Ante la creciente competencia de redes de banda ancha satelital como Starlink, SES, con sede en Luxemburgo, ha anunciado la compra de Intelsat por 3.1 mil millones de dólares. Esta adquisición resultará en una empresa combinada que contará con una flota de alrededor de 100 satélites multi-tonelada en órbita geoestacionaria, situada a más de 36,000 kilómetros sobre el ecuador. Esta flota será más del doble de grande que la del siguiente operador comercial de satélites geoestacionarios más grande.
Aunque hay clientes grandes y consolidados, como las compañías de medios de comunicación y el sector militar, que continuarán adquiriendo capacidad de telecomunicaciones en satélites geoestacionarios, la demanda de los consumidores y algunos segmentos del mercado corporativo y gubernamental está creciendo hacia servicios proporcionados por constelaciones de satélites más pequeños y más cercanos a la Tierra.
La constelación de Starlink de SpaceX, que cuenta con más de 5,800 satélites activos en órbita baja terrestre, es la más grande de su tipo y ofrece ventajas significativas sobre los satélites geoestacionarios, incluyendo menor latencia debido a su proximidad al suelo y costos de producción masiva relativamente bajos.
Adel Al-Saleh, CEO de SES, destacó que la transacción expandirá significativamente la red espacial en múltiples órbitas de la compañía, su cartera de espectro, infraestructura terrestre global, capacidades de mercado, soluciones de servicio gestionado y perfil financiero.
Operadores históricos en órbita geoestacionaria como Eutelsat y Viasat han respondido a la nueva competencia mediante fusiones y adquisiciones, buscando integrar servicios GEO y LEO para mejorar su oferta de servicios.
La empresa combinada de SES e Intelsat ofrecerá cobertura sobre el 99% del mundo y proporcionará servicios a través de una gama de bandas de comunicación, incluyendo Ka-band, Ku-band, X-band, C-band, UHF y bandas seguras para uso militar. Al-Saleh mencionó que la red combinada les coloca en una posición única en el mercado para satisfacer las necesidades de sus clientes.
Intelsat, fundado en 1964 y conocido por ser el operador del primer satélite comercial de comunicaciones en órbita geoestacionaria, ha tenido un historial notable. Desde su privatización en 2001 hasta su salida de la bancarrota en 2022, Intelsat ha marcado pautas en la industria.
La adquisición está prevista para cerrarse en la segunda mitad de 2025, sujeta a aprobaciones regulatorias. Ambas empresas anticipan un crecimiento continuo, particularmente en el sector de comunicaciones comerciales con el gobierno de EE. UU., y no anticipan obstáculos regulatorios significativos.
¿Cómo crees que esta fusión entre SES e Intelsat influirá en el panorama global de las telecomunicaciones por satélite y su competencia con las nuevas tecnologías como Starlink?
