Análisis de la cámara del Samsung Galaxy S23 Ultra

Introducción

Luego de estar casi un mes con el nuevo Samsung Galaxy S23 Ultra, ahora es turno de ver sus capacidades fotográficas en mayor detalle.

Con un nuevo sensor principal de 200 megapíxeles, y otros pequeños cambios debajo de la manga, muy probablemente estemos frente a uno de los principales competidores para llevarse la corona de la mejor cámara en un teléfono móvil. ¿Será así? Veámoslo:

Especificaciones de la Cámara

En términos de hardware, S23 Ultra se diferencia de su antecesor por un solo cambio: el nuevo sensor en el gran angular. Se trata del ISOCELL HP2 de 200 megapíxeles, el cual tiene un tamaño de 1/1.3 pulgadas, y pixeles de 0.6 μm, acompañado de una óptica con apertura f/1.7 y estabilizador óptico de imagen.

Que el sensor sea de 200 MP no significa que siempre estaremos tomando fotos a esa resolución. Por defecto, el teléfono hace pixel binning: combina 16 pixeles (subiendo así el tamaño de los pixeles a 2.4 micras) para reducir la resolución a 12.5 MP. También hay un modo de 50 megapixeles (y que viene por defecto al tomar las fotos en RAW), con pixeles de 1.2 micras, al juntar cuatro pixeles en uno.

Las otras cámaras prácticamente se vieron intactas al compararlas con el modelo anterior. El ultra gran angular sigue siendo de 12 megapíxeles, con un tamaño de 1/2.55″, pixeles de 1.4µm, y una óptica con apertura f/2.2, que entrega una distancia focal equivalente a 13mm en un sensor de tamaño completo (120° de ángulo de visión).

Mis dos lentes favoritos, por lejos, son los dos teleobjetivos. Por un lado, tenemos uno que provee un zoom de 3 aumentos. Se trata de un sensor de 1/3.52″, con resolución de 10 megapíxeles (y pixeles de 1.12 micras), y un objetivo con apertura f/2.4, el cual es más o menos equivalente a un 70mm.

El segundo tiene las mismas especificaciones que el anterior, pero se basa en un sistema del tipo periscopio para entregar un zoom de 10 aumentos (equivalente a un lente de 230 milímetros). Su apertura, eso sí, se cierra bastante — a un f/4.9.

Ambos lentes, por supuesto, vienen con estabilización óptica de imagen para compensar los movimientos que hagamos a la hora de sujetar el equipo.

Las fotografías

Pasemos a lo que nos convoca, y antes de hablar sobre la calidad de las fotos, veamos cómo se comporta en los distintos niveles de zoom que ofrece:

A partir de estas seis fotos, creo que se puede resumir todo lo que está bien con la cámara del Galaxy S23 Ultra: la consistencia en calidad y tonalidades entre las cuatro cámaras; el muy buen nivel de detalle que logra capturar con muy buena luz a su disposición, independiente del lente que se utlilice; y por sobretodo, el gran nivel de versatilidad que ofrece.

Esto último es por lejos lo que más me gusta de esta cámara. La foto de 30 aumentos, por más que sea digital, sigue reteniendo un nivel decente de detalle; mientras que la de 100, si bien ya parece pintura entre todo el ruido, suavizado y los artefactos generados, mantiene algo de detalle que permite que siga siendo posible distinguir lo que tenemos muy lejos de nosotros. Sobre esto ahondaré más adelante.

Las fotos de día siguen la misma tónica que las mostradas anteriormente, es decir, usualmente salen muy bien expuestas, con colores vívidos, mucho detalle, y un excelente rango dinámico.

De hecho, diría que el rango dinámico de este teléfono es probablemente de los mejores en el mercado actual. Se la puede con casi cualquier situación de luz, incluso cuando existe mucho contraste dentro de una escena. Evidentemente hay mucho de eso que es gracias al post-procesado que hace el teléfono, el cual permite que las fotos por lo general cumplan super bien con su cometido.

Sin embargo, ese es justamente el verdadero punto de conflicto del S23 Ultra. Es parte del estilo de Samsung el que las imágenes salgan con un procesamiento bastante agresivo: ya sea por los colores (los cuales pueden salir muy saturados), por el nivel de claridad y nitidez adicional que le agrega a la toma; o bien, porque el HDR se pasa un poco de la mano, y genera esos halos que hacen que la foto se vea derechamente falsa.

Como digo, es un tema conflictivo, mas no necesariamente lo puedo catalogar como algo malo (salvo el tema del oversharpening), pero sin dudas es lo que marca la diferencia entre preferir las fotos de este teléfono, o las de un iPhone (por ejemplo). Para mí no es tema, pero sin dudas soy más de los que prefieren colores más cercanos a la realidad.

