Review Samsung Galaxy Z Fold 2

El mercado de los teléfonos plegables aún no se ha disparado lo suficiente en ventas como para generar expectativas en los usuarios y que dejen de ser dispositivos de un pequeño nicho. Y es que bueno, la primera generación de dispositivos –incluido por supuesto el Galaxy Fold original–, dejaban harto un poco que desear en su construcción y diseño, existiendo un gran margen de mejora para próximas generaciones. Desde ya te digo que el Galaxy Z Fold 2 tiene todo para popularizar este formato, aunque seguimos estando ante tecnología nueva, y por lo tanto, bastante cara.

Con solo mirarlo por primera vez, uno se puede dar cuenta que el Galaxy Z Fold 2 es un teléfono tremendamente bien construido, con un diseño y construcción que deja mal parado a cualquier plegable, y con pantallas que dan cuenta de que la tecnología detrás de las pantallas plegables tienen mucho que ofrecer en el futuro próximo.

En su interior, tenemos todo lo que le podemos pedir a un teléfono de gama alta premium del año 2020, es decir, un procesador Qualcomm Snapdragon 865, 12 de memoria RAM y almacenamiento de sobra para cualquier usuario, y una batería que promete un día entero de duración. 

¡Vamos a ver si vale la pena el Galaxy Z Fold 2!

Dimensiones
Cerrado: 159.2 x 68.0 x 16.8 mm.
Abierto: 159.2 x 128.2 x 6.9mm
Peso: 282g
Pantallas
7.6” Dynamic AMOLED 2X (22.5:18) Infinity Flex (2208×1768)
6.2” HD+ Super AMOLED (25:9) (2260×816)
Cámaras
2x 10MP Cámara frontal
12MP Gran angular
12MP Ultra gran angular
12MP Telephoto
Hardware
Procesador: Qualcomm Snapdragon 865
12GB RAM
256GB de almacenamiento
Batería: 4500 mAh
Conectividad
5G,LTE, Wi-Fi, Bluetooth 5.0, NFC, USB-C y GPS

Hardware y pantallas

El diseño y construcción es parte fundamental de la buena sensación a la mano que genera este plegable, ya que no solo es un salto tremendo respecto a lo que habíamos visto anteriormente, sino que es un dispositivo que se siente sumamente premium en todo momento, utilizándolo con la pantalla plegada o desplegada.

No cabe duda que Samsung se ha tomado en serio la posibilidad de que a futuro veamos este tipo de teléfonos siendo diseñados por distintos fabricantes y en distintas gamas, incluyendo a Apple. El teléfono se siente futurista, a pesar de las limitaciones de su grosor y su peso de 282 gramos, que no está tan mal como podría parecer, siendo solo 80g más pesado que el Galaxy S20 Ultra. Estos dos dispositivos son bastante parecidos ya que ambos incorporan los mejores materiales que ofrece Samsung en el mercado.

La parte trasera está fabricada en vidrio Gorilla Glass 6, mientras que la pantalla de la cubierta está fabricada en Gorilla Glass Victus, el vidrio más resistente de la empresa. Por otra parte, el teléfono en color negro es bastante sensible a las huellas digitales, por lo que en ese sentido, me ha gustado el Fold 2 en color Mystic Bronze.

La parte que más llama la atención de su hardware es su bisagra, la cual ha sido completamente rediseñada respecto a la versión anterior para ahora permitir un ajuste en el ángulo que nosotros queramos, al igual que ocurre con un laptop, aunque abrir y cerrar el Fold siempre es una acción que requiere ambas manos. La integración de algún tipo de mecanismo que permitiera abrir el teléfono con un botón beneficiaría mucho su usabilidad, sin embargo, cabe destacar que abrir y cerrarlo tiene su grado de satisfacción, como abrir y cerrar unos AirPods.

Cuando el teléfono está cerrado, existe un pequeño espacio entre las dos partes del dispositivo que le hacen perder algo de esa buena apariencia que tiene un teléfono plegable y que lo hace ver más grueso de lo que ya es. Ojo, el grosor es un problema de teléfonos plegables con pantallas flexibles, ya que la bisagra tiene que ser de un tamaño considerable para poder doblar la pantalla, algo que no pasa en el concepto que ofrece el Surface Duo, por ejemplo. 

