Son las primeras movidas significativas que buscarán dejar atrás el desastre tras los sucesivos problemas del Note 7, y Samsung lo sabe. Su próximo smartphone gama alta tendrá la responsabilidad de enrielarlos de vuelta en su trayecto ganador, partiendo por abandonar elementos de diseño que puedan asociarles al fallido gama alta de la surcoreana.
Un nuevo reporte proveniente de Corea del Sur asegura que Samsung removerá el botón Home en su próximo gama alta, enfocándose en aprovechar ese espacio para maximizar el espacio usado por la pantalla sin aumentar el tamaño del dispositivo.
La eliminación del botón de inicio del panel frontal implica además deshacerse del sensor de huella digital, el que no irá a dar a la parte posterior del dispositivo, sino que estará embebido en la pantalla, probablemente usando tecnología licenciada a Qualcomm que se espera que llegue al mercado durante 2017.
Esto sería parte de algo más que una refinación, sería un cambio en el lenguaje de diseño que ha marcado las últimas generaciones de productos móviles insignia de Samsung.
Otro cambio esperado es la llegada de una doble cámara para el nuevo Galaxy S, aunque todavía no hay detalles de si usará una solución propia de Samsung, algo cercano a lo que introdujo Apple hace unas semanas con su iPhone 7 Plus, un sistema de Sony, o algún mecanismo híbrido que haga interactuar los lentes y los sensores de forma especial.
Esto también traerá cambios en la materialidad y terminación del nuevo equipo.
Puede no parecerlo, pero Samsung tiene una tarea compleja por delante para recomponer las confianzas con su público. Una reciente encuesta asegura que el 34% de los consultados en Estados Unidos jamás volvería a comprar un equipo de la surcoreana.
¿Qué esperarías del nuevo buque insignia de la compañía?