Esto se debe a problemas con los proveedores de la pantalla y otros elementos.
Este año los rumores sobre el nuevo iPhone están siendo, por decir lo menos, confusos. No es para menos, se cumplen 10 años desde el lanzamiento del primer teléfono de Apple, y los de Cupertino quieren celebrarlo a lo grande. El único problema es que un cambio tan radical conlleva muchas responsabilidades, y los proveedores de la marca están teniendo problemas para seguir este ritmo.
Los chicos de Bloomberg han podido acceder a cierta información que afirma un retraso en el proceso de fabricación del dispositivo. Estos problemas incluyen el ensamblaje de la pantalla y la incorporación del lector de huellas detrás de ella, cosa que sería fundamental para los planes de Apple.
De acuerdo a la misma fuente, el nuevo iPhone tendría un retraso de «uno o dos meses» respecto a la fecha usual de presentación. Si tomamos como referencia años anteriores, septiembre es el mes elegido –la mayoría de las veces– para hacer este anuncio, por lo que es probable que este año lo veamos recién en octubre o noviembre.
Este retraso será significativo para Apple, pero, si todo sale bien, el terminal estaría a la venta algunas semanas antes de Navidad. Paciencia, fanáticos de la manzana, demorará un poco más, pero todos esperamos algo grande para este año.