Uno de los puntos destacados de la PlayStation 5 es el excelente trabajo que se ha hecho en la construcción del DualSense, que cuenta con funciones que no vimos en otros controles, que por supuesto significó un tremendo avance respecto al DualShock 4 de la generación pasada.
El DualSense Edge es el control premium de PlayStation y busca llevar todo lo bueno del control básico al siguiente nivel. Se trata de un mando de gama alta que ofrece una serie de funciones y mejoras sobre el DualSense estándar, destinado para aquellos jugadores más experimentados, competitivos y, por qué no decirlo, más pudientes.
Obviamente, este no es un concepto nada nuevo. Fabricantes como Razer, con el Wolverine V2 Pro, ya ofrecen controles premium para la consola de Sony. El DualSense Edge es la opción propia de Sony en este mercado y es lógico pensar que el Elite Controller de Xbox ha influenciado su lanzamiento.
Fabricante y modelo | Sony – DualSense Edge |
Peso | 322g |
Conectividad | Bluetooth USB-C |
Accesorios | Tapas de joystick estándar, domo bajo y domo alto Cable trenzado USB-A a USB-C Botones traseros Botones traseros tipo palanca Acoplador de cable Carcasa |
Batería | 7 horas aprox. |
Diseño
Lo primero que llama la atención al usar el DualSense Edge es su peso. A pesar de que el DualSense ya es un control medianamente pesado, el Edge lo supera por 42 gramos, llegando a los 322 gramos respecto a los 280 gramos del control original.
El Edge posee todas las funciones que tiene el DualSense, es decir, cuenta con vibración háptica, gatillos adaptativos, micrófono, parlante, conector para auriculares y un touchpad. Su diseño es muy similar, por lo que no habrá ningún problema al usar accesorios, como la base de carga inalámbrica.
El aumento de peso hace que el control se sienta más firme en la mano que el control básico. A pesar de que los materiales son los mismos, hay algunas decisiones de diseño que mejoran un poquito al Edge en cuanto a sensación de uso.
Los gatillos L2 y R2 tienen los iconos de △ O X ◻ característicos de PlayStation impresos, lo que les da otra textura al tocar el botón. También cuentan con un control deslizante para cambiar el punto de detención.
Además, la parte trasera es de un color negro mate más suave al tacto. En ella están los botones de metal LB y RB, que es un material que en la tecnología siempre se ha visto como premium. La zona blanca inferior cuenta con una textura distinta que hace que el control se agarre mejor a la mano.
En la parte frontal está el panel táctil, que ahora es negro y cuenta con los mismos relieves en forma de iconos. La parte inferior es de un color negro brillante, que en mi opinión se ve peor que en el DualSense original porque se le pegan con mayor facilidad las huellas dactilares.
Lo bueno es que esta pieza se limpia mucho más fácil porque se puede remover usando un pequeño deslizador que está ubicado atrás para reemplazar alguno de los joystick en caso de que empiecen a fallar, algo super normal en todos los controles de consolas.
Es verdad que hay algunos controles Pro que usan otro tipo de joystick que evita el famoso drift, pero la opción de cambiarlo no es mala. Si alguno de los joystick se echa a perder, no tendremos que llevar el control al servicio técnico, sino que podemos reemplazarlo y arreglar el joystick de manera independiente. Sony vende esta pieza por separado a 20 mil pesos.
Los botones de acción y los botones direccionales (cruceta) también son de color negro. Me gusta mucho que mantengan la transparencia de los del DualSense, pese a su color negro. El LED indicador de jugador que está debajo del touchpad tiene una luz mucho más sutil en el Edge y en mi opinión se ve más bonito.
El cambio que más se nota a simple vista son los dos botones de función (Fn) ubicados en la parte inferior. Sirven como un acceso rápido a los diferentes perfiles personalizados que se pueden crear a través del software de la PS5 o bien para ajustar el volumen del juego y del chat.
Personalización y accesorios
La experiencia de uso es muy diferente desde que desempaquetamos el control. El DualSense Edge viene con una funda de excelente calidad en su caja, en la que se almacenan todos los accesorios que permiten personalizar físicamente el control.
La funda es de un plástico duro que se siente muy resistente y robusta, igual que el control. También tiene un agujero en la parte superior para cargar el control mientras está en la funda, y también se le puede poner una correa para colgarlo. Por lo tanto, es ideal para llevar el control a donde quieras o simplemente usarla para almacenar todos los accesorios.
