La pandemia de coronavirus alió a las empresas que dominan la industria móvil a nivel mundial para rastrear contactos de infectados.
Dos de las gigantes de la tecnología, Apple y Google, anunciaron este viernes que crearán un sistema para hacer seguimiento del crecimiento del nuevo coronavirus, esto al permitirle a los usuarios compartir información específica de ellos a través de Bluetooth – no de GPS – y de aplicaciones provenientes de organizaciones de salud oficiales.
Este sistema permitirá que los usuarios de equipos iOS y Android puedan compartir información y posicionamiento voluntariamente, lo que facilita que se pueda recomponer la red de contactos de una persona que es diagnosticada como positivo a covid-19.
Esto fue anunciado tanto por Sundar Pichai, CEO de Google, y por Tim Cook, CEO de Apple, a través de sus cuentas de Twitter. El mandamás de Apple aseguró que «el rastreo de contactos puede ayudar a disminuir la distribución de COVID-19 y puede ser hecho sin comprometer la privacidad del usuario.»
Por su parte, Pichai comentó que «para ayudar a los oficiales de salud pública a hacer más lenta la diseminación del COVID-19», ambas empresas «están trabajando en un acercamiento al rastreo de contactos diseñado con fuertes controles y protecciones de la privacidad del usuario».
El sistema se vale de Bluetooth y sus capacidades de recopilar información de otros equipos Bluetooth a nuestro alrededor de forma anónima, con lo que si alguien recibe un diagnóstico positivo, puede anunciarlo en este sistema y así disparar la alerta para otros usuarios que pudieron estar cerca de alguien infectado.
Esto también sirve para advertir a personas de estar en contacto cercano con alguien con la enfermedad. Este esquema muestra cómo funcionará el sistema.
En este programa de seguimiento ingresarás de forma anónima. No estarás compartiendo información de localización en tiempo real en ningún momento, sino que tu teléfono se comunica con otros teléfonos «marcándoles» como potenciales contactos tuyos a través de Bluetooth, que tiene un máximo de 10 metros de alcance, y que en este caso actuarán como beacon. De nuevo, nada de información privada está comprometida.
Si fuera el caso, la gente participando en este programa podrá lanzar una señal avisando si fue diagnosticada como infectada. Esa alerta avisará a todos los «contactos» que pudieron estar expuestos a ti, con el único fin de decirles que alguien con quien han compartido espacio en proximidad tiene covid-19.
Esta alerta les entregará información útil sobre pasos a seguir, autocuidado y cómo proceder si desarrollan síntomas.
Hago énfasis en esto: El proceso es totalmente anónimo, por lo que no recopila ni difunde información personal detallada, sino un «match» que mostrará que alguien con quien estuviste es o no potencial vector de la enfermedad, pero no te dirá su nombre ni nada que pueda estigmatizarle.
Google y Apple son las empresas detrás de Android y iOS, los dos sistemas operativos móviles más importantes a nivel mundial.
Según cifras de la consultora StatCounter, Android tiene el 72,26% del mercado, mientras que iOS acapara el 27,03%. En conjunto cubren el 99.29% de los smartphones a nivel mundial. Según la consultora Statista, en 2020 hay 3.5 miles de millones de smartphones a nivel mundial. Eso nos habla del potencial alcance de esta medida que toca a poco menos de la mitad de la población en el planeta.
Y si bien esta iniciativa puede crear una importante red global para hacer seguimiento de casos de coronavirus, pero deja fuera a gran cantidad de territorios con fuerte presencia de equipos básicos o totalmente desconectados y sin monitoreo, coincidentemente países con poca infraestructura sanitaria y – por cierto – tecnológica y de telecomunicaciones.
El trabajo de ambas empresas apunta a que en mayo desplegarán APIs que permitan tanto interoperar y captar los datos en equipos iOS y Android, como a los gobiernos como a las organizaciones de salud adoptar este estándar y así valerse de la información que Apple y Google generen en pos de frenar el coronavirus.
La amplitud de la recepción de un dispositivo Bluetooth levanta un potencial para falsos positivos en caso de estar en lugares demasiado concurridos, donde no necesariamente estuvimos a una distancia peligrosa de alguien contagiado.
Sin embargo, dado que en Chile no estamos en cuarentena total y que la gente se aglomera en el transporte público y puntos de abastecimiento, podría causar problemas en la recolección de la información y algún grado de distorsión en las potenciales alertas que recibamos desde este sistema, aunque a menor escala.
Bueno, dado que hay una fuerte discusión sobre la privacidad e hipervigilancia en medio de una pandemia, y que incluso la Comisión Europea recientemente entregó lineamientos a sus asociados sobre cómo desarrollar un sistema de seguimiento y modelamiento para covid-19, Apple y Google han decidido despejar esas dudas tomando una posición de vanguardia sobre cómo hacer este sistema, bastante cercano a las recomendaciones del ente regulador europeo.
Primero, no usan GPS sino Bluetooth, con lo que permiten concentrar el esfuerzo en la red de contactos y no dónde se encontraron. Es un sí o un no, donde el sí es el contacto, y el no es la falta de contacto. Esa información se retiene por 14 días.
El sistema de seguimiento considera un sistema de claves criptográficas que cambia cada 15 minutos por cada persona en el sistema, por lo que el trackeo de posición e identidad sigue siendo inaccesible.
Todo el proceso ocurre en los dispositivos, no en la nube, por lo que no existe tal cosa como una base de datos centralizada con todos los datos de las personas contagiadas, con quién estuvieron y todo eso. Esto es fundamental considerando que muchos gobiernos implementaron o, como el chileno, mostraron intención de implementar un sistema que nunca quedó claro si podía atentar contra la privacidad de la gente.
Y lo más imporante. Esta es una red voluntaria. El usuario definirá si quiere o no participar de ella, o si quiere o no lanzar la alerta de estar infectado.