T-Mobile prepara el apagado gradual de gran parte de su red LTE, con planes de liberar la mayor parte de ese espectro para 5G SA hacia 2028. Según un documento filtrado por The Mobile Report, la operadora mantendría solo un canal LTE de 5 MHz activo hasta 2035, reservado para dispositivos heredados pero con rendimiento degradado.
El cronograma establece hitos importantes: a partir del 1 de enero de 2026, la activación de equipos LTE o 5G NSA requerirá una solicitud especial y aprobación del área de negocio. Aunque el plan inicial se enfoca en clientes corporativos, las mismas restricciones podrían extenderse a usuarios particulares en el futuro cercano.

La transición afectará principalmente a dispositivos antiguos, como wearables o smartphones de primeras generaciones 5G (2019-2020), que aún dependen de LTE para llamadas de voz. Si bien la mayoría de los equipos recientes ya soporta 5G SA, la operadora busca acelerar la migración hacia esta tecnología para optimizar su espectro.
T-Mobile asegura que los clientes podrán seguir usando LTE durante la próxima década, pero la experiencia se parecerá a los últimos años de 2G y 3G: más limitada y con posibles cuellos de botella. La compañía aún no ha comunicado los detalles al público general, por lo que el calendario podría ajustarse, como sucedió con el retiro de 3G.

