En un reciente webinar organizado por 5G Americas, José Otero, Vicepresidente de 5G Americas para América Latina y el Caribe, destacó la importancia de que las autoridades de la región estén atentas a los cambios y tendencias internacionales. Prepararse para el nuevo entorno multisectorial será clave para mantener marcos regulatorios ágiles y fomentar la innovación, adaptándose a las realidades de la sociedad de la información y la economía digital.
Enfrentando los desafíos de la rápida evolución tecnológica en los últimos años, las autoridades encargadas de desarrollar políticas públicas y regular las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe tienen la oportunidad de tomar decisiones innovadoras para reducir las brechas de conectividad en la región. La transformación de los marcos regulatorios se vuelve vital para evitar la multiplicación de las brechas digitales y el surgimiento de nuevas barreras para el desarrollo en las comunidades.
Instrumentos de referencia para la evolución regulatoria
Durante el webinar, Carlos Lugo, líder Regional de Desarrollo de Capacidades de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en Américas, presentó dos herramientas de referencia de la UIT para orientar a los reguladores de los países miembros: el ICT Policy Tracker (Monitor de Políticas TIC) y el G5 Benchmark (Marco de Referencia G5).
Estas herramientas permiten identificar el nivel de evolución de los marcos regulatorios en términos de conectividad y desarrollo digital. El ICT Policy Tracker clasifica los marcos regulatorios en generaciones, mientras que el G5 Benchmark evalúa el grado de transición hacia una regulación centrada en un ambiente digital colaborativo e integrado, abarcando mercados abiertos e interdependientes.
La evolución de los marcos regulatorios en generaciones
Lugo explicó en el webinar que la primera generación del ICT Policy Tracker se enfoca en la regulación de monopolios públicos antes de la liberalización del mercado. La segunda generación de regulación surge cuando se abren los mercados de telecomunicaciones y se inicia la privatización del sector.
La tercera generación marca la aparición de marcos regulatorios que promueven la inversión y la innovación, con organismos reguladores más independientes y un enfoque orientado al desarrollo del sector, la competencia y el acceso a los servicios. Muchos países aún se encuentran en esta tercera generación debido a la falta de reformas integrales alineadas con los objetivos de desarrollo económico y social. En este punto, los marcos regulatorios modernos están enfocados específicamente en las telecomunicaciones.
El camino hacia la integración y colaboración digital
El G5 Benchmark, por otro lado, evalúa el nivel de transición de una regulación centrada exclusivamente en las telecomunicaciones y los operadores hacia un ambiente digital de colaboración e integración completa.
Perseverar en un enfoque aislado y compartimentado de los servicios puede tener costos enormes, tanto económicos como sociales, además de impactar la educación y el bienestar general de nuestras comunidades. Es fundamental que los marcos regulatorios evolucionen hacia un enfoque integral que promueva la colaboración y la integración en el entorno digital. Esto implica superar la visión fragmentada de los servicios y fomentar la interacción entre los diferentes actores del ecosistema digital, incluyendo a los proveedores de servicios, las empresas de tecnología, los reguladores y las comunidades.
La colaboración entre estos actores es esencial para impulsar el desarrollo de infraestructuras sólidas, la expansión de la conectividad y el acceso equitativo a los servicios digitales. Asimismo, un enfoque integral permite abordar los desafíos relacionados con la ciberseguridad, la protección de datos y la privacidad, garantizando así la confianza de los usuarios en el entorno digital.
Además, la integración de los marcos regulatorios con otros sectores, como la educación, la salud y el transporte, permite aprovechar todo el potencial de la economía digital para impulsar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de las personas en la región.
En este sentido, es necesario que las autoridades encargadas de la regulación de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe estén abiertas a la adopción de nuevas prácticas y modelos regulatorios que fomenten la innovación y la inversión. Esto implica establecer mecanismos ágiles de actualización normativa, que se adapten a los avances tecnológicos y a las necesidades cambiantes de la sociedad.
¿Cómo crees que se pueden mejorar los marcos regulatorios para promover la integración digital?