Antes de comenzar con el review de The Last of Us Parte I, debo admitir que los juegos de acción-aventura con elementos de sigilo son mi debilidad. Gran culpa la tiene la saga Metal Gear Solid, que con sus elementos cinematográficos muy avanzados en aquella época, hizo que este género se convirtiera en mi favorito.
La segunda parte de The Last of Us tomaba mucho de estos elementos, por lo que más allá de su polémica historia, fue un juego que encantó a todos por su tremendo gameplay. Al ver las filtraciones que The Last of Us Parte I sería un remake del juego original, construido con la tecnología de la Parte II para PS5, mis expectativas eran altísimas porque claro, potencialmente se podrían implementar muchas de aquellas mecánicas.
Pero tras haber jugado la historia principal y haber entendido que remake no es lo mismo que rebuilt (así es como lo anunció Naughty Dog), las conclusiones que se pueden tomar de esta nueva entrega están clarísimas y será el precio lo que causará la mayor controversia.
¿Por qué The Last of Us Parte I?
El primer The Last of Us fue una obra maestra, es algo que se puede decir mirando desde cualquier punto de vista. En su momento, a nivel técnico fue la culminación de un trabajo notable que venía haciendo Naughty Dog con la saga Uncharted, presentando juegos de acción-aventura con elementos narrativos muy entretenidos y aptos para un público diverso.
The Last of Us se encargó de dejar claro eso, llevando ese concepto un poco más allá, al ambientarlo en un mundo postapocalíptico con mucho cuidado al detalle, con un gameplay desafiante que te hacía sentirte dentro de aquel mundo y con una historia magnífica, que cautivó a todos los usuarios que tuvieron la oportunidad de jugarlo en PS3 y PS4.
Sin exagerar, la trama es una de las principales responsables de que esta franquicia haya llegado a donde está actualmente, siendo una de las más importantes dentro de Sony junto a God of War y eso es algo indudable.
Este Rebuilt y la serie que se estrenará en HBO son fruto del buen trabajo que hizo Neil Druckmann y compañía en su momento, y si nos preguntamos por qué se está lanzando nuevamente la respuesta es obvia: esta entrega busca generar nueva audiencia y hype para la serie de televisión.
Por otra parte, siento que de alguna forma, Naughty Dog busca afianzar que el modelo de juegos single-player (en el cuál PlayStation siempre ha buscado destacar con su storytelling) tiene su lugar propio en la industria y se separa de los juegos como servicio, con un público adulto dispuesto a pagar por ello. Opinión que, obviamente, algunos no compartirán porque podrían ser parte de servicios como el PS Plus Extra o el Game Pass.
Pero vamos a lo concreto ¿En qué ha cambiado The Last of Us Parte I respecto al original? ¿Es acaso necesaria esta versión?
Son muchos los cambios realizados, pero el que los jugadores más deseaban al escuchar la palabra remake no está, obviamente hablo de las mecánicas a nivel de gameplay y combate.
El gameplay es el mismo (salvo leves detalles que luego comentaré), pero todo lo demás ha sido hecho nuevamente y en muchas ocasiones, el juego viene cargado de su buena cuota de nostalgia, como ocurre al ver la imagen principal –aquella ventana y sus cortinas– que son exactamente iguales. No puede ser que hayan pasado casi 10 años desde que lo jugué en PS3.
Ahora, hay que ser claros. Si no te interesa la fidelidad gráfica, las expresiones faciales detalladas y el diseño más detallado de los niveles, creo que no es el juego para ti y ni siquiera deberías pensártelo, pero debo decir que al comenzar la historia con el famoso prólogo en el día del brote del Cordyceps, las diferencias se notan inmediatamente.
Creo que esta nueva entrega demuestra el cariño que hay por esta franquicia y la intención de llevarla de la mejor manera posible a nuevas audiencias. Quiero decir, es una forma mucho más digna y atractiva para el jugador de llevar un nuevo juego a una nueva generación que los lanzamientos a precio de juego nuevo que ha hecho Nintendo con The Legend of Zelda o Rockstar Games con Grand Theft Auto, por dar algunos ejemplos.
Con este rebuilt, me imagino que cuando se haga el lanzamiento para usuarios de PC, ambas entregas se verán mejor conectadas y me gusta que las diferencias que se hicieron en su momento a nivel de gameplay sigan existiendo. Usar a Joel es muy distinto a usar a Ellie y Abby en la Parte II y eso se ha respetado. Al principio me decepcionó un poco, pero me ha terminado gustando.