Dejando ese punto de lado, centrémonos en cada una de las cámaras existentes. El primero, obviamente, es es el gran angular con el sensor de 200 megapíxeles, pero en este apartado nos centraremos en las fotos de 12.5 MP que captura al hacer binning. Como es usual, es el que mejor rendimiento tiene de las cuatro cámaras, en el sentido de que logra capturar más luz y más detalle.

El único punto negativo que tiene este lente, es que la distancia mínima de enfoque es muy pobre. Esto significa que hacer acercamientos para obtener fotos tipo macro es más difícil, así que ojo con eso.

Luego, tenemos el ultra gran angular, que provee un nivel de “alejamiento” bastante bueno, y en general entrega fotos que son consistentes con el sensor principal. El “pero”, como es común en este tipo de lentes, es que el nivel de detalle no es necesariamente el mejor — aunque en mi opinión da un poco lo mismo, a menos de que estemos haciendo algún tipo de acercamiento.

Los teleobjetivos son mis favoritos, porque a diferencia de otros teléfonos, el zoom óptico llega hasta los 10 aumentos (obviamente sabiendo que entremedio hay acercamiento digital), lo cual evidentemente se traduce en fotos de mayor calidad, especialmente en temas de definición, y con el beneficio añadido de tener un ángulo distinto a lo que solemos estar acostumbrados a capturar en un teléfono móvil.

Sorprendentemente, el zoom digital es usable. De hecho, con 30 aumentos se sigue teniendo una foto con un nivel de detalle relativamente decente; mientras que con los 100 aumentos, si bien no es recomendable usarlo para sacar fotos “bonitas”, si puede servir harto para identificar texto u objetos que están lejos de nosotros.

Lamentablemente, ambos lentes son los que más sufren de este sobreprocesamiento, especialmente aquel que aumenta en exceso el nivel de nitidez y claridad de la foto, resultando en fotos que en ocasiones se ven derechamente pésimas.

Noche

Samsung ha invertido bastante en lo que ellos denominan como “Nightography”, y se nota, porque las fotos nocturnas son, en general, muy buenas, independiente del lente que estemos utilizando (salvo los teleobjetivos, claro está).

Con buenas colores (eso sí, con una clara tendencia hacia tonos más cálidos), un excelente nivel de exposición, y harto detalle capturado, el S23 Ultra no transpira cuando se queda corto de luz.

En parte, esto se debe al mejorado estabilizador óptico que trae, lo cual permite que el teléfono pueda estar más tiempo con el obturador abierto, pero también hay mucho de software ahí. De hecho, quiero que vean la siguiente foto, la cual creo que ejemplifica muy bien el efecto que tiene el software:

Es super evidente que aquí el teléfono batalló bastante para procesar esta foto porque, por un lado, fue capturada utilizando el teleobjetivo de 3 aumentos, el cual no es muy luminoso. Esto provocó que aplicara un suavizado muy agresivo para compensar el aumento de ISO, y para rematar, un HDR que lamentablemente generó ese efecto halo en el contorno del árbol. Por otro lado, también está el contexto: ya es de noche, y corre una brisa que hace mover las hojas. ¿El resultado? Como la toma estaba centrada en esa ramificación de la planta , el teléfono logró “congelar” todo lo que está en el primer plano, mientras que el fondo aparece completamente movido.

Si bien no es el mejor ejemplo para demostrar las capacidades de Nightography, si creo que nos da una muy buena idea de cómo opera, al menos en como logra compensar el movimiento que naturalmente va a capturar la cámara por efecto del mayor tiempo de obturación.

Como siempre, la mejor opción para este tipo de fotos es limitarse a usar el gran angular, y a lo más, el ultra gran angular:

Los famosos 200 megapíxeles

Llegó la hora de saber si es que este sensor de gran resolución realmente vale la pena o no. Les doy mi respuesta corta: sí, pero no.

Me explico: es evidente la diferencia entre una foto capturada con los 200 MP versus los 12.5 MP que se consiguen al hacer pixel binning. Hay más detalle capturado y también se ve más limpia, eso sí, a cambio de una toma un poco más suave que lo normal. De hecho, podrán notar que hasta los colores son procesados de manera distinta — en las de alta resolución se ven más cercanos a la realidad. Pueden verlo aquí:

El equipo hace un excelente trabajo al procesar la imagen. Se siguen viendo super bien, e incluso de noche salen bastante decentes (algo que sin dudas no esperaba); y obvio, captura muchísimo más detalle, lo cual es ideal para hacer impresiones de gran tamaño, o bien, para reencuadrar nuestra toma sin perder mucha calidad.

De hecho, el teléfono de por sí aprovecha esta cualidad, ya que al estar en el modo de 200 megapíxeles, te permite hacer zoom haciendo un crop al sensor.

