Un nuevo caso que atenta contra nuestra privacidad ha sido desvelado por el Consejo Noruego del Consumidor (NCC, por sus siglas en inglés), una acusación que cae directamente en FitnessKeeper –y en su aplicación para Android, Runkeeper–, la cuál estaría rastreando a sus usuarios y enviando información a publicistas localizados en los Estados Unidos.
La NCC acusa a FitnessKeeper de violar las leyes Europeas de protección de datos, esto tras haber descubierto en un estudio que ellos realizaron, que la aplicación en cuestión recolecta datos aún cuando el teléfono está inactivo. Dichos datos posteriormente son enviados a Estados Unidos, específicamente a una empresa de publicidad llamada Kiip.me.
Susodicho estudio tenía como objetivo inspeccionar los Términos y Condiciones de veinte aplicaciones diferentes, y corroborar dicha información con los permisos que la aplicación pide para poder funcionar (y que dicho sea de paso, la NCC destaca de mala manera la gran cantidad de permisos que ésta requiere).
A pesar de que este Consejo quiere tomar acciones en contra de FitnessKeeper, esto podrá ser poco probable, debido a que dicha empresa no cuenta con subsidiarias en Europa, y por lo tanto, ésta no podrá ser sancionada bajo las leyes Europeas.