Como suele decir el dicho: acá hay gato encerrado. Desde el anuncio del Essential PH-1, el primer smartphone de la nueva empresa de Andy Rubin, lo único que hemos recibido han sido más interrogantes que confirmaciones.
Es decir, hace unos días dimitía Andy Fouché, Jefe de Comunicaciones de la firma en ese entonces; y ahora un nuevo directivo se suma a esta tendencia. Resulta ser que Brian Wallace, quien era el Vicepresidente de Marketing de Essential Co. hasta hace unos momentos, también renunció a su puesto y se fue de la firma.
Si consideramos todas estas idas en combinación con la tardanza de la distribución del Essential PH-1, las esperanzas con respecto a poder ver de manera oficial y de una vez por todas a este móvil se tornan cada vez más complicadas. Vamos, ¿No les parece raro estos acontecimientos de manera seguida?
Lo más irónico de todo es que la nueva casa del Sr. Rubin no sufre problemas económicos, o al menos no debería, ya que predispone de una inversión de más de 300 millones de dólares que él mismo realizó.
En otras palabras, parece ser que la compañía se encuentra en medio del mar nadando contra la corriente y sin salvavidas. Aún no se tienen los datos suficientes para poder sacar conclusiones y estipular qué está sucediendo en el interior de la empresa, pero más vale que comiencen a resolver los inconvenientes porque sino los (futuros) clientes se van a impacientar más y puede ser muy perjudicial para ellos. Como mínimo, tienen el deber de apresurarse en comenzar a distribuir las primeras unidades del teléfono, pero vaya uno a saber qué nos deparará el futuro en el corto plazo siquiera.
