El proceso de enajenación le permitirá a la compañía generar capital de inversión para la implementación del 5G.
El despliegue del 5G implicará, sin lugar a dudas, una inversión mayor por parte de las compañías que ofrezcan el servicio. Actualmente en nuestro país existen cerca de 28.000 antenas, aunque se estima que para el desarrollo de la red de quinta generación se requerirán de unas 60.000.
Lo anterior se traduce, según la subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), en una inversión total entorno a los US$9.100 millones. Situación llevaría empresas como Movistar y Entel a planificar sus estrategias de inversión o mejor dicho «hacer caja».
La española a inicios del 2019 enajenó (ceder los derechos de dominio) 11 data centers en todo el mundo, lo que le generó ingresos cercanos a los 550 millones de euros. Situación similar que estaría llevando a cabo Entel en nuestro país y en Perú.
Seis meses atrás, el 6 de junio, Entel anunciaba la idea de vender parte del total de antenas que maneja en el país. Desde esa fecha la compañía inició un proceso de enajenación de seis meses que terminó el pasado 18 de diciembre. Durante este proceso se realizó un estudio del uso de las torres con el objetivo de determinar las que serían puestas a la venta.
Antes de la confirmación de la enajenación, Entel contaba con un portafolio de 7.000 sitios en Chile y unos 3.000 en el país vecino. Ayer, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) cerró la operación en la que Entel adjudica a la empresa norteamericana American Tower, un total de 3.242 antenas en ambos países. Aquello corresponde al 40% de las torres de la empresa en Chile y al 64% en Perú.
Lo anterior se traduce en el traspasado de un paquete de activos que asciende a los US$772 millones, lo que da una ganancia neta de unos $204.080 millones para Entel, operación que beneficiará la condición financiera y operativa de la compañía.