Samsung espera ganar más de 4.000 millones de dólares con las ventas del iPhone X

Hay un dicho que suele decir los que se pelean, se aman, y por lo visto Samsung y Apple son un ejemplo práctico de ello. Por todos es conocido que estas dos organizaciones tienen un largo y tedioso historial de demandas judiciales y demás acusaciones; pero al mismo tiempo son socios estratégicos en más de un sentido.

En esta rara historia de odio y aprecio mutuo también hay ganancias. Y me refiero a ganancias materiales y económicas, nada de sentimientos. Al menos eso es lo que dejó entrever un estudio realizado por la firma Counterpoint Technology colocando sus resultados en un artículo del The Wall Street Journal.

Según lo arrojado en este informe, por cada iPhone X que la firma de Cupertino vaya a vender en los próximos 20 meses, es decir, a partir de su disponibilidad en el mercado desde el 3 de noviembre del presente año, Samsung obtendrá una ganancia directa y bruta de 110 dólares.

Se estima que Apple logrará entregar unas 130 millones de unidades del smartphone mencionado en el párrafo anterior en esos meses indicados, lo cual se traduce en un beneficio para firma surcoreana que sobrepasaría los USD $4.000 millones.

La razón principal de este provecho se debe a que la organización oriental es la principal proveedora de ciertos componentes del iPhone X, como ser el único fabricante que les da las pantallas OLED y el más importante de los chips NAND.

En contraposición, Samsung lograría distribuir unos 50 millones de Galaxy S8 durante esos mismos veinte meses mencionados anteriormente, pero aquí ganaría 202 dólares por cada aparato, dado que ellos mismos son sus propios proveedores de multitud de componentes — como los ya citados displays y chips NAND.

Si las previsiones no fallan, estos dos gigantes serán las dos compañías con mayor rentabilidad en el mundo una vez finalizado el 2017.

Por otro lado, es menester recalcar y recordar que Apple ya se encuentra estableciendo estrategias para acortar esta dependencia monótona con Samsung.

Por un lado, apuesta por Japan Display para obtener paneles tanto LCD como OLED, además de adquirir la planta de chips de Toshiba en combinación con Bain Capital. Veremos si en la próxima generación del iPhone X la firma surcoreana seguirá gozando de este mismo enriquecimiento impresionante facilitado por su mayor rival, o no.

Fuente: MacRumors
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