Dentro vienen tres tipos de cabezas de joystick que se pueden intercambiar fácilmente. Tenemos los estándar del DualSense, que cuentan con una hendidura al centro, y otros dos iguales pero en diferente altura. Estos últimos tienen el mismo diseño de los análogos del DualShock 2 y DualShock 3, es decir, con forma de domo.
También vienen dos tipos de botones traseros metálicos: unos tipo botón, y otros tipo palanca. Estos últimos me han parecido más cómodos para su uso en juegos de los géneros shooter o pelea, aunque también se pueden presionar por accidente con más facilidad que los más pequeños.
Estos distintos tipos de botones son reemplazables muy fácilmente. Los botones posteriores se acoplan con imanes, mientras que las cabezas de joystick se ajustan a presión. Por lo tanto, si te gusta más uno que otro para determinado juego, siempre están accesibles en la funda.
El resto de accesorios son un cable trenzado USB-A a USB-C de 2.8 metros, que también cumple con el aspecto premium del producto en general, y una herramienta para fijar el cable de carga al control, y evitar posibles pérdidas de conexión mientras jugamos. Un accesorio claramente destinado a aquellos jugadores profesionales o que compiten en torneos, en donde la preferencia suele ser jugar conectado por cable.
Funciones y uso
Cuando conectamos el control por primera vez al PlayStation 5, el sistema nos hará un recorrido por las funciones del control y nos permitirá crear nuestro primer perfil personalizado, que consiste en asignar el botón que queramos al botón que queramos. Es decir, podemos hacer que si apretamos △, se cumpla la función de O.
Los perfiles son especialmente útiles en los videojuegos que requieren el uso de los botones direccionales o de acción mientras se usan los joystick. Por ejemplo, querer marcar cosas mientras nos movemos, o cuando queremos saltar y apuntar al mismo tiempo.
Ese tipo de acciones, en un control sin botones traseros (LB y RB), implican tener que mover el dedo pulgar desde los joystick hacia los botones. Por lo tanto, los botones en la parte posterior brillan al permitir realizar ambas cosas al mismo tiempo.
En cualquier momento, si presionamos uno de los botones Fn junto a cualquiera de los botones de acción, se puede cambiar entre los cuatro perfiles personalizados que hayamos asignado a cada botón △ O X ◻.
Otros de los aspectos que podemos ajustar son la sensibilidad y zona muerta de los joystick y los gatillos, para que, por ejemplo, el movimiento de un personaje comience cuando el joystick ya ha salido de su centro de forma más considerable.
Los gatillos cuentan con un control deslizante en la parte trasera que permite ajustar la detención de los gatillos R2 y L2, y si lo bajamos, el gatillo contará con un recorrido mucho menor que el normal, ideal para juegos de peleas en donde se debe ejecutar rápidamente una combinación de botones.
Lo malo es que los gatillos adaptativos dejan de funcionar cuando no están en el nivel estándar, por lo que en juegos como Returnal o Ratchet & Clank, que basan su sistema de combates en esta función, no funcionan al usar un punto de detención distinto.
Respecto a su batería, esta es muy similar a la del DualSense, por lo que no esperes ninguna maravilla, con unas 7 horas continuas de uso probablemente la agotes. Lo bueno es que no tarda mucho tiempo en cargar, pero de todas formas se espera más en este sentido de un control Pro, sobre todo si consideramos que el Elite Controller de Xbox ofrece batería para más de 30 horas.
¿Vale la pena?
Con la actual generación de consolas, por primera vez Sony está lanzando un catálogo de accesorios para todos los tipos de usuarios y con el DualSense Edge por fin nos ofrecen un control premium en su propia línea de productos.
Los controles de este estilo no están pensados para todos los usuarios y dependerá de la imaginación de cada uno el provecho que se le saquen a las funciones nuevas y mejoras respecto al control estándar.
Los cambios en diseño pueden parecer menores pero hacen que el control se sienta considerablemente mejor en la mano. Si te gusta como es el DualSense original, no creo que haya ningún problema o reparo con el diseño del DualSense Edge.
En mi experiencia, el control resulta de muchísima utilidad para juegos como Returnal, Rocket League u Overwatch, en donde es importante utilizar muchos botones, y creo que si vale la pena dar el salto a un control Pro si es que eres competitivo en algún juego. Debo admitir que es bastante decepcionante volver al control original después de haber usado el DualSense Edge para efectos de este review.
Pero si eres un jugador de juegos casuales o juegos de aventura con enfoque en la narrativa como The Last of Us o Spider-Man, definitivamente no vale la pena pagar los CLP $200.000 que vale el DualSense Edge, porque las mejoras para este tipo de juegos no son significativas.