Una franquicia que está en la conciencia de todos aquellos quienes tuvimos una Nintendo 64 o GameCube está de regreso, y esta vez con muchas novedades gracias a 5 tableros icónicos de juegos pasados que regresan, así como también minijuegos de ayer que hoy se ven de maravilla.
De vuelta a los orígenes
Durante años, las últimas entregas de Mario Party habían estado plagadas de nuevas funciones y características, como pueden ser el carrito donde todos se movían juntos, o el precio de las estrellas, el que en las últimas entregas había bajado a 10, o nuevos modos que no tenían demasiado sentido.
Pero Mario Party Superstars es una vuelta a todo lo que hizo a esta franquicia una de las mejores de Nintendo, y que vuelve a todo lo que siempre quisimos del juego: un montón de personajes que recorren el tablero una y otra vez a la caza de estrellas y que buscan manera de terminar amistades de la mejor forma posible en los últimos turnos.
En este sentido la vuelta a lo clásico es notable. Tenemos solo dos modos de juego principales. El primero es Mario Party, que no necesita introducción, y el segundo es el denominado Monte de minijuegos, el que nos permite jugar cada uno de los juegos que están incluidos en esta entrega de manera individual o de manera online en una serie de desafíos diarios que nos entrega el juego para hacerlo más apetecible al público.
De todos modos, no es como que solo podemos jugar por nuestra cuenta, sino que también podemos jugar online, que es una de las mejores noticias de este título, y es que enfrentarnos con personas de cualquier parte del mundo es algo con lo que no contábamos en las entregas anteriores, y esto es precisamente lo que hace que Mario Party Superstars destaque por sobre el resto de títulos recientes.
¿Recuerdas el primer Mario Party?
Muchos no lo recordarán, pero la primera entrega de Mario Party para Nintendo 64 por allá por el año 1998 nos entregaba las bases para lo que hoy es la realidad de esta franquicia, y por si no nos dimos cuenta, Mario Party Superstars nos lleva directo a esa primera entrega.
Así, a la hora de elegir la modalidad de juego llamada Mario Party –como no–, se nos ubica en una aldea familiar. Y si, es la misma aldea de hace más de 20 años pero que obviamente hoy se ve mejor.
Tenemos entonces la posibilidad de entrar a las distintas casas para poder gastar las monedas que conseguimos en el juego para comprar stickers o fondos para nuestras tarjetas. Podemos comprar la música de juegos anteriores, o simplemente podemos cambiar los ajustes o jugar con amigos online.
Los moradores de estas casas han sido cambiados, pues ahora no solo tenemos solo a Toads en las casas, si no que estos han sido reemplazados por Kamek o Shy Guy, algo que simboliza muy bien los nuevos tiempos que corren en Nintendo.
Baja por el tubo verde y empieza la diversión
Cuando elegimos jugar Mario Party entonces, se nos lleva a este tubo verde, donde un Koopa Troopa nos saluda y nos recuerda que ya ha pasado mucho tiempo desde que bajamos por primera vez, en otro guiño a la nostalgia que está muy bien hecho.
Desde ahí entonces podemos elegir el personaje que queremos usar de un total de 10 donde quizás el único personaje que nos falta es Koopa Kid, pero sabemos que para Nintendo dicho personaje está más que desaparecido y sin intenciones de revivirlo. Los demás personajes a elegir son Mario, Luigi, Peach, Daisy, Rosalina, Yoshi, Waluigi, Wario, Donkey Kong y Birdo.
También podemos personalizar las reglas del juego, y es acá donde tenemos un cambio potencialmente importante, pues en los Mario Party clásicos tenemos como regla que al final del juego se nos otorgan 3 estrellas de bonus para quienes ganaron más minijuegos, recibieron más monedas o se movieron más espacios.
Esta vez, podemos jugar con 2 estrellas de bonus al final, las que tienen distintas reglas, pues se otorgarán a quien haya caído en más espacios de eventos, quien se haya movido menos espacios y así. Un cambio que llega a refrescar un poco la modalidad clásica.
El número de turnos también puede variar, y es que predeterminado viene con 15 turnos, que es el mínimo, pero podemos alargarlo hasta 30 turnos para más sufrimiento y más amistades rotas.
