Conversamos cara a cara con el SVP de Android sobre la plataforma, internet de las cosas y sus planes a futuro.
Lleva 10 años en la compañía, y siempre ha estado en el equipo a cargo de trabajar en Android. Hoy, tras casi 8 años desde el lanzamiento del primer dispositivo con este sistema operativo, Hiroshi Lockheimer es el máximo responsable de la plataforma móvil número uno del mundo desde octubre del año pasado, y comienza la conversación con Pisapapeles comentando lo que le evoca asistir al Mobile World Congress.
«He estado en los últimos 6 Mobile World Congress, y cada vez que vengo acá recuerdo la escala de Android. Hay 1.400 millones de usuarios activos en el mundo hoy. Como sabes, tenemos teléfonos, tablets, y recientemente nos expandimos a relojes, televisores y autos, por lo que hemos estado expandiendo Android más allá de tu bolsillo o tu cartera, llevándolo a otros tipos de pantallas y diferentes formatos», explica.
Lockheimer tiene una tarea que no es menor. Más allá de todo lo obvio que implica estar a cargo del destino de Android, la presión extra está en tener que ocupar el cargo que tenía el actual CEO de Google, Sundar Pichai. No es una cosa menor.
Pero el SVP de Android está tranquilo. Sabe que tiene tareas obligatorias, y con su equipo ya están trabajando en llevar la experiencia de usuarios alrededor del mundo un paso más allá.
«Nuestro primer objetivo es tener productos que deleiten a nuestros clientes. Esa es la primera meta. Sé que suena obvio, pero es importante decirlo: Hay que hacer productos que nuestros clientes amen. Usando Marshmallow como ejemplo, nos concentramos en cosas como Doze. Doze extiende tu autonomía un montón, y lo hicimos porque la gente se quejaba de la duración de su batería y nosotros dijimos “obvio que lo arreglaremos”. Haremos muchas más cosas como eso», comentó.
Escuchar a los usuarios es fundamental para llevar experiencias que sean coherentes y consistentes a lo largo de todas plataformas donde Android está presente, pero hay un tema específico donde Android nunca ha podido terminar de cerrar bien la brecha, y esas son las actualizaciones.
Hiroshi Lockheimer asume esto, pero nos pide tener en cuenta todo lo que implica contar con una base de usuarios tan diversa y tan grande alrededor del mundo.
«A nivel de teléfonos, es importante tener en cuenta la escala del negocio de Android en esta área. Actualizar 1.400 millones de teléfonos no es una tarea fácil, y cuando piensas en eso no es algo sólo de Google, ni el equipo de Android sino que también depende de los fabricantes, a veces del proveedor del procesador — ya sea Qualcomm o Mediatek o quien sea — y otras veces del operador. Hay muchos factores involucrados que se alinean y deciden lo que quieren hacer con las actualizaciones«, comenta.
«Hoy Lollipop está en un treinta y tanto (sic) por ciento de los dispositivos en el mercado, treinta y tanto por ciento de 1.400 millones es un número muy grande de aparatos. Eso es algo para mantener la perspectiva», complementa el ejecutivo.
Pero no se trata solamente de actualizaciones de versión de software, pues Lockheimer también está dando un giro para poner énfasis en pequeñas mejoras de seguridad, algo que se gatillo tras el escándalo de Stagefright y su difusión en todo el mundo como un error peligroso y letal para tu smartphone. Él dice que no es para tanto.
«Se convirtió en una noticia muy importante en algunos países. El título era algo así como ‘puedes recibir un SMS y tu teléfono queda completamente muerto’. La realidad es que nadie en el mundo fue afectado por este tema, pero la percepción se convierte en realidad«, asegura.
Las actualizaciones de seguridad están disponibles cada primera semana del mes a modo de parche, el cual es entregado a los fabricantes junto con todas las mejoras que el mismo incluye, quedando a decisión de ellos si es que las integran finalmente o no.
«Estas actualizaciones mensuales no son exclusivas para Nexus. Se las entregamos a todos los fabricantes, y algunos de ellos como Samsung, LG, BlackBerry y otros se han comprometido a hacerlas», comenta el número 1 de Android.
El tema está relativamente resuelto en otras plataformas. Android Wear, por ejemplo, es un ejemplo de cómo Google se hace cargo de la distribución de actualizaciones directamente.
