De esta manera, Apple dejaría de depender de los módems 5G de Qualcomm.
Antes de la llegada del 5G, Apple se encontraba desarrollando su propio módem 5G en conjunto con Intel. Sin embargo, su desarrollo estaba muy retrasado con respecto a la competencia, por lo que Apple decidió “mirar para el lado”.
Fue así como Apple y Qualcomm (que estaban en plena guerra por una disputa legal), finalmente hicieron las pases y firmaron un contrato por seis años para trabajar en conjunto.
Dicho contrato era precisamente para que Qualcomm fabricara los módems 5G que hoy vemos presentes en los iPhone 12. Esto significó un balde de agua fría para Intel, llevándolos a cancelar el desarrollo del módem 5G que preparaban para Apple y abandonar este mercado.
Pero eso no es todo, ya que después Apple terminó comprando la división de módems de Intel para así comenzar a desarrollar su propio módem 5G, y el que podríamos ver en el iPhone 15 que veremos en el año 2023, según el analista de Apple conocido como Ming-Chi Kuo.
De esta manera, Apple dejaría de depender de los módems 5G de Qualcomm, ya que a la compañía de la manzana mascada le gusta mantener el control total de los componentes que integran sus dispositivos, he ahí la necesidad de crear sus propios módems.
La ventaja que ganarían los iPhone con un módem 5G diseñado por Apple son varias, como la mejora en la velocidad de conexión, reducir la latencia, pero especialmente mejorar considerablemente el consumo energético, por lo que la “experiencia 5G” estaría mucho mejor optimizada.
Por ahora solo nos queda a esperar a que pasen los años para ver si las palabras de Ming-Chi Kuo estaban en lo correcto o no.
Con información de MacRumors