Finalmente, podemos personalizar que tipo de minijuegos queremos jugar, ya sean del tipo familiar, de acción, de habilidad o si queremos jugar solo juegos de Nintendo 64. GameCube o todos que es lo que viene por defecto.
Desde ahí entonces empezamos el juego con una simple pero importante decisión, y es la de que tablero queremos elegir.
5 tableros de juegos pasados bien elegidos
A la hora de jugar tenemos 5 tableros para elegir, todos icónicos de Mario Party 1, 2 o 3 y que han sido mejorados visualmente.
Primero está Yoshi’s Tropical Island, el que no es el más extenso, pero tiene la interesante mecánica de que la estrella se mueve entre dos locaciones nada más, las que son determinadas por los espacios de eventos que hacen que Toadette cambie de lugar con Bowser y nos quiten monedas si pasamos por ahí.
El segundo es Space Land de Mario Party 2, el que claramente es el más extenso, y probablemente el favorito de muchos, con una mecánica que nos permite recorrer todo el tablero, tomar atajos, ser perseguidos por naves espaciales e incluso quitarles todas las monedas a nuestros contrincantes si activamos el rayo de Bowser en el momento justo. Este es quizás el tablero indicado si queremos un juego extenso y recorrer muchas casillas.
Luego está mi favorito personal, Peach’s Birthday Cake del Mario Party original, que no es tan grande, pero la estrella no se mueve de lugar, por lo que podremos pasar una y otra vez por el mismo lugar recolectando estrellas, mientras plantamos semillas de Planta Piranha para robarle monedas y hasta estrellas a nuestros enemigos. Cuidado con Bowser, porque si elegimos la semilla incorrecta luego de comprar una estrella, el mismo aparecerá y nos quitará monedas.
También está Woody Woods de Mario Party 3, el que como mecánica única tiene la presencia de Monty Moles, los que cambiarán los letreros y nos forzarán a tomar caminos que quizás no queríamos y que hacen que podamos planear algunos cambios a nuestro favor o para perjudicar a nuestros contrincantes.
Finalmente está Horror Land, el que cambiará del día a la noche permitiendo la aparición de algunos fantasmas que nos ayudarán o perjudicarán dependiendo de su naturaleza y que nos permite transportarnos de un lugar a otro gracias a estatuas de ojos inteligentemente posicionadas.
Estos 5 tableros son, entonces, una gran selección de momentos icónicos de la franquicia, y que seguramente no serán los únicos, pues se ha descubierto que es más que probable que tengamos contenido en forma de DLC con más tableros de otras ediciones, así que, en este apartado, todo está perfectamente balanceado.
Por fin podemos jugar online
Una de las críticas más importantes que se llevó Super Mario Party hace un par de años era la no posibilidad de poder jugar online el modo de Mario Party, y esta vez por fin Nintendo ha escuchado a sus fanáticos y nos entrega un modo que funciona bien la mayor parte del tiempo.
Así, el juego buscará rivales de nuestra lista de amigos si queremos, y si no, también podemos jugar con quien esté disponible en cualquier parte del mundo, con un set de reglas personalizado a nuestro antojo.
Podemos entonces jugar 15 o 30 turnos, y lo mejor de todo es que si alguno de nuestros rivales se desconecta en medio del juego, entonces el mismo lo reemplazará por un CPU por todos los turnos que el rival no esté, y cuando vuelva, podrá volver a tomar control de su personaje.
Estos CPU se mueven muy rápido, así que en caso de que alguno de nuestros rivales se vaya, no tenemos que esperar mucho rato para juega, pues como mencioné, es sorprendente lo rápido que se desarrolla este juego.
Como sabemos, eso sí, el online de Nintendo no es el mejor del mundo, así que puede que en algún minijuego se note el lag y perdamos, especialmente en los juegos que tienen que ver con reflejos y ser el más rápido en reaccionar. Pero la mayoría del tiempo, la conexión es estable y no tenemos mayores quejas de lo que podemos hacer.
No tenemos un chat dedicado, pero esto ha sido reemplazado por stickers que comunican ciertas frases que expresan lo que queremos decir, y eso está bastante bien. Ahora, si queremos más stickers con más frases, podemos comprarlas en la tienda de Toad en el menú principal con las monedas que ganemos por jugar.