Nuevo motor gráfico para modernizar la experiencia
Si bien el juego original es una obra que se sigue viendo super decente en su versión remasterizada (sobre todo si lo comparamos con juegos de otras plataformas), el remodelado gráfico de la Parte I está a otro nivel, aquí no hay equeños cambios a sombras o texturas, aquí está todo hecho de nuevo con el motor gráfico de The Last of Us Parte II, y hace que jugarlo de nuevo sea más impactante que cuando vimos esta historia por primera vez en PS3.
Para ser precisos, el juego ahora corre a una resolución 4K a 40 cuadros por segundo (o 60fps haciendo dinámica la resolución).
Los paisajes, el detalle de las locaciones, y la multitud de objetos y diseños nuevos de cada habitación en la que entramos se nota. Por ejemplo, en un museo podrás encontrar cientos de esculturas que antes no estaban ahí y que antes eran simples oficinas genéricas y claro, esto habla bien de la atención al detalle que ha puesto Naughty Dog en recrear todo nuevamente.
La iluminación también juega un rol importante en todo el rebuilt y en un juego de suspenso lo es aún más. En ese sentido me ha encantado el trabajo que se ha hecho al iluminar los rostros de los personajes, manchados por sangre o sudor, y también en zonas con esporas, en donde las partículas se ven de forma notable y generan una sensación de inseguridad muy bien lograda. El ray-tracing hace su pega.
Pero lo que más me gusta son las expresiones faciales de los personajes y los detalles en los ojos, que hacen que el peso emocional de la historia sea muchísimo mejor. Esto es una de las cosas que se ha tomado de The Last of Us Parte II e hizo que me gustara jugarlo de nuevo. En muchas partes de la historia me encontraba diciéndome a mí mismo “¡que juegazo!”, pese a que ya sabía lo que iba a pasar.
Además, para un jugador nuevo, las escenas memorables serán aún más impactantes que antes, como la de Ellie en el restaurante o el final del arco de los hermanos Sam y Henry, que por cierto, al igual que todos los personajes secundarios, están creados de nuevo con un look más realista.
Eso sí, hay cosas que no me han gustado. Respecto a la fidelidad cinematográfica del juego hay un punto que perfectamente se podría haber implementado, me refiero a las transiciones de cinemática a gameplay, que son las mismas del juego original, algo que TLOU II había mejorado muchísimo al transicionar de forma perfecta desde la acción de una cinemática al hombro del jugador en el propio gameplay en todo momento.
Esas transiciones podrían haberse integrado, pero en varias escenas hay cortes que manchan un poco esa experiencia realista que se busca ofrecer y deja en evidencia que donde menos foco se ha puesto es en el gameplay porque en el fondo, esto ocurre porque las nuevas cinemáticas a veces no encajan con el antiguo gameplay.
Gameplay y combate
Lo que debes esperar de este juego, a nivel de gameplay, es solamente un poco más de lo que ya se ofreció con The Last of Us.
Entre las novedades, podemos notar desde un principio las mejoras en cómo los enemigos interactúan entre sí y como tus aliados interactúan con los enemigos. En el juego original pasaba mucho que tus aliados pasaban por el frente de un enemigos de forma completamente absurda e inexplicablemente éste no lo veía. Esto se ha mejorado bastante y es muy raro encontrarse con una de estas situaciones porque los personajes entienden mejor el movimiento de cada enemigo.
También hay detalles como la sangre, que por muy gore que se lea, también es uno de los elementos claves de que la experiencia general del juego se vea más real. Lo mismo ocurre con los objetos que se rompen en el escenario, que hacen que la acción se sienta más viva. Por ejemplo, los ventanales que se rompen cuando lanzan una bomba.
Es imposible no echar de menos las mejoras jugables que hizo The Last of Us Parte II, como lo fue la posibilidad de escondernos en el pasto, la mecánica de arrastrarse para ser sigiloso o para esconderse debajo de algún objeto y además el diseño de niveles pensado en que el personaje pueda saltar o usar una cuerda. Todas estos detalles daban paso a una secuencia de búsqueda por parte de los enemigos que era mucho más interesante porque los enemigos te podrían buscar debajo de vehículos o en lugares más rebuscados. Aquí eso no ocurre.
Y tomando eso en cuenta, si bien el diseño de los niveles si que fue actualizado para ofrecer más detalle y sensaciones más realistas (como la destrucción de una casa por el fuego), no existe ningún cambio real que modifique el gameplay. No hay alturas, atajos ni secciones nuevas.
Algo que perfectamente podría haberse incluído son el uso de de distintos tipos de enemigos. Por dar un ejemplo, en la Parte II habían enemigos con perros que podían rastrear al jugador con su olfato y es algo que sí se podría haber incorporado sin afectar el diseño de los niveles.
