Hablamos con el ejecutivo, sobre los planes de Twitter para controlar las noticias falsas y los discursos de odio dentro de la plataforma.
Hablamos con el director de Política Pública para Twitter Latam, Hugo Rodríguez, sobre los planes de la plataforma para controlar las noticias falsas y los discursos de odio.
Todo en el marco del lanzamiento -en conjunto con la OEA- de su guía de buenas prácticas sobre ciberseguridad y uso de redes sociales.
¿De dónde surge esta iniciativa en conjunto con la OEA?
Parte del trabajo de Twitter es servir a la conversación pública, con diálogos y conversaciones conectoras en todos los niveles: organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales, gobiernos, etc…
Uno de esos actores es la OEA. Platicando con ellos en áreas de interés común, sobretodo con su departamento de ciberseguridad, coincidimos en que era necesario reforzar el conocimiento que hay en la región sobre alfabetización digital, y las prácticas para mantenerse seguro.
A efectos prácticos, ¿en qué consiste esta guía y cuáles son sus objetivos principales?
La guía es un esfuerzo colaborativo que incluye recomendaciones de Twitter, herramientas, nuestras reglas, y también, por supuesto, recomendaciones del equipo de ciberseguridad de la OEA, como puede ser el uso de redes privadas para mantener cuidado de tu privacidad de datos.
Sus objetivos principales es que se conozcan los conceptos básicos de alfabetización digital, y la necesidad de tener pensamiento crítico con el contenido que distribuimos como consumimos online.
Los internautas estamos muy acostumbrados a que si tenemos información que refrenda nuestros puntos de vista, nuestros estereotipos, nuestros criterios de valores, automáticamente la tomamos como cierta. No hacemos ciertos pasos de pensamiento crítico básicos, como verificar de dónde es la fuente, de quién es, por qué está haciendo esto, cuáles son las referencias.
Aunado a eso, la guía también tiene varias secciones de cómo utilizar correctamente Twitter para encontrar información en tiempo real, la más relevante, para tanto consumirla como distribuirla.
Y por último, tiene una parte importante de seguridad en la plataforma. Las herramientas que ofrece Twitter para silenciar, reportar, o bloquear cuentas y conversaciones, como también como, las reglas que existen para aplicar estas mismas.
Los internautas estamos muy acostumbrados a que si tenemos información que refrenda nuestros puntos de vista (…) automáticamente la tomamos como cierta. No hacemos ciertos pasos de pensamiento crítico básicos
En el caso de las noticias falsas, ¿es esta una respuesta a la oleada de fake news que se alojó y distribuyó en la plataforma en los últimos meses?
Precisamente, lo que hace la alfabetización digital y el hecho de que tengamos una mejor alfabetización digital, es hacer un pensamiento crítico. Este pensamiento crítico, y la información, conjuntamente, es el único antídoto para tener una buena calidad de información en el siglo en el que vivimos.
No puede haber un árbitro en la verdad, eso sería muy riesgoso para una perspectiva de derechos humanos y libertad de expresión. Un censor que diga esto es cierto o esto es falso.
Somos nosotros los internautas, los que tenemos la capacidad de encontrar la información y contrastarla. La guía va apuntada a eso.
No puede haber un árbitro en la verdad, eso sería muy riesgoso para una perspectiva de derechos humanos y libertad de expresión. Un censor que diga esto es cierto o esto es falso.
Con respecto a los discursos de odio, que también se han dado últimamente en las redes sociales, ¿cómo responden a esos casos?
Las reglas de Twitter están marcadas en tres categorías: seguridad, privacidad y autenticidad. Si vas a las de seguridad, hay una regla específica para el comportamiento de odio. Ahí clarificamos cuál es el contenido que viola las reglas y sobre todo, cómo reportarlo. La idea es que todos conozcan este tipo de herramientas, pueden ayudarnos a denunciarlo, para que sigamos salvaguardando a los usuarios y cuidando de este contenido no deseado.
Hoy por hoy, Twitter remueve 38% del contenido que viola las reglas de la plataforma, sin que medie un reporte del usuario. Nuestra tecnología y personal humano es suficiente proactivo y capaz de remover ese contenido. Si a la par avanzamos en la alfabetización digital, y tenemos más usuarios que conocen sus derechos y las herramientas, tendremos también cerrar esta brecha con reportes calificados.
El otro tema, también, es que hemos actualizado nuestras reglas en los últimos años, y más de 100 veces. Un cambio relativamente nuevo ha sido nuestra política de deshumanización. En esa línea, un ejemplo, es la prohibición de la práctica del dead naming, o nombre muerto, que es resultado de nuestro diálogo constante con la comunidad LGTBI, que nos ilustró que este fenómeno vulnera a las comunidades trans, es un lenguaje de odio y por ende, va contra de las reglas de Twitter.
Twitter remueve 38% del contenido que viola las reglas de la plataforma, sin que medie un reporte del usuario
¿Por qué crees que todavía hay tantas quejas de los usuarios con respecto a las medidas de denuncia de discursos de odio?
Tenemos que entender que Twitter se apalanca en la libertad de expresión. Esto no se trata en escuchar lo que yo quiero escuchar, sino que ver todos los puntos de vista. Las reglas buscan frenar el comportamiento abusivo.
Hay que ir paso a paso, porque en estos casos hay que privilegiar la libertad de expresión. Sin duda puede haber comportamientos o expresiones que a lo mejor no son de un carácter o un lenguaje que a todos nos gusta, pero para eso, tenemos las herramientas de silenciar o bloquear.
¿Qué pueden hacer los usuarios para mejorar la calidad de la conversación dentro de Twitter?
Lo primero es fomentar el pensamiento crítico, algo que sucede cuando hay una idea diferente a la mía. Tenemos que tener la capacidad de criticar todo. Venga de la candidata que yo apoyo, y por la que voté, venga por el candidato por el que jamás votaría. Segundo, tenemos que seguir abonando en socializar y dar a conocer las reglas y las mejores prácticas.
Sin duda puede haber comportamientos o expresiones que a lo mejor no son de un carácter o un lenguaje que a todos nos gusta, pero para eso, tenemos las herramientas de silenciar o bloquear
Hay gente que no sabe que compartir un teléfono privado viola la libertad de otra persona. Hay gente que cree que el fin, justifica los medios. Eso no es así. Si hay un tema que puede hacer que una protesta legítima social, por un acto de corrupción o cívico, si lo haces de una forma en que compartes sus datos privados y su ubicación física, lo puedes poner en riesgo real. Eso excede la libertad de expresión. Hay que entender los límites que tenemos en este tema y abonar a que tengamos más conversaciones.
Twitter busca servir la conversación, y la conversación son diálogos, no monólogos.