Hace más de 2 meses que el ente regulador de telecomunicaciones ruso, Roskomnadzor, obligó a Telegram a entregar las llaves del cifrado de los chats. Esto significaba que el gobierno ruso podía espiar todas las conversaciones. Todo esto porque un atentado fue coordinado usando la aplicación de mensajería.
Telegram se negó rotundamente, lo que llevó a que el gobierno ruso intentara bloquear los servicios, fallando parcialmente. Para lograr bloquear por completo el servicio, se debe prohibir el acceso a rangos de direcciones IP del servicio. Pero Telegram las cambió constantemente, evadiendo parcialmente los bloqueos. Roskomnadzor bloqueó más de 20 millones de direcciones tanto de servicios de Google como de Amazon.
El resultado
Esto no solo provocó que algunos ciudadanos quedaran sin conexión a los servidores de Telegram. Otros servicios que estaban dentro de dichos rangos también sufrieron bloqueos, siendo un daño colateral a esta medida. Servicios como clases online de inglés y concesionarios de Volvo no pudieron operar normalmente porque los accesos a las plataformas o servicios estaban bloqueados por Roskomnadzor.
Telegram continúa operando casi con normalidad. Y si no, el uso de VPN permitía acceder nuevamente. Hasta ahora. El nuevo actuar del gobierno ruso es atacar a los intermediarios: los VPN y proxy. Estos eran el último recurso contra el bloqueo del servicio por lo que cada vez se está haciendo más difícil utilizarlo.
Por último, ya no es sólo Telegram el que está en la mira. Viber, otro servicio de mensajería podría correr la misma suerte. Esto si no entrega las llaves de cifrado al gobierno ruso.