Eso sí, el capturar a tan alta resolución no sale gratis. Los archivos pesan más — entre 20 a 70 megabytes, dependiendo de la foto —, los tiempos de captura son mucho más altos que una foto normal, y además, el teléfono se puede demorar en procesar la imagen final. De hecho, creo que ese el único punto en contra que se le puede encontrar: el tiempo de procesado es sumamente variable. Puede demorarse entre 5 a incluso 30 segundos, lo cual hace que la experiencia pueda ser un tanto irregular.

No quiero tocar el tema de si es que es realmente útil tenerlo o no — porque es una discusión futil a mi parecer –, pero si hay una cosa que me llama la atención: esos 200 megapíxeles están limitados a un archivo JPEG, por lo que no vamos a tener mucha libertad creativa a la hora de editar estas fotos.

De todas maneras, este sensor en realidad no solo está ahí para tomar fotos de alta resolución, sino que también está para apoyar al equipo en otras tareas, particularmente, en el zoom digital. Es ahí donde se nota la mano de este sensor, porque permite que los zoom de 30 y/o 100 aumentos logren capturar más detalle.

Imágenes en RAW, modo retrato y rendimiento

Galaxy S23 Ultra incorpora el modo Expert RAW, el cual es una aplicación dedicada para tomar fotos en modo manual, y obviamente, en formato RAW, con varias funcionalidades exclusivas, tales como un modo de astrofotografía.

Los archivos RAW vienen en formato .dng, a una resolución de 50 MP para las imágenes provenientes del sensor principal (mientras que para los otros lentes se mantiene la resolución de cada uno).

Hasta el momento no había tenido la oportunidad de poder probar los archivos RAW que vienen de este modo, y para mi sorpresa, están muy cerca de lo que suele entregar una cámara DSLR. Eso sí, se nota que el teléfono igual hace un poco de procesamiento antes de entregarte el archivo final, porque por ejemplo las fotos vienen con el ruido ya casi corregido por completo. De hecho, me imagino que ese es el principal motivo por el cual no está la opción de tomar una foto en RAW con los 200 MP de resolución: seguramente terminaría restando a la experiencia de uso.

Los .dng entregados por el S23 Ultra son sumamente flexibles, y al menos Adobe Lightroom los reconoce super bien. Aquí vuelvo a tocar el tema del rango dinámico de esta cámara, porque incluso en post-producción se nota, al tener un margen bastante amplio para jugar con las altas luces y sombras en estos archivos. También retienen harta información, por lo que si tenemos una imagen sub o sobreexpuesta, podremos recuperarla casi ningún problema.

El modo retrato — como es de esperar — también dice presente, y funciona excelente. En buenas condiciones de luz, el equipo logra detectar super bien los bordes, generando un efecto bokeh que se ve casi como si fuera real. Como es típico, cuando baja la luz, o cuando está por detrás de nuestro sujeto, las fotos se ven más falsas, algo que también hay que atribuírselo al HDR que aplica el equipo.

Finalmente, en lo que respecta al rendimiento de la cámara en sí, aquí hay una mezcla de puntos buenos y malos. Por un lado, todo lo que corresponde al autoenfoque y al movimiento dentro de la interfaz de la cámara es super rápido; pero a la hora de capturar, sigue estando un poco por detrás de la competencia. No estoy diciendo que sea lento para tomar fotos, pero es difícil tomar varias fotos a la vez. De igual forma, como mencioné antes, los tiempos de procesado son algo irregulares, especialmente con las fotos de 200 MP.

Conclusiones

Antes que cualquier cosa: no creo que el S23 Ultra tenga la mejor cámara del mercado, al menos no en términos de calidad de imagen. Creo que la mejor cámara se la debe quedar un equipo que al menos genere consenso con sus fotos, algo que los teléfonos Samsung no suelen conseguir, debido a su naturaleza de sobreprocesar mucho, especialmente los colores.

Donde si creo que gana, es en el tema de la versatilidad. Me encanta que sea un equipo capaz de tomar fotos en todas las situaciones, independiente de si está muy cerca (bueno, casi) o muy lejos, o si es que está de día o de noche.

Este sistema de cámaras es una verdadera muestra de la fortaleza que Samsung tiene a nivel de hardware y software. La combinación de ambas culmina justamente en fotos que a mi parecer son, en su mayoría, excelentes, independiente de la situación en donde se encuentre.

No hay puntos realmente flacos. Más allá del tema de la distancia mínima de enfoque, y que los tiempos de procesado a veces son algo elevados, creo que es un equipo super sólido en este apartado. Bueno, también está el tema del sobreprocesado, y si bien no tengo muchas expectativas sobre esto, espero que en un futuro Samsung comience a cambiar al menos la ciencia detrás de sus colores.

No será la mejor cámara en términos de calidad, pero si o si está dentro del top 3, y gracias a su versatilidad, creo que la hacen una de las mejores opciones a tener en consideración, en caso de que la fotografía sea una de tus prioridades en un teléfono móvil.