Una fina selección de minijuegos
Como todos sabemos, la parte fundamental de Mario Party son sus minijuegos, y es de mi agrado decirles que Mario Party Superstars nos trae una selección de juegos desde el original hasta Mario Party 10 que valen mucho la pena.
Si, alguno que otro no son lo que esperábamos, o se quedaron algunos de juegos anteriores en el tintero, pero todos los clásicos están aquí, y quizás la mejor noticia de todas es que podemos jugar con cualquier control que queramos.
Atrás quedan, entonces, los minijuegos que se basaban en controles de movimiento, lo que se puede entender como una oportunidad perdida, pero en mi caso no es una contra, pues siempre he sido defensor de los controles clásicos por sobre los de movimiento.
Incluso vuelve el mini juego de tirar la cuerda, que tantos problemas causó hace unos años y que provocaba controles rotos o palmas de la mano rotas, y esta vez tiene una advertencia de que no rotemos el stick con nuestra palma pues podríamos tener problemas.
Algunos minijuegos si se sienten «cargados» para favorecer a algún personaje, especialmente los mini juegos de 1 contra 3, donde es casi imposible ganar si eres el que está solo, o alguno cuando eres del grupo de 3 contra 1 enemigo, pero estos pueden contarse con los dedos de una mano.
Entonces, como objetivo global, Mario Party Superstars logra volver a encantarnos como cuando éramos más pequeños, pero esta vez con gráficos mejorados y más personajes con los que disfrutar.
100% clásico
Aquellos que han jugado varias entradas en esta serie podrán darme la razón cuando digo que los cambios en la franquicia han sido muchos con los años, y en este sentido, Mario Party Superstars se siente como la manera de Nintendo de darnos que habíamos pedido hace mucho tiempo.
Se trata de un juego clásico, sin añadidos como dados especiales para cada uno de los personajes, o sin aliados como habíamos visto en Super Mario Party, o sin el carrito de movimiento que muchos odiaron.
Esto puede entenderse como una falta de originalidad o un miedo a añadir cosas nuevas, y es quizás aquí donde algunos de estos cambios pudieron haber sido añadidos con una opción para desactivarlos, pero tampoco es como que se hagan mucho en falta tampoco.
Tampoco tenemos en los tableros los dispensadores de cápsulas, y tenemos ahora muchos espacios especiales para eventos o eventos de suerte que no teníamos en los juegos originales, pero que esta vez ayudan a entregar un dinamismo al juego que se agradece.
De este modo, la única manera de tener ítems en el juego es mediante su compra en la tienda de Toad, o mediante espacios especiales en el tablero donde se nos mostrará un minijuego para poder obtenerlos, y de último modo, si caemos en un espacio de suerte se nos puede entregar un ítem o monedas.
Veredicto
Mario Party Superstars es una vuelta a las raíces para la franquicia y algo que los fans estuvieron pidiendo durante mucho tiempo, es todo lo que The Top 100 debió haber sido hace algunos años pero que finalmente lo tenemos ahora en Nintendo Switch.
Desde los tableros que son un llamado a épocas pasadas, o la música que nos lleva a una década atrás, todo está hecho para satisfacer a quienes llamaban por un Mario Party clásico sin añadidos que pusieran en riesgo lo que hizo famoso a la saga.
Claro, no todo es bueno y podríamos tener más tableros, más personajes o más opciones, pero con lo que hay, Mario Party Superstars se transforma en el mejor Mario Party para la Nintendo Switch por sobre Super Mario Party.
El añadido de poder jugar online hace toda la diferencia, y es que su implementación nuevamente es simple, pero muy acertada, y no es para nada difícil el ver por qué.
Con todo esto en cuenta, Mario Party Superstars no es el título más innovador, ni el con más contenido de la serie, pero lo que sí es, es el mejor Mario Party que hemos visto en al menos una década, una vuelta a la fórmula simple que nos maravilló durante años, y que ciertamente sienta las bases para que, de acá en adelante, no cambiemos más la fórmula, porque de funcionar, funciona. Y lo hace de manera fabulosa.