Ayer, Movistar presentó un nuevo documento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) solicitando detener la subasta de la red 5G. La petición de la compañía de capitales españoles apuntaba a los concursos de la banda AWS y 3,5 GHz. Hoy, la subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) presentó sus argumentos para rechazar la solicitud de la empresa.
Según la defensa de la cartera dirigida por Pamela Gidi, “la consultante (Movistar) señala que existirían supuestos nuevos antecedentes que justificarían que se acceda a su solicitud. El problema, sin embargo, es que esos nuevos antecedentes están lejos de ser tales, pues, en realidad, dichos antecedentes no son más que los aportes realizados por esta subsecretaría y por la Fiscalía Nacional Económica (FNE)”, argumenta.
La solicitud de la empresa, señala que la Subtel tuvo errores en el calculo para fijar los límites de espectro, ya que las empresas ganadoras de la subasta podrían superar dichos límites y seis meses después ajustarlos. La defensa de Subtel sostiene que la opción de ajustar los límites de espectro está incluido en la sentencia de la Corte Suprema y el TDLC en el caso de los máximos de espacios.
Ante los supuestos límites de espectro, que superaría Entel en la subasta de 3.5 GHz y Claro en la AWS, la autoridad sostiene que dichos “antecedentes son precisamente los que dan sentido y aplicación a la regla ordenada por la Excma. Corte Suprema e incorporada en las Bases relativa a la oportunidad de los ajustes”, el cual exige el reajuste seis meses después de aquello.
En su argumentación, la defensa de la Subtel sostiene que: “No hay nuevos antecedentes y los que hay carecen de mérito”. Además, “Movistar ya ha solicitado tres veces la suspensión de los Concursos Públicos 5G, siendo dicha petición rechazada por el Tribunal en todas y cada una de las oportunidades en que se ha solicitado”, sostiene.
Además, uno de los argumentos presentados por Movistar, y cuestionado por la Subtel, es una supuesta declaración de la subsecretaria Gidi. Sin embargo, esas palabras corresponden a una editorial del diario El Mercurio y no una opinión de la autoridad.
Fuente: Diario Financiero.
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