «Norton Snap» (Android y iOS) o «QR droid» (sólo Android). ¿Y tu, eres un amante de los códigos QR?, ¿Los escaneas cada vez que miras uno?, puedes dejarnos tus impresiones en los comentarios o visitar nuestro foro de Pisapapeles para opinar mas al respecto.