Particularmente, Intel mostró procesadores para bases inalámbricas y centros de datos.
A medida que cada vez más el 5G se va expandiendo a lo largo y ancho del mundo, diversas empresas comienzan a preparar sus soluciones para trabajar con estas redes. En este aspecto, Intel presentó unas cuantas novedades para las infraestructuras 5G.
En primer lugar, tenemos el nuevo chipset Intel Atom 5900, un SoC de 10 nm para estaciones inalámbricas. Este chip busca favorecer las principales necesidades de una red 5G: baja latencia y un gran ancho de banda.
Con este SoC, la compañía busca posicionarse como uno de los grandes proveedores de chips para este tipo de redes. De hecho, ya están trabajando con empresas como Ericcson, Nokia y ZTE para implementar el Atom 5900 en sus bases inalámbricas. De hecho, proyectan que para el año 2024, este chip se encuentre presente en más de 6 millones de bases.
Otra de las novedades corresponde al procesador Xeon Scalable de segunda generación, dedicado para centros de datos basados en 5G. Este nuevo procesador provee un 36% más de rendimiento y un 42% más de rendimiento por costo en relación a la generación pasada de procesadores, así como un mejorado sistema de seguridad y cifrado.
Intel es una de las tantas empresas afectadas por la cancelación del Mobile World Congress en Barcelona, ya que era ahí donde iban a mostrar estas y otras cosas más. Por lo mismo, hicieron un soft-launch para mostrar estos nuevos chips.