El USB Type-C ha entrado al mercado de forma contundente, dejando en claro que es el actual estándar en transmisión de datos y carga de dispositivos. Esto, pese a ser el ciclo de la tecnología, ha traído más de una complicación a los usuarios.
Uno de los ingenieros de Google, Benson Leung, comenzó su propia cruzada para demostrar la baja calidad de la mayoría de los cables que se vendían en Amazon, pero comenzó a sorprender cuando demostró que algunos de los cables y cargadores que entregaban los mismos fabricantes de teléfonos no cumplían con los requisitos básicos de seguridad ni aseguraban cumplir el estándar para el cual fue creado.
Aquí es donde entra en juego el USB-IF (Implementers Forum), que han anunciado una nueva certificación para los cargadores que incluyan USB. Esto significa que, a partir de ahora, los cargadores que cumplan con las normas de esta entidad, tendrán un logo que los certifique.
Según lo que explican las autoridades de USB-IF, los cables USB Type-C pueden manejar 20V y hasta 100W, por lo que los cargadores deben regirse por estos mismos números. En caso contrario, el dispositivo podría verse dañado.
Sin duda que esta iniciativa motivará a los fabricantes a demostrar a los usuarios que sus cargadores cumplen con todas las medidas de seguridad, ya que nadie quiere ver un teléfono nuevo explotando gracias a un accidente evitable.