Nokia vuelve a confirmar su reputación de resistencia y durabilidad en Berlin, pero de la forma más obvia posible.
No es un mito, es una realidad: Antiguamente los teléfonos Nokia se hicieron una importante fama de resistencia a punta de caídas, golpes y de supervivencia a condiciones extremas. Pasó el tiempo, cambiaron los materiales, y la industria mutó a teléfonos más frágiles, por lo que la resistencia no necesariamente fue algo bien valorado. Sin embargo, Nokia sigue en el imaginario colectivo como sinónimo de durabilidad.
Por eso suena a redundancia que durante IFA 2019 hayan lanzado un nuevo teléfono que presume de tener certificación militar de resistencia. El Nokia 800 Tough, un aparato básico pero extremadamente resistente, de esos que le hacen una marca al piso al caer.
Este equipo tiene resistencia IP68, por lo que resiste agua, polvo, tierra, golpes en concreto, puede ser usado en temperaturas extremas entre -20ºC y 55ºC, tiene una construcción metálica y está recubierto en plástico antideslizante para evitar que se resbale. Puede ser usado con guantes al tener botones enormes y fáciles de pulsar, tiene cámara, un altavoz de muy alto volumen, linterna y una batería que promete muchos días de funcionamiento sin tener que recargarlo. De hecho, en modo de espera puede durar hasta 43 días sin necesidad de carga.
Independiente de ser un equipo básico, este aparato tiene algunas cosas que cierran la brecha con equipos más modernos como Google Assistant, WhatsApp, Facebook, mapas y una tienda para descargar otras aplicaciones y así sacarle partido a su conectividad 4G. Ojo, que además puede ser un punto de acceso a internet y desde él compartirlo a nuestros otros dispositivos.
En mis tiempo nunca necesitamos de certificaciones militares en un Nokia para saber que ese sería el teléfono en que podríamos confiar tras el apocalipsis zombie, pero al parecer HMD ha querido asegurarse de dejar claro el mensaje. Disponible en octubre por un precio sugerido de 109 euros.