Este grosor tampoco ayuda mucho a utilizar el dispositivo al estar cerrado, ya que además es muy alto y resulta demasiado difícil utilizarlo con una mano, incluso para mi que tengo las manos bastante grandes. Después de haberlo usado unos cuantos días, me he quedado pensando que abrir y cerrar el dispositivo de forma horizontal sería una mejor opción para la usabilidad de la pantalla exterior, ya que sería más fácil llegar a la parte superior, y el contenido no se vería tan mal como se ve en algunas aplicaciones debido a lo angosta que es la pantalla que nos presenta el Z Fold2.

En el resto del hardware encontramos un gran módulo de cámaras que hace imposible que el teléfono quede plano en una superficie y que en el papel ofrecen mucha versatilidad; sumado a parlantes estéreo en la parte superior e inferior, USB-C para la carga y un lector de huellas ubicado en el botón de encendido, el cual en algunas ocasiones resulta un poco incómodo de utilizar debido a su posición y su tamaño. Me siguen pareciendo mucho mejor los sensores de huellas ubicados en la parte trasera, porque el dedo va apoyado en esa parte de forma natural.

Pero claro está que nuestro protagonista destaca por su pantallas, las cuales permiten transformar al Galaxy Z Fold 2 en una tablet, que debo decir, es bastante entretenida de utilizar aunque en la calle llama bastante la atención, como si de utilizar un auto caro se tratase.

Pantallas

Como bien debes saber, el Galaxy Z Fold 2 cuenta con dos pantallas que significan un salto sumamente importante respecto a las pantallas que presentaba la versión anterior. La externa debido a su tamaño, el cual ocupa simétricamente la cubierta delantera, y la plegable, la cual recibe soporte para una tasa de refresco de 120Hz y pasa de tener un gigantesco notch a solo una cámara frontal en la parte derecha. 

La pantalla externa de la versión anterior era, por decir lo menos, una verguenza debido a su tamaño, pero con el Galaxy Z Fold 2 estamos ante un panel con tecnología Super AMOLED de 6.2 pulgadas, que si bien sigue estando allí como un panel secundario que se usa para ocasiones puntuales, ahora se ve mucho bien y es algo más usable. Digo “algo” porque las dimensiones del teléfono siguen siendo las mismas y la pantalla externa es muy angosta y alta, por lo que su formato de 25:9 no es algo normal de utilizar. En la parte superior tiene una cámara en formato punch-hole.

Pero sin duda que la principal atracción del Fold2 es su pantalla interior, la cual cuenta con una resolución de 2208×1768 y tecnología Dynamic AMOLED 2X y su tamaño alcanza las 7.56 pulgadas. Además, la pantalla plegable tiene soporte para HDR10+ y una tasa de refresco de 120Hz que no hacen más que mejorar la experiencia respecto a otros plegables. Es que las altas tasas de refresco ya deberían ser una obligación en teléfonos de gama alta.

El formato tablet está bien logrado, debido a que es una pantalla sin bordes, utilizar un panel así de grande en cualquier situación no se vuelve algo incomodo como si ocurre al utilizar una tablet en la calle, que para ser sincero, es algo un poco raro de ver. Aunque claro está que estamos ante una tecnología nueva y en activo desarrollo, lo que implica algunos contras.

La pantalla tiene una grieta en su parte media que se puede ver y sentir claramente, aunque no me ha parecido algo que manche la experiencia ni mucho menos. Esta grieta solo es visible si no la miramos de frente, y como el usuario del Fold siempre está mirando desde el frente, no es un inconveniente que debas considerar para saber si compras el Fold o no.

Por otra parte, la pantalla sufre mucho de las molestas huellas dactilares por el hecho de tener una cobertura de plástico en su capa más externa, a pesar de que Samsung nos diga de que este es una pantalla de vidrio. La pantalla se ve y se siente plástica, aunque no tiene nada de malo. La pantalla de Galaxy Z Fold 2 es espectacular

Software, rendimiento y uso

Samsung ha tenido que realizar muchas modificaciones en el sistema para que funcione de una manera poco frustrante tanto en el “modo teléfono” con la pantalla externa, como en el “modo tablet” de la pantalla interna plegable. En escencia, estamos ante Android 10, con todas las novedades que este sistema tiene. 

Estas modificaciones se deben básicamente, a que Google no ha sabido adaptar la interfaz de Android a las tablets, sino que ha centrado sus esfuerzos en potenciar los Chromebooks como las nuevas tablets Android y de alguna forma ha abandonado este formato en su SO móvil. Esto ha generado que el soporte de aplicaciones y desarrolladores interesados, dejen un poco que desear.

