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Review: probando en verano el aire acondicionado inverter Midea Breezeless 12k

Introducción

En noviembre del año pasado publicamos en Pisapapeles la primera parte de este review, centrado en cómo se comportaba el aire acondicionado Midea Breezeless 12k durante los meses más fríos del año.

En ese momento, quedamos bastante satisfechos con su rendimiento como sistema de calefacción: es silencioso, eficiente, y con un sistema de distribución de aire bastante interesante. Pero, como lo mencionamos en ese artículo, faltaba la segunda parte de esta prueba: ¿cómo se comporta este mismo equipo en pleno verano santiaguino?

En este análisis revisaremos esos puntos, pero antes de partir, una vez más agradecemos a nuestros amigos de Midea Chile quienes nos facilitaron esta unidad para poder probarla.

Comencemos:

La unidad y funcionamiento general

Como mencionamos en el review anterior, este Midea Breezeless 12k fue instalada en una pieza de aproximadamente 12 m² ubicada en el segundo piso de una casa, con una orientación hacia el poniente, lo que significa que es un verdadero horno durante las tardes de verano.

El sistema como tal está compuesto por un split modelo MSCB1BU-12HRFN8-BL y un condensador MOX103-12HFN8-BL. En el siguiente artículo, pueden ver cómo se instala un aire acondicionado:

Una de las características más distintivas del split es su sistema de doble deflector con pequeños orificios, el cual permite distribuir el aire sin generar esas molestas ráfagas directas que muchos ACs suelen emitir. Este diseño es la base del sistema Breezeless, que busca entregar un flujo de aire más envolvente y menos invasivo.

En cuanto al control, el equipo puede manejarse desde un mando tradicional — con pantalla retroiluminada y botones para cambiar modo, temperatura y velocidad —, o desde la app SmartHome de Midea. Esta última permite controlar el aire acondicionado de forma remota, programar horarios, monitorear el consumo energético, revisar la vida útil del filtro y hasta integrarse con Google Home para ocupar comandos por voz.

Si buscan saber con más detalle el funcionamiento del control y de la app, pueden leer el análisis de uso invierno.

Midea Breezeless 12k: uso en verano

Antes de entrar de lleno en su rendimiento durante el verano, vale la pena recordar por qué opté por una unidad de 12.000 BTU en lugar de una más pequeña.

Aunque en teoría una unidad de 9.000 BTU habría sido suficiente para los 12 m² de mi dormitorio, la ubicación en un segundo piso, la orientación poniente y las altas temperaturas que se alcanzan durante las tardes hacían necesario contar con mayor potencia para lograr una climatización efectiva.

Ya en invierno, el Midea Breezeless 12k había demostrado una excelente capacidad para calentar rápidamente el ambiente sin generar tanto ruido, gracias a su sistema inverter y al modo sin briza. En verano, este diseño cobra aún más sentido, ya que permite mantener mi dormitorio fresco sin que el aire frío me golpee directamente.

Durante los días más calurosos de enero y febrero, el equipo fue capaz de enfriar completamente la pieza en menos de 15 minutos, dependiendo del horario y del nivel de exposición solar. Además, en las horas cuando el sol da directamente sobre la fachada, el aire lograba mantener una temperatura agradable sin forzar demasiado el compresor, resultando en un nivel de ruido bastante bajo.

Una vez más el modo Breezeless volvió a ser mi favorito, pues como he mencionado antes, lo que hace es disipar esas corrientes de aire “duro” tan comunes en los aