En la nota anterior ya hablamos sobre Trello y sus funcionalidades, pero dada la funcionalidad que tiene este servicio, existen varios casos de usos que podríamos darle. Por lo mismo, en esta nota veremos un par de ejemplos:
En contexto educativo
Trello puede ser bastante útil tanto para alumnos como profesores.
Como alumno, el uso más obvio que le podemos dar es para mantener organizado todos nuestros trabajos o tareas para una semana. Por ejemplo, se puede tener una lista con la lista de trabajos pendientes y ya hechos, y se va actualizando su contenido una vez por semana. Por ejemplo:
Como docente se puede ocupar para que pueda organizar el curso. Esto es, por ejemplo, para tener bien definido el orden y contenido a pasar para una clase. Esto se podría traducir en un tablero con dos listas: una que sea «Clases por realizar» y «Clases realizadas». Dentro de cada tarjeta puede ir la fecha de cada clase, junto con los contenidos. A este tablero también se le puede agregar una lista con las fechas de evaluaciones.
Si se quiere ir un poco más en profundidad, los docentes pueden armar un tablero por cada curso o sección que tiene, así, junto con las mismas listas anteriores, se puede agregar una de tareas, u otra que sea específica para los deberes que se tiene pendientes con el curso.
Aprovechando la herramienta de Equipos, directivos y/o profesores coordinadores pueden crear uno específicamente para distintas áreas de la institución (por ejemplo, para Educación Básica o Media, o en el caso de una universidad, para coordinar facultades o ramos específicos).
Si se crea un tablero con un equipo de profesores de Educación Media, éste se puede utilizar para que los coordinadores puedan asignar tareas específicas dentro del colegio — por ejemplo, asignar a un profesor para que prepare junto a su curso una asamblea frente a todo el colegio. También se puede crear una lista específica para una actividad del mes, como se ve a continuación:
En contexto laboral
Probablemente este es el principal caso de uso de Trello, ya que aquí es donde se utilizan al máximo las distintas herramientas que ofrece.
Diversas empresas utilizan esta aplicación para organizar y gestionar proyectos, principalmente. Para esto, se puede tener el clásico tablero de tareas por hacer: una lista de pendientes, otra de tareas en progreso y una tercera para las que ya están listas.
Otras empresas — tal y como lo hacemos en Pisapapeles — pueden utilizarla para organizar su día a día. Se puede aplicar el mismo concepto anterior, pero también podemos agregar otras listas acordes a las necesidades de cada una. Por ejemplo, una que sea específicamente para agendar reuniones, o bien, para agregar ideas nuevas.
Otros usos
Obviamente que también podemos darle un uso más personal. Ahora que muchos estamos en casa, no solamente nos tenemos que preocupar por nuestras clases o trabajo, sino que también por otras responsabilidades como las tareas de limpieza o cocina — o también otras relacionadas con nuestro propio bienestar, como hacer ejercicio o a lo mejor leer un libro.
Para esto, Trello puede ser una buena herramienta para organizar nuestro propio día al poder utilizarlo como un simple lista de tareas por hacer. Otro buen uso que se le puede dar, es agregar una lista de «Otros», y por ejemplo, dejar ahí lo que hay que comprar en el supermercado.
En un contexto fuera de la pandemia actual, este servicio también puede servir para, por ejemplo, planificar nuestras vacaciones. Esto puede ir desde las tareas más básicas — como comprar pasajes, ver arriendos o reservar una habitación en un hotel — hasta tener un tablero dedicado exclusivamente para las actividades que queramos hacer.
Esos y varios más usos se le pueden dar a Trello. Podrán notar que el sistema de tablero con tarjetas es bastante flexible — pero siempre manteniendo esa tónica de «tareas por hacer» — y ayuda bastante a la hora de querer organizar algún equipo, o porqué no, nosotros mismos.
Esta nota es presentada por Colegios Creación