Por si cabía alguna duda, el sistema se mueve de forma super fluida, sin ningún tipo de lag o ralentizaciones que pueden estropear la experiencia al utilizar la multitarea, gracias a que posee lo mejor en cuanto a especificaciones técnicas que puede tener un teléfono del año 2020 e incluso tenemos soporte para 5G, pero todos sabemos que hace rato que las especificaciones no son lo más importante. Hay algunos juegos que soportan los 120Hz, pero muchos aún no tienen soporte para eso, por darte un ejemplo.

Samsung ha implementado una especie de “pestaña” que está anclada en el costado de la pantalla que permite acceder a las apps que nosotros queramos de manera rápida, dándonos la posibilidad de dividir pantalla fácilmente e incluso crear grupos de aplicaciones para que se abran al mismo tiempo y en formato dividido. Es decir, podemos elegir abrir Documentos, Notas y YouTube con un click, por nombrar algunas, pero la cosa es que las posibilidades de productividad aquí son mayúsculas.

También podemos seleccionar algunas aplicaciones para que aparezcan de forma emergente en la pantalla utilizando burbujas, tal y como lo ofrece Android 11 y hace mucho tiempo Facebook Messenger. Esto es super útil si utilizas harto la calculadora, el traductor u otras apps de acciones rápidas.

Por otra parte, al igual que con el Fold original, existe continuidad en las aplicaciones que nosotros queramos entre ambas pantallas, por lo que si estamos utilizando una aplicación en la pantalla externa, solo debemos abrir el dispositivo para seguir usando esa aplicación en la pantalla de 7.6 pulgadas sin perdernos de nada en el intento.

Además, existen algunas aplicaciones que sacan mayor provecho de la pantalla cuando está puesta en formato “laptop”, es decir, en 90 grados, como lo son YouTube o la Galería. Este “modo Flex” nos permite, por ejemplo, ver un video en la parte de arriba, mientras en la parte de abajo ver los comentarios, o tener el teclado en la parte de abajo mientras vemos un documento en la parte de arriba. 

Pero como ya les comentaba, lamentablemente, el soporte de aplicaciones desarrolladas para tablets en Android deja que desear y en la mayoría de aplicaciones son solo versiones reescaladas de las aplicaciones que usas en el teléfono, lo que se ve un poco feo. Aunque las más importantes no están tan mal. El tema es que incluso hay algunas aplicaciones que aún no se adaptan para funcionar en cualquier tamaño de pantalla y el ejemplo más claro de esto es Instagram, la cual se ejecuta con unos bordes de relleno a sus costados –bueno, en el iPad es aún peor– y hay algunas pocas otras que tampoco tienen soporte para cambiar automáticamente su tamaño cuando cerramos y abrimos el Galaxy Z Fold 2.

No está demás decir que ver videos y consumir diferentes aplicaciones de streaming y juegos en el Z Fold 2 es una maravilla, ya que su pantalla interior está pensada para sacarle el máximo provecho a esos servicios, además los parlantes suenan realmente bien ofreciendo un sonido que no está enfocado en fuertes bajos, si no que en la claridad de los sonidos, aunque por ahí es un poco fácil taparlos con la mano debido a la posición en la que se encuentran cuando tomamos el teléfono para jugar o ver videos. 

Por último, he echado mucho de menos soporte para el S Pen debido a que cuando estás usando el Z Fold 2 se asemeja mucho a una libreta, y tener un lápiz para controlar una pantalla grande es de bastante utilidad. Entiendo que esto puede deberse a que es más difícil implementar la tecnología de los stylus en pantallas plegables, pero sin duda que es un punto a considerar en el futuro de este formato.

Cámaras

Si vamos al grano, las cámaras me han decepcionado porque por este precio uno espera lo mejor y al parecer Samsung ha querido ahorrarse unos dólares o unos wones surcoreanos. Para mi sin duda que son el aspecto menos llamativo del Galaxy Z Fold 2. 

Las cámaras no pasan desapercibidas debido a su abultado diseño, el cual no encuentro que se justifique debido a la calidad de sus fotos, las cuales obviamente no son horribles, de hecho, se ven super bien de día, pero cuando vamos a capturas más difíciles, de noche o con poca luz, tomar fotografías se vuelve más difícil y ese efecto satisfactorio de point and shoot que te da un Pixel o un iPhone, o incluso quizás un Galaxy S20 Ultra –que no he probado–, desaparece.

