De vez en cuando nos cruzamos con este tipo de anécdotas que hablan muy bien de ciertos productos tecnológicos. En este caso es un Apple Watch quien se queda con los créditos.
Dicho wearable advirtió a su dueño de que se encontraba en una situación delicada. Es así como gracias al mismo se pudo evitar una historia con otro final totalmente distinto.
El Dr. Apple Watch
Jorge Freire volvía de viaje hacia su hogar. Sin embargo, su reloj inteligente detecta una anomalía y ahí comienza esta interesante historia. Según relató el propio Freire:
Regresaba de Sao Paulo cuando mi Apple Watch comenzó a sonar. Reviso el mensaje y decía «Su latido cardíaco estuvo por encima de 140 (latidos por minuto, BPM) durante más de 10 minutos», o algo así.
Cuando revisé la aplicación de frecuencia cardíaca mientras estaba dando un paseo, me sorprendí: 170 BPM. No había forma de que mi corazón latiera tan alto.
Me fui a casa y me acosté durante media hora para ver si los latidos de mi corazón volvían a la normalidad. Bajaron a 160 BPM, tenía taquicardia.
Corrí a la sala de emergencias. Cuando mostré los BPM de mi corazón en el reloj al personal del hospital, inmediatamente me enviaron para que me revisaran. Mi presión arterial era muy alta y de hecho tenía taquicardia. Ese pequeño reloj estaba 100% en lo correcto.
Posterior a este suceso, el mismo Freire compartió, por medio de su cuenta de Facebook, un breve correo enviado por el mismísimo Tim Cook, actual CEO de Apple:
Allí el ejecutivo agradece hacer pública esta historia. La misma pertenece a la clase de hechos que inspiran a Apple a continuar empujando los límites de sus tecnologías.
Fuente: Gizchina