«Tenemos 19 relojes distintos en el mundo corriendo nuestro OS. Y contrario a lo que hacemos con smartphones, nosotros controlamos la experiencia directamente. Trabajamos de cerca con los fabricantes, y si quieren vender un dispositivo Android Wear ellos tienen que acordar con nosotros que somos los que estamos en control de las actualizaciones. Ese mismo es el modelo al que estamos girando con estos dispositivos nuevos para prevenir los problemas que hemos tenido con smartphones», explicó.
Durante el MWC todo el mundo parecía estar pendiente de las novedades en el mundo de la realidad virtual. Samsung, LG, HTC y más lucieron sus cartas para abordar la industria con sus respectivas apuestas para llevar a la gente a esta nueva dimensión de consumo de contenidos que desafía la percepción.
Pero Google ya lleva un buen tiempo acercando esta tecnología a la mayor cantidad de gente posible de la mano de Cardboard, una plataforma de realidad virtual lanzada en 2014 y que hoy es la más importante del planeta.
«Cardboard es la plataforma numero uno de realidad virtual en el mundo con sobre 5 millones de usuarios alrededor del mundo, lo que la hace más grande que cualquier otra plataforma de VR. Parte de la razón para eso es que resulta muy barato, pues es de cartón, y que lo usas con cualquier smartphone que ya tengas», explica Lockheimer.
Y mientras el entretenimiento parece ser la fuerza dominante en este segmento, otras áreas de la industria podrían beneficiarse directamente del desarrollo de nuevas experiencias en VR.
«Hay muchos escenarios disponibes. Lo bueno de esto es que es un espacio tan nuevo que todos vamos a terminar aprendiendo y explorando y experimentando hasta ir encontrando nuevos casos de uso«, dijo.
El ejecutivo cree que el potencial de Cardboard en el futuro es enorme, pero todavía incierto considerando que esta historia recién comienza a escribirse, y nadie sabe bien dónde podríamos terminar con esta plataforma.
«En 2008, cuando se lanzó el primer dispositivo Android, nadie sabía realmente qué íbamos a hacer con nuestros smartphones. Al pasar el tiempo descubrimos nuevas formas de utilizarlos y eso es lo que pasará con la realidad virtual», explicó.
No es ningún secreto que Google está impulsando su propio ecosistema de internet de las cosas. Cuando esto sea una realidad masiva, quien ponga los estándares y las reglas será el que domine un potencial de miles de millones de dispositivos conectados. Y la gran G ya está trabajando en eso desde el equipo de Lockheimer.
«De las cosas más importantes en la internet de las cosas es que la enorme cantidad de dispositivos disponibles sea capaz de descubrirse uno al otro y conversar, porque podríamos tener numerosos aparatos conectados, pero si no se pueden descubrir y conversar entre ellos no tiene sentido alguno su conexión.
Durante Google I/O 2015 la compañía lanzó un lenguaje común para propiciar esta conexión entre diferentes dispositivos de diversos fabricantes. Denominado Weave, es una forma para comunicarse sin importar el OS que corran los aparatos conectados, creando terreno para que todos convivan bajo el paraguas de Google.
«Una vez que tienes esto, surgen innovaciones. Puedes tener aplicaciones y servicios sobre esto, conectando estas cosas y creando nuevas experiencias interesantes», explica el ejecutivo, asegurando que seguirán fuertemente el camino de la inversión para consolidar esta visión y generar un ecosistema mayor.
Pero esto no se puede hacer sin seguridad. «Es muy importante, y creemos que debe haber una forma de actualizar estos dispositivos en terreno también, y no sólo por seguridad sino que también para lograr nuevas funciones», concluyó.
Hace ya un año Telefónica y Microsoft han venido invirtiendo en Cyanogen, una plataforma de Android alternativa que busca ofrecer una experiencia consistente de uso de este sistema operativo sin que eso implique tener a Google en medio. La figura es interesante para la gigante telco porque de esa forma puede recuperar su posición dominante al mando del negocio alrededor de lo que Android ofrece.
Telefónica invirtió — y falló rotundamente — hace algunos años en Firefox OS, plataforma móvil de Mozilla que fue lanzada durante el MWC de 2013, y que fue impulsada con servicios de valor agregado por todo el músculo logístico de la española en muchos mercados donde tiene operaciones, todo con el fin de convertirse en el tercer ecosistema tras Android y iOS.