La cosa es que tenemos cinco cámaras en total. Una selfie en cada pantalla y tres en la parte trasera. Ambas cámaras frontales son de 10 MP con una apertura f/2.2 y un ángulo de visión de 80°. Mientras que su módulo de triple cámaras principales corresponde a tres sensores de 12 MP, un gran angular, un ultra gran angular y un telefoto. El tema es que debido a es que estamos ante un plegable, podemos usar cualquiera de estas cámaras para tomarnos selfies.

La calidad de las fotos está bien, las típicas fotos con colores saturados y con harto brillo que ofrecen los teléfonos de Samsung, e incluso es una cámara super versátil, pero de noche deja un poco que desear, sobre todo cuando usamos la cámara selfie para grupos o queremos capturar algo más que un bonito paisaje de día. A continuación te dejo una serie de ejemplos.

En cuanto a la grabación de vídeo, el teléfono es capaz de grabar hasta en 4K a 60fps, quedándose corto respecto a la posibilidad de grabar en 8K que ofrece el S20 Ultra o el Note20 Ultra.

Batería y carga

El Galaxy Z Fold 2 cuenta con una doble batería que en su totalidad, alcanzan los 4500 mAh. En el papel está por sobre muchos teléfonos del mercado, pero también lejos de las tablets, por lo que la autonomía podría quedarse corta si utilizas mucho la pantalla plegable y poco la externa.

Siempre depende del uso, yo siempre he logrado llegar al final del día con alrededor del 10%, y normalmente me ha dado entre 5 a 6 horas de pantalla encendida. El uso la mayor parte del tiempo ha sido utilizándolo desplegado en casa y mientras camino por la calle o hago acciones rápidas, con la pantalla externa. No es una maravilla, pero tampoco está tan mal.

Para cargar el Fold podemos utilizar el puerto USB-C ubicado en la parte inferior o bien posarlo en un cargador inalámbrico. Ambas opciones son rápidas con los cargadores correctos, aunque en la caja solo se incluye la opción del cable. También es posible cargar otros dispositivos con el estándar Qi usando la parte trasera del Galaxy Z Fold 2.

¿Vale la pena?

Si lo que realmente quieres es tener una tablet que entre en tu bolsillo, sin duda que la mejor opción en el mercado es el Galaxy Z Fold 2, el cual significa un salto importante respecto a la primera versión en prácticamente todos los apartados, siendo lo más notables, su refinado diseño y sus pantallas, las cuales son las que este tipo de productos se merecen. Aunque aún posee un par de problemas importantes. 

El factor forma de la pantalla externa sigue siendo un problema debido a lo angosta que es, por lo que me ha parecido difícil de visualizar en movimiento y a pesar de que significa una mejora tremenda si lo comparamos al primer Fold, sigue siendo muy pequeña su interfaz. Además, la pantalla plegable se siente poco aprovechada en muchas apps, ya que la mayoría de aplicaciones solo son versiones gigantes de las apps existentes en teléfonos y muchas apps no cuentan con una interfaz optimizada para tablets. Sin duda que hay mucho por trabajar a nivel de software, pero pienso que está en el camino correcto en cuanto a plegables.

Con el Galaxy Z Fold 2 me ha pasado que se siente como manejar un auto lujoso, y es que los 2 millones que cuesta el teléfono no son por nada. En la calle llama bastante la atención y no existe mucha variedad de carcasas, por lo que hay que tener bastante cuidado. Si a eso le sumamos que es un dispositivo que funciona mejor usándolo con dos manos, en ocasiones he terminado cansado de utilizarlo.

Y precisamente el precio es donde radica su principal problema, ya que por el precio que pagarías por este teléfono puedes comprarte un teléfono que probablemente sea más cómodo y que incluso tengan mejor cámara, y además, puedes adquirir un iPad, el cual no tiene competencia en el mercado de las tablets. Pero bueno, es verdad es que súper bacán tener ambas cosas en el bolsillo.

Si te gusta probar tecnología nueva y buena –y tienes el dinero, obvio–, es una excelente compra. A mi me cansa un poco, y bueno, tampoco tengo la plata.

Lo bueno
Hardware y diseño
Pantalla
Rendimiento
Conectividad 5G
Lo no tan bueno
Software al debe en formato tablet
Cámaras