A la hora de combatir las cosas se mantienen iguales. Los menú de fabricación, la manera de cambiar de armas y las mesas de mejoras siguen estando ahí igual que antes.
El combate melee tiene algunas animaciones nuevas, pero pucha que se extraña el sistema de esquive que se introdujo en la parte 2, le daba mucho más emoción y valor a la supervivencia. En este juego me pasa que si me siento superado simplemente es mejor morir e intentarlo de nuevo, que intentar sobrevivir.
No sé, siento que alguna modificación se podría haber hecho que justifique el juego, más allá del nuevo diseño de arte y de buscar nuevas audiencias para popularizar la franquicia en busca del éxito de la serie de HBO.
El resto de detalles
Más allá de tanta cinemática y aventura, también hay bastante que comentar en los pequeños detalles e inclusiones.
El juego ahora cuenta con el modo Permadeath, que al igual que en el segundo juego, hará que perdamos la partida completamente si morimos sólo una vez. Todo un desafío para los más fanáticos del juego.
Además, para ellos mismos se ha incorporado un modo de Speedrun, que pondrá un contador en la parte superior derecha de la pantalla, que se pausa en cinemáticas o transiciones y permitirá al usuario saber qué tan rápido está completando cada capítulo, el récord del usuario y el tiempo del juego completo. Estos datos también podrán ser compartidos con el resto de jugadores en PSN.
También ahora existe la posibilidad de cambiar el diseño de la vestimenta de Joel y Ellie, aunque lamentablemente, junto al Speedrun, estas opciones solo estarán disponibles cuando termines la historia principal de The Last of Us por primera vez.
También es necesario hablar de la accesibilidad, ya que Naughty Dog ha puesto mucho énfasis en esto para que todos los usuarios, sin importar sus condiciones, puedan disfrutar de la historia de The Last of Us. Algunas de las opciones son el resaltar los colores de los personajes, añadir subtítulos en pleno combate, la posibilidad de un narrador que describe las cinemáticas con lujo de detalle e incluso utilizar la vibración del DualSense para acompañar la voces.
Y hablando del DualSense, la integración es de las mejores también. Los gatillos adaptativos se adaptan a las armas o la tensión del arco, la vibración acompaña a la lluvia e incluso si acariciamos a un animal, se podrá sentir en el mismo control.
Finalmente el juego se siente en todo momento como un juego de PlayStation 5 y no como un simple remaster como mucha gente le ha querido llamar. El audio es otro claro ejemplo de esto, porque si bien la banda sonora es la misma de antes el Audio 3D que ofrece la PS5 si que se nota y da mejores sensaciones a la hora de encontrarse con infectados o estar en un combate con cazadores.
¿Vale la pena?
Hay que ser sinceros, si lo que estás esperando es un remake, con todo lo que ello conlleva, el juego probablemente te decepcione al pagar los $70 dólares que cuesta al momento de su lanzamiento. Esto porque no hay cambios importantes en el gameplay a pesar de que luce como un juego creado para PS5.
¿Por qué no es un remake? Yo apuesto que es por la serie de HBO. Me imaginó que será ahí donde está puesto todo el esfuerzo y trabajo de construir esta historia nuevamente, incluyendo en la ecuación de la trama a Left Behind –la expansión que también está disponible dentro del juego– y probablemente algún arco argumental de Abby con las Luciérnagas, mientras transcurre la aventura de Joel para encontrarlas.
El juego se ve espectacular en la PlayStation 5 y si nunca lo has jugado, no me cabe ninguna duda de que vale la pena adquirirlo porque es un tremendo juegazo que se ve mejor que nunca.
Por una parte, pienso que The Last of Us Parte I está pensado para que los fanáticos que ya jugaron el juego original (esos que lo comprarán día 1 sin importar nada, entre los que probablemente estaría yo si no tuviera acceso al review) paguen por él para volver a vivir esta experiencia.
Pero por otra parte, también creo que una de las principales razones de la existencia de este juego es el lanzamiento en PC, un público que nunca ha tenido acceso a TLOU y que podrá disfrutarlo de la mejor forma posible. No me caben dudas que también veremos la Parte II lanzada para PC en el corto plazo y me gusta que se hayan mantenido las diferencias en el gameplay de ambos juegos.
Es una expansión del universo de TLOU a nuevas audiencias y no me extrañaría que tras poco tiempo, el juego baje de precio o esté disponible en el catálogo de PS Plus Extra para que la mayor cantidad de gente lo pueda jugar antes del lanzamiento de la serie.
Tras haberlo terminado, me dan unas ganas tremenda de ver como Neil Druckmann adaptara toda esta aventura en formato televisivo.