El discurso con que César Alierta — Presidente de Telefónica — presentó esta nueva plataforma no escatimó en frases para demostrar que con esto buscaban dejar de ser un facilitador del negocio de las grandes compañías, de los OTT y de todo aquel que monetiza a lo grande sin que las operadoras puedan hacer nada para tomar algo del dinero que generan sobre su infraestructura.
Tras el fracaso de Firefox OS, hoy en día la realidad es menos confrontacional y combativa, pero tiene un mejor aspecto de cara al futuro. Telefónica y Microsoft definieron invertir fuertemente en Cyanogen durante el MWC de 2015, y han seguido trabajando todo un año para propiciar una alianza que deje a Google fuera de la foto, e igualmente entregue aparatos Android con los que sus clientes puedan aprovechar servicios y aplicaciones que — de una u otra forma — entreguen el control al operador, monetizando más allá de la simple conexión de datos y rentabilizando sobre una infraestructura de costo millonario que subvenciona a los grandes jugadores.
Lockheimer no está muy preocupado de esta situación.
«Hoy estoy enfocado en crear buenos productos para nuestros usuarios así que no he puesto atención; pero, para nosotros es importante llegar a la mayor cantidad de usuarios posible, y si hay innovación encima de Android le damos la bienvenida. Por ejemplo, Microsoft Office está disponible en Android y me parece genial. Google tiene Google Docs que compite con ellos, pero desde el punto de vista de Android es importante tener Office», comentó.
La figura cambia un poco cuando Google es dejado fuera de la foto.
«Obviamente queremos estar ahí, pero tenemos que competir y la gente tiene que querernos a nosotros en medio. Todo se resume a opciones, y si la gente puede crear formas novedosas para generar dinero, me parece que es genial. Desearíamos que sea con nosotros, con Google Play, con aplicaciones nuestras y fabricantes que ofrezcan equipos Android con los servicios de Google, pero -de nuevo- la competencia es algo muy bueno», explicó.
«No estoy seguro de lo que está haciendo Cyanogen, Telefónica y Microsoft, pero estoy seguro que está bien, porque que haya gente ganando dinero con Android es bueno«, concluyó Lockheimer.
Lockheimer tiene claro que el futuro de los smartphones está en la innovación — aunque no sea obvia a primera vista — y en las experiencias que nos ofrecerán, y asegura que esto no es sólo una responsabilidad de Google.
«Definitivamente hay espacio para innovación, pero la innovación aparece en diferentes formas. También creo que está bien que cierta innovación esté relacionada con el ecosistema de dispositivos, pero mientras en el lado del software mucha de la innovación ocurre de la mano de las aplicaciones que los usuarios descargan, en el lado del hardware hay innovación que está asociada a los accesorios que la gente compra», comentó Lockheimer.
«La combinación de estas cosas crea nuevas experiencias. En muchos casos muchas de estas innovaciones se mueven en distintas áreas: Hardware, software, aplicaciones, accesorios. Pero es la combinación de todas estas cosas lo que propicia la innovación», explica el líder de Android.
«Otra tema es enfocarse en alcanzar a más gente en el mundo. Cómo hacemos Android una plataforma o un set de dispositivos y servicios más adecuado para la gente en cualquier parte del mundo. Creo que es importante porque sí, tenemos 1400 millones de personas en el mundo, pero hay más gente en el mundo que esa cifra, y el acceso a la información es importante para cualquier persona», continuó el ejecutivo.
En eventos como Mobile World Congress, la agenda de Hiroshi Lockheimer se llena de reuniones con fabricantes, pero también con operadores grandes y pequeños. Esto le permite captar de primera fuente los requerimientos que cada continente, cada país y cada caso específico tiene en su mercado.
«Me junto con todos ellos y averiguo qué es interesante en cada país. No cada país es igual, así que así aprendemos y trabajamos juntos para mejorar Android«, aseguró.
«Una de las principales filosofías de Android es que ‘lo mismo no sirve para todos’. Hablamos mucho de elección, y eso es lo que realmente es importante de cara al futuro, a los próximos 1000 o 2000 millones de personas. No todos quieren la misma cosa. No todos pueden pagar la misma cosa. No a todos le gusta lo mismo. Creo que la diversidad es buena y creemos que es una parte importante de lo que ha hecho exitoso a Android hasta ahora. Nos verán impulsando eso en el futuro», concluyó.