Nuestro primer acercamiento al tablet de productividad de Apple. ¿Podrá reemplazar a un computador?
El día del lanzamiento del iPhone 6s, del Apple TV y del iPad Pro tuve la posibilidad de probar estos equipos gracias a que Apple me invitó a San Francisco para asistir al evento. Este texto que comparto hoy en Pisapapeles habla de mis primeras impresiones tras jugar con el tablet de productividad de los de Cupertino, el que escribí en su momento para Cooperativa.cl.
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Al momento de presentar el primer iPhone, Steve Jobs miraba hacia un futuro que no vería y adelantaba que el PC como tal iba a desaparecer, dando paso a una etapa acuñada como la era «Post-PC».
El término no es de él, sino de un científico del MIT llamado David Clark. Él vio esta tendencia a comienzos de los 2000 con información omnipresente desde la nube, equipos livianos y poderosos, conexión a internet de alta velocidad y tecnología vestible serían la tónica. Serían la forma en que trabajaríamos, nos relacionaríamos, y mucho más.
Desde ese día en 2007 hasta la fecha hemos sido testigos de la transformación que han sufrido smartphones, tablets y computadores, convergiendo hacia un híbrido que hoy en día no necesariamente tiene que ofrecer la potencia de un computador como tal, sino que debe ofrecer un punto de equilibrio entre rendimiento y durabilidad de batería.
Y mientras los equipos 2-en-1 ya llevan con nosotros varios años, en Estados Unidos el mercado de los tablets de productividad ha ido creciendo de forma desordenada y poco entendible, poniendo de manifiesto la nula capacidad de los fabricantes de encontrar un estándar que favorezca el ingreso de esta categoría de forma decidida al mundo corporativo.
Claro, porque un tablet hoy es sinónimo de una pantalla para consumir contenido, pero no necesariamente para crearlo o trabajar en ella.
Es esa la brecha que Apple quiere cerrar con el iPad Pro, y lo hace por su propio bien.
A primera vista el iPad Pro es gigante. No, en serio, esta cosa es enorme. 12.9 pulgadas de pura pantalla con una resolución que incluso excede a algunos de los computadores que hoy tiene a la venta la propia Apple. 2,732 x 2,048 pixeles.
De hecho, la propia compañía aseguró que no es lo único en que supera a su competencia PC, pues su procesador A9X entregaría más poder que el encontrado en el 70% de los computadores usados hoy en oficinas y hogares. Un anuncio potente que tendrá que ser probado con uso real.
El equipo usa iOS 9, tal como los nuevos iPhone y otros dispositivos que se actualizarán dentro de poco tiempo. Sin embargo, el iPad Pro usa una versión especial del mismo que saca partido del tamaño de su pantalla y ofrece prestaciones extra destinadas a mejorar la productividad en el dispositivo.
Pantalla dividida, picture-in-picture, software específico para productividad, una pantalla que funciona perfecto con el ya famoso Apple Pencil que también fue presentado el día de ayer, un teclado que además es una funda y una serie de otras características forman un ecosistema propio para un dispositivo que es nuevo, pero que se las arregla para hacernos sentirlo muy familiar.
El aparato no deja de lado el consumo de contenido, el fuerte de los tablets hoy en día. Su pantalla está rodeada por cuatro altavoces que se ajustan automáticamente según la orientación en la que tengas el aparato, todo para mejorar la calidad del sonido que recibes en todo momento.
Cierra el cuadro una cámara trasera de 8MP y una delantera de 1.2MP que destacan por ser suficientes para tomar una foto casual o hacer videoconferencia. Si ya es ridículo tomar fotos con un iPad, con un iPad Pro te verás como el rey de ellos mientras tratas de encuadrar en un concierto o en el acto de fin de año de tus hijos.
Con 10 horas de batería, Apple asegura que tienes suficiente energía como para hacer lo que tienes que hacer en una jornada laboral. Es justo el mundo en el que este enorme aparato busca encajar, posicionándose como un aparato convertible que mezcla lo mejor de dos mundos en un dispositivo.
El iPad Pro es todo lo que podríamos esperar de un iPad gigante, porque justamente eso es lo que es y nada más. No hay sorpresa en eso.
Puede parecer que Apple hace un salto de fe al aventurarse tardíamente en una categoría en la que otros ilustres como Microsoft, Lenovo y Dell fallaron rotundamente. Y los que lo crean tienen razón, pero los de Cupertino tienen un motivo para hacerlo.
Las ventas del iPad a nivel global han ido en baja durante los últimos 18 meses, haciendo que el equipo llamado a ser puente entre el iPhone y el MacBook no cumpliera su función. No es culpa de Apple, es el mercado que ha ido comprimiéndose, y eso afectó a todos los fabricantes por igual.
Pero aún así, este iPad Pro tiene una visión de más largo plazo. Es volver a crear un puente hacia esa época post-PC que Steve Jobs y David Clark pregonaron tantas veces, y que hoy muchos todavía buscan a toda costa. Porque así como este miércoles vimos que Apple lanzaba un lápiz como accesorio para su tablet — algo que quizás a Jobs le hubiese causado ira — también persevera en la visión de su fallecido co-fundador.
El equipo podría competir con los MacBook de 11, 12 y 13 pulgadas. Si tienes uno quizás no necesites un iPad Pro. Lo veo más como un producto complementario entre un iMac o un MacBook Pro de 15 y el resto de tu ecosistema. Trabajar liviano, moverse sin peso y con batería para todo el día. Suena sensato, al menos en el papel.
Lo único que no me cuadra en todo esto es el accesorio de teclado. Esa funda plegable resulta incómoda para trabajar con el equipo en tu regazo, y el tamaño del tablet lo hace inestable en ese caso de uso. Si ese es el tuyo, mejor mantente con un noteboook o espera los accesorios de terceros.
Con este lanzamiento, Apple reconoce y valida la posición de los que lo han venido intentando en el último tiempo. Principalmente Microsoft, que con su Surface — un híbrido entre tablet y PC de diseño exquisito — ha venido ganando terreno silenciosamente a nivel de consumidor, y ahora va por el mercado corporativo.
Si hacemos memoria, la propia Microsoft lanzó un dispositivo puente entre sus smartphones y los PC con Windows 8 que usaba aplicaciones especiales para sacarle partido a Windows RT, un sistema operativo muy limitado. La historia encasilló al Surface RT como una falla rotunda, pero hoy — ya discontinuado — comienza a reivindicarse y mostrarse como un aparato que fue, quizás, demasiado visionario.
Es que el iPad Pro es el Surface RT de Apple. Esperemos que no termine de la misma forma en que acabó la historia del equipo de Microsoft.
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Cortesía: cooperativa.cl