OpenAI y Jony Ive trabajan en un dispositivo de IA sin pantalla, pero enfrentarían problemas como definir su personalidad.
Imagen vía Unsplash (Zac Wolff)
El reconocido diseñador Jony Ive y OpenAI lidiarían con varios problemas técnicos, de acuerdo a un reporte del Financial Times. Estos inconvenientes afectarían el desarrollo de su nuevo y secreto dispositivo de inteligencia artificial (IA). Ambas partes buscan lanzar un producto tecnológico masivo para el año próximo.
La compañía de Sam Altman adquirió a io, de Jony Ive, por 6.500 millones de dólares en mayo pasado. Sin embargo, se han compartido pocos detalles sobre los proyectos en desarrollo en conjunto. El objetivo de la dupla es crear un artefacto del tamaño de la palma de la mano. Este gadget carecería de pantalla. Además, podría tomar señales visuales y de audio del entorno físico. El aparato respondería a las peticiones de los usuarios.
Personas familiarizadas con el asunto y mantenidas en el anonimato comentaron que Ive y OpenAI todavía deben solucionar dificultades importantes. Esos desafíos podrían retrasar el lanzamiento del modelo misterioso. El equipo de Ive habría desarrollado el hardware. No obstante, persisten los obstáculos en su software. También hay retos en la infraestructura necesaria para su funcionamiento.
Estos contratiempos abarcan decidir la «personalidad» del asistente virtual. Incluso, sería necesario resolver las cuestiones de privacidad. También hay que presupuestar la potencia informática requerida. Esta potencia es clave para ejecutar los modelos de OpenAI en un cacharro de consumo masivo.
Alguien cercano a Ive dijo: «El cálculo es otro gran factor de retraso». Y agregó: «Amazon tiene el cálculo para una Alexa, al igual que Google [para su dispositivo Home], pero OpenAI está luchando por conseguir suficiente cálculo para ChatGPT, y mucho menos para un dispositivo de IA; tienen que arreglar eso primero».
Varias personas con conocimiento de los planes señalaron lo siguiente: Ive y OpenAI trabajan en un terminal con el tamaño de un smartphone. Los usuarios se comunicarían con él por medio de una cámara, un micrófono y un altavoz. Un sujeto sugirió que podría integrar varias cámaras.
El gadget se habría diseñado para posarse sobre una mesa o escritorio. El usuario también podría llevarlo consigo. Una persona comentó la posibilidad de tener la característica de «siempre encendido». Es decir, no se activaría por una palabra o instrucción. Los sensores del sistema recogerían datos durante el día. Ello ayudaría a construir la «memoria» de su asistente virtual.
El objetivo es mejorar los «altavoces inteligentes» de la última década. Echo de Amazon y Alexa se usan generalmente para funciones limitadas. Estas incluyen escuchar música o poner temporizadores de cocina. Ive y OpenAI querrían construir una máquina más útil y potente. Dos personas familiarizadas con el proyecto comentaron que definir la «voz» del componente supondría un gran reto.
Otro problema a resolver radica en asegurar la intervención del aparato solo cuando sea conveniente y de utilidad. Lo anterior evitaría hablar/comunicarse en exceso. Asimismo, eludiría el no saber cuándo terminar la conversación, un problema actual con ChatGPT.
Otra fuente expresó que el concepto es tener «un amigo que es un ordenador que no es tu extraña novia de IA… como Siri [la asistente virtual de Apple] pero mejor». OpenAI buscaría «formas para que sea accesible, pero no intrusivo». Otro contacto cercano al proyecto dijo: «La personalidad del modelo es algo difícil de equilibrar».
Fuente: Financial Times
