La nueva técnica de bioimpresión 3D de la Universidad de Virginia está optimizando la fabricación de tejidos humanos.
En un avance significativo en la bioimpresión 3D, investigadores de la Universidad de Virginia han desarrollado una nueva técnica que mejora la precisión y biocompatibilidad en la creación de tejidos humanos. Este método podría marcar un cambio importante en el tratamiento y estudio de enfermedades.
El equipo liderado por el profesor Liheng Cai y el doctorando Jinchang Zhu ha logrado un progreso notable con el desarrollo de biomateriales que imitan las propiedades mecánicas de los tejidos humanos. Este logro representa un avance en comparación con las tecnologías de bioimpresión existentes. “Es un gran salto en comparación con las tecnologías de bioimpresión existentes”, señaló Zhu.
La técnica, denominada ensamblaje digital de partículas esféricas (DASP), utiliza una matriz de soporte a base de agua para depositar partículas de biomaterial, permitiendo construir estructuras 3D capa por capa. “Nuestras nuevas partículas de hidrogel representan el primer vóxel funcional que hemos creado. Con un control preciso de las propiedades mecánicas, este vóxel puede servir como uno de los componentes básicos para nuestras futuras construcciones de impresión”, explicó Zhu.
El proceso desarrollado por Cai y Zhu permite la impresión de organoides, modelos tridimensionales basados en células que funcionan como tejido humano. Esto abre nuevas posibilidades para estudiar la progresión de enfermedades y buscar tratamientos efectivos. A diferencia de otras biotintas de hidrogel, su creación es menos tóxica y más compatible con el crecimiento celular, gracias a sus hidrogeles de «doble red» que son mecánicamente resistentes y altamente ajustables.
Este avance en la bioimpresión 3D no solo optimiza la fabricación de tejidos humanos, sino que también promete impulsar la investigación biomédica.
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