Prefacio:
Estimado(a) lector(a), si has leído mi biografía al final de cada nota, sabrás que soy estudiante de Periodismo en la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
Como soy fanático de la tecnología y es esa área del periodismo en la cual me quiero especializar, trato que todos mis trabajos universitarios apunten a eso, y creo que es algo que muchos de mis profesores y compañeros se han dado cuenta, debo tenerlos aburridos de hecho, jajaja.
Hago esta pequeña introducción para contarte que hoy, gracias a mis compañeros de Pisapapeles, quise hacer algo distinto y compartir contigo una de mis investigaciones realizadas para la universidad, específicamente para la cátedra de Periodismo fotográfico: el fenómeno selfie.
Para muchos, puede ser un simple hashtag que está ahí, entre los trending topics mundiales o una que otra publicación en Instagram, pero ¿qué significan? ¿por qué nos hacemos selfies? eso y mucho más espero abordar en la siguiente investigación, la cual ya fue publicada en la página de la carrera.
Espero que el texto sea de tu agradado y podamos establecer un debate en torno a este verdadero fenómeno social…
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La fotografía, a lo largo de la historia, ha tenido distintos usos y aplicaciones según quien las captura: inmortalizar un momento, informar, denunciar, o simplemente decorar, pero todas ellas llegan a una misma intención: comunicar.
La comunicación y la fotografía siempre han estado estrechamente relacionadas, porque las imágenes capturadas siempre transmiten mensajes, ya sean denotativos o connotativos para los receptores.
El avance de la tecnología y de la fotografía, como disciplina misma, han logrado que las aparatosas cámaras análogas fueran reemplazadas con dispositivos de bolsillos, como cámaras compactas e incluso celulares.
Ya no es necesario ser un experto para tomar una cámara. Todo es más sencillo, cualquiera puede agarrar una y comenzar a fotografiar. Esto, sumado a la aparición de las redes sociales, los usuarios comunes y corrientes, comenzaron a registrar su mundo y compartirlo en Internet.
Pero no fue hasta 2013, en la entrega de los premios Óscar, cuando la actriz y animadora Ellen DeGeneres, sacó su Samsung Galaxy Note 3 y capturó una de las imágenes más populares de los últimos años, un autorretrato junto Meryl Streep, Julia Roberts, Brad Pitt, entre otros actores, dando inicio al fenómeno selfie, una verdadera moda que se tomó las redes sociales.
Actualmente, miles de personas toman este tipo de fotografía, sin embargo, pese a carecer de elementos técnicos como una cámara profesional o conocimientos sobre fotografía, le otorgan un significado y buscan comunicar algo en cada captura.
Las selfies no son simples fotos ¿qué busca este verdadero fenómeno social? ¿De dónde surge? en este trabajo haré el intento de hacer una completa radiografía a este fenómeno fotográfico – social para contestar dichas preguntas.
Un poco de historia:
En verdad las selfies siempre han existido, de hecho, la primera fotografía de este tipo, fue capturada en 1839 por el fotógrafo estadounidense Robert Cornelius.
Años después, la tendencia de Cornelius fue masificándose entre quienes poseían una cámara y comenzaron a tomarse fotos frente al espejo.
Son destacables los registros de la duquesa Anastasia Nikoláyevna de Rusia, quien como cualquier adolescente actual, enviaba selfies a sus amigos en 1914. Sin embargo, la palabra selfie fue utilizada por primera vez en 2002, cuando un usuario la utilizó en un foro australiano para la descripción de su fotografía.
Gracias al poder de la Internet, el término se masificó, logrando en 2013, la denominación “palabra del año” por los diccionarios de la Universidad de Oxford, aunque este premio tiene complicidad con lo sucedido en la ceremonia de los premios Óscar ese mismo año, cuando la animadora y actriz Ellen DeGeneres se toma una selfie junto diversos actores, convirtiendo la fotografía en lo más compartido por redes sociales y un momento épico del evento.
Gracias a esto, se desata un verdadero fenómeno en las redes, donde miles de personas comienzan a compartir parte de sus vidas a través de las selfies. Fotos de lugares, juntas con amigos, o simplemente muecas, son algunas de las cosas que podemos encontrar si buscamos selfie en portales como Facebook, Twitter o Instagram, pero ¿qué significado tienen?.
Ahondando en el significado:
Aunque para muchos parezca absurdo, la moda selfie ha sido un fenómeno digno de analizar por muchos estudiosos, principalmente psicólogos y sociólogos.
Según Jordi Busquet, Doctor en Sociología y profesor de la Universidad Ramón Llull en España, este fenómeno responde a la necesidad de “hacerse ver” en la sociedad y ostentar la vida del individuo, acentuándose más gracias a la presencia de las redes sociales.
A partir de lo que dice Busquet, es posible pensar que las selfies son una forma de marcar presencia dentro de la sociedad y buscar aceptación de sus miembros en las redes. A través de los comentarios, likes, follows, retweets, etc. se logra una gratificación para el individuo, un efecto placentero, que lo hace sentir valorado por la sociedad.
Por otro lado, la revista rusa Slon, postula que existen otras teorías que explican este fenómeno, entre ellas, la idealización del sujeto. En este caso, cualquiera puede modificar una fotografía o capturar algo inverosímil a nuestro gusto, en pos de crear un personaje: el “yo mejorado”.
Para el mundo de la Psicología, las selfies son importantes en la detección de patologías mentales, incluso, aseguran que la excesiva exposición de la vida privada en las redes sociales, pueden significar problemas de autoestima en el sujeto.
Aunque claro, lo expuesto anteriormente, corresponde a las situaciones extremas, porque también están las selfies capturadas para fines recreativos, para recordar momentos o para compartirlas con familiares y amigos, las cuales están lejos de ser algo negativo.
La tecnología, cómplice del fenómeno
El fenómeno selfie tiene una clara dependencia de la tecnología, ya que, por ejemplo, sin las redes sociales y los smartphones, su popularidad no habría sido la misma.
Lo cierto es que las selfies, en su mayoría, no son capturadas por cámaras profesionales, sino que por la cámara frontal de los celulares y el mercado se ha adaptado a esta tendencia, creando dispositivos especiales para este tipo de fotografía.
Destacan, el Sony Xperia C3, con una cámara frontal de cinco megapíxeles con flash LED, el Oppo N1 con una cámara giratoria (en 270º) de 13 megapíxeles y la serie Galaxy A de Samsung, teléfonos dotados de cinco megapíxeles en sus modelos.
Pero junto la aparición de los smartphones especializados en selfies, surgen los monopod, un bastón que nos permitirá extender una cámara o celular hasta casi cien centímetros, para que capture una mayor cantidad de elementos.
Fue durante el verano pasado que estos accesorios se popularizaron, de hecho, no era raro verlos en distintos balnearios o atracciones turísticas, sin embargo, ya se están prohibiendo en algunas partes del mundo. Por ejemplo, en Inglaterra, algunos de los equipos de fútbol locales tienen prohibido los monopods en sus estadios, por ser un potencial elemento de agresión.
Finalmente, las fotografías capturadas por los dispositivos, van a parar a diversas redes sociales. Destacar entre ellas Instagram, una red social perteneciente a Facebook y especializada en fotografías. Para hacernos una idea, actualmente cuenta con más de 300 millones de usuarios en todo el mundo y el hashtag “selfie” arroja casi 260 millones de fotografías diarias.
Conclusión:
El fenómeno selfie responde a la cualidad narcisa del ser humano, la necesidad de mostrarnos, compartir lo que tenemos, pero principalmente ser el centro de atención, el protagonista, el “ser alguien” dentro de la sociedad.
Quizá esta moda no tiene importancia para el fotoperiodismo, pero si es importante en otras ramas como la sociología y psicología, porque es relevante para comprender y analizar el comportamiento del ser humano.
Al fin y al cabo, es un movimiento que nos afecta a todos y que irá evolucionando, adaptándose, según avances de las cámaras, los teléfonos, el Internet y las redes sociales.