Educadores y ChatGPT: aliados en la era digital, fomentando la escritura y el pensamiento crítico en las aulas
Al regresar a clases, los educadores se enfrentan a los desafíos que plantea la tecnología. En EE.UU., algunos distritos escolares que inicialmente bloquearon los chatbots, ahora intentan adoptarlos.
En el pintoresco campus de Walla Walla High School, ubicado en el mayor centro de producción de trigo y granos del estado de Washington, se alza un viejo granero rojo de madera. Durante décadas, este lugar ha sido el escenario donde los estudiantes aprenden las habilidades agrícolas tradicionales, como criar cerdos y ovejas. Sin embargo, en este nuevo año académico, algunos profesores de la escuela se preparan para adentrarse en un territorio digital: enseñar a los alumnos cómo utilizar chatbots de inteligencia artificial, como el famoso ChatGPT.
Este mes, Escuelas Públicas de Walla Walla, un sistema que atiende a unos 5500 estudiantes, celebró un taller de un día dedicado a los chatbots de inteligencia artificial, capaces de generar ensayos, historias de ficción y otros textos para las tareas escolares. Alrededor de 100 educadores locales acudieron a este evento.
Este cambio drástico de enfoque representa una transformación sorprendente para un distrito que, apenas en febrero, bloqueó el acceso a ChatGPT en los dispositivos escolares de los estudiantes.
Yazmin Bahena, profesora de estudios sociales en una escuela secundaria bilingüe, expresó su entusiasmo: «Quiero que los alumnos aprendan a utilizarlo. Van a crecer en un mundo donde es la norma».
El auge mediático de los chatbots el invierno pasado tuvo un impacto significativo en los distritos escolares y las universidades de todo Estados Unidos. Estas herramientas, entrenadas con vastas bases de datos de textos digitales, utilizan la inteligencia artificial para producir respuestas escritas siguiendo las instrucciones de los usuarios y, en algunos casos, inventan contenido de manera creativa.
Gigantes tecnológicos y multimillonarios prometieron que estas herramientas de inteligencia artificial revolucionarían la educación. Sin embargo, los críticos advirtieron sobre los riesgos de que los chatbots socavaran la calidad de la enseñanza al proporcionar información errónea y fomentar la trampa.
En medio de estos pronósticos extremos, algunas escuelas públicas optaron por pausar el uso de chatbots para permitir que los administradores comprendieran mejor esta tecnología. Por ejemplo, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles bloqueó el acceso a ChatGPT en la red escolar y en los dispositivos propiedad del distrito en diciembre, seguido por otros distritos, incluyendo el de la ciudad de Nueva York.
Sin embargo, estas prohibiciones demostraron ser ineficaces. Los estudiantes con recursos, que tenían acceso a teléfonos inteligentes o computadoras portátiles en casa, seguían utilizando ChatGPT y otros chatbots similares.
Alberto Carvalho, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, explicó: «Los niños que tienen dispositivos y conectividad sin filtros ni restricciones en casa ya se están beneficiando del acceso a estas herramientas. Los estudiantes que dependen de los dispositivos y la conectividad del distrito están limitados».
En mayo, las escuelas de Nueva York reconocieron su error y desbloquearon ChatGPT. Esta semana, Carvalho anunció que las escuelas de Los Ángeles también estaban trabajando en una política más permisiva.
Con la reapertura de las escuelas en otoño, los educadores y administradores enfrentan preguntas complejas sobre cómo adaptar las tareas de redacción en una era donde los estudiantes pueden recurrir a chatbots para obtener ayuda. Además, deben considerar cómo utilizar estas herramientas de manera efectiva y creativa y si pedir a un chatbot que genere un borrador es trampa.
Algunos distritos escolares, como Milwaukee, aún mantienen bloqueado ChatGPT. Otros, como Escuelas Públicas de Newark en Nueva Jersey, están experimentando con chatbots especializados para tutorías.
Además, algunos distritos están adoptando chatbots como ChatGPT para ayudar a los profesores a planificar clases y como una oportunidad para que los alumnos aprendan a interactuar con esta tecnología de manera crítica, comprendiendo sus limitaciones y la posibilidad de que generen información incorrecta.
Wade Smith, superintendente de Escuelas Públicas de Walla Walla, señaló: «El mundo que hereden nuestros hijos estará lleno de inteligencia artificial y debemos asegurarnos de que estén bien equipados para eso, tanto para los beneficios como para los inconvenientes. Esconderse no es realista».
Este año, Walla Walla ofrece un ejemplo notable de cómo un distrito escolar ha abordado el uso de la inteligencia artificial. Los administradores escolares han tratado de aprovechar las ventajas potenciales de los chatbots al tiempo que abordan preocupaciones sobre la trampa, la desinformación y la privacidad de los estudiantes.
El director de tecnología y servicios de información del distrito, Keith Ross, comenzó a explorar ChatGPT en enero después de que los profesores notaron que algunos estudiantes entregaban tareas generadas por chatbots. Un indicio obvio fue que los chatbots inventaban citas que no se encontraban en las novelas asignadas.
El distrito también se preocupaba por la privacidad de los estudiantes, ya que ChatGPT y Bard solicitaban datos personales al registrarse. Sin embargo, los administradores no comprendían completamente cómo se usarían estos datos.
Para abordar estos desafíos, el distrito creó un comité asesor sobre inteligencia artificial compuesto por 15 administradores y profesores. Este comité ha estudiado las ventajas y desafíos de permitir que los estudiantes accedan a chatbots de inteligencia artificial y planea proporcionar capacitación adicional a los profesores.
Carrie LaRoy, especialista en integración tecnológica del distrito, comentó: «Tenemos dos objetivos principales: utilizar chatbots para ser más eficientes y ahorrar tiempo como profesores, pero al mismo tiempo, educar a nuestros alumnos sobre cómo utilizarlos de manera responsable y crítica».
A medida que se desarrolla este proceso de adaptación, los distritos están alentando a los profesores a abrazar los chatbots, pero también a concienciar a los estudiantes sobre los desafíos que conlleva esta tecnología y la importancia de mantener un nivel de análisis crítico al interactuar con los materiales generados por chatbots.
Por el momento, el distrito está promoviendo la adopción de chatbots por parte de los profesores y permitiendo que los estudiantes mayores de 13 años creen cuentas en ChatGPT si lo desean.
Al finalizar el taller, Molly Brinkley, la capacitadora regional, observó con satisfacción que decenas de educadores locales ya se sentían cómodos interactuando, aunque de manera incipiente, con los chatbots de inteligencia artificial. Ella concluyó: «Recomiendo que las escuelas reconsideren sus prohibiciones si los profesores, las familias y los alumnos reciben capacitación adecuada».
¿Crees que los chatbots en la educación son una herramienta valiosa o una amenaza para el aprendizaje auténtico?