Review Sifu

Cuando Sifu fue presentado hace ya más de un año, a muchos nos llamó la atención su maravilloso combate inspirado en el arte marcial, sumado a un estilo de arte, que si bien es bastante simple, se veía espectacular. Así es como vimos un montón de trailers que no iban más allá de estos combates coreográficos que no nos contaban mucho.

Pero una vez lanzado, no esperaba que este beat em’ up del estudio Sloclap me fuera a sacar un par de canas gracias a su dificultad y obvio, error mio, las artes marciales son cosa seria y Sifu se encarga a la perfección de transmitir esas sensaciones.

Título
Sifu
Consola
PlayStation 5
PC
Desarrollador
Sloclap
Fecha de lanzamiento
8 de febrero de 2022

El argumento de Sifu es un poco básico, pero no por eso menos interesante. Estamos ante un protagonista al que, en el prólogo, un grupo de cinco artistas marciales asaltan la academia de su padre, asesinando a ambos en el proceso, pero gracias a un misterioso talismán el protagonista revive y su objetivo ahora es claro, tras muchos años busca cobrar venganza de este grupo de peleadores.

Al inicio del juego nos enteramos que estos cinco artistas marciales eran, en realidad, ex estudiantes de la academia del padre que se encontraban en busca de un secreto marcial desconocido, pero que les fue negado por el padre del protagonista. Luego de ocho años, estos sujetos son los líderes de diferentes zonas de la ciudad, por las que deberemos de ir avanzando para recuperar el control y por supuesto, derrotarlos.

Está claro que Sifu es un videojuego de acción, pero pese a eso, no es el típico juego de acción en el que podemos elegir libremente cómo avanzar, explorando a veces, y en donde al final, pese a no hacer las cosas de la mejor forma, logramos avanzar igual. Aquí estamos obligados a jugar bien, deberás aprender paso a paso para poder seguir avanzando y esto lo transforma en una experiencia no muy relajante, siendo muy desafiante y por ende, no hay selección de dificultad.

El sistema de combate es fenomenal y frustrante por varios motivos, pero el más llamativo está relacionado con esta historia, ya que debido al talismán que nos revivió en un comienzo, con cada muerte y resurrección que tengamos en la venganza –que te aseguro, serán muchas– el protagonista envejece.

De esta forma, con cada muerte, el personaje se hace más fuerte pero también más lento, por lo que si morimos demasiado, el juego se volverá más difícil y ahí está la clave de aprender, para poder pasar los niveles muriendo la menor cantidad de veces posible y no agotar la utilidad de este talismán, que si se rompe, nos obligará a reiniciar los niveles con cada muerte. 

El protagonista comienza con 20 años, y si llegamos al límite de 70, deberemos volver a empezar el nivel. Lo bueno es que una vez que alcanzamos cada nivel, podemos empezarlo cuantas veces queramos, no como en un roguelike, en los que tenemos que volver prácticamente al inicio con cada muerte.

En el combate es clave estar concentrado, aprender los patrones de ataque de los enemigos, aprender a defenderse usando las técnicas para esquivar, bloquear y contraatacar, y por supuesto, siempre adaptarse a cada situación como buen artista marcial. Habrá muchos casos en los que estaremos rodeados de enemigos y habrá que pegar un par de patadas por un lado y un par de combos por otro para poder rematar a alguien, por lo que ponerse a machacar botones no sirve de nada. Aquí hay que pensar. 

También es clave el uso de los objetos que vayamos encontrando en los escenarios, los cuales nos ayudarán a eliminar rápidamente a algunos oponentes, aunque no podemos depender siempre de estos, ya que si hacemos eso, podremos perder el hilo de los combos ejecutados y terminar perjudicando nuestro avance, ya que Sifu es demasiado castigador con el jugador y un par de errores significa la muerte.

Por si no quedara claro, Sifu es un juego que está fuertemente influenciado por el cine de Hong-Kong y eso queda demostrado en cada combate, al poder utilizar técnicas de remate que ofrecen animaciones fluidas y muy bonitas en plena batalla, tal y como ocurre en la serie Batman Arkham o en Spider-Man. Además, se ven potenciadas por el buen uso de la respuesta háptica del control DualSense, lo que hace que en Sifu sea super satisfactorio pelear. 

Otro de los puntos destacables de Sifu es el diseño de sus niveles, cada uno de ellos dominado por uno de los antagonistas. A lo largo de los niveles deberemos explorar para enterarnos de aspectos importantes de la historia del juego, desbloquear nuevas rutas y por supuesto, para ir recopilando información con el fin de descubrir la identidad y el paradero de cada uno de los jefes. 

Al igual que ocurre con el sistema de combate, es importantísimo ir conociendo los niveles para evitar elevar el contador de muertes y que nuestro protagonista no envejezca tan rápido. 

Y de cierta forma, es algo que da gusto hacer porque el estilo artístico del juego es muy bonito y está excelentemente bien logrado, tanto en su acabado poligonal, su iluminación y paleta de colores, que hacen que el juego se vea como una constante pintura, pero también en los detalles que se pueden apreciar en los sujetos que habitan cada nivel, que están directamente relacionados con el carácter del líder respectivo. Es un juego que se siente vivo y eso siempre da gusto.

Finalmente, no todo es color de rosa y Sifu es un juego que, si bien es un excelente inicio para PlayStation en este 2022, no es perfecto. Más allá de las frustraciones que se pueden generar debido a su sistema de combate y dificultad, es un poco tedioso que el juego tarde lo que tarda en iniciar cada nivel, y que las secuencias se tengan que repetir cada vez que entramos en acción tampoco ayuda mucho a esta posible frustración. A veces, este tipo de cosas dan aún más ganas de romper el control.

Sifu es un juego que vale la pena experimentar porque ofrece un tipo de acción y dificultad que la industria ha dejado un poco de lado –más allá de los Souls, claro está–, esa dificultad que hace que te sientas muy realizado después de unas 10 horas de juego. Pero además, si eres un aficionado de las películas y cultura de kung-fu, se vuelve un imprescindible porque es un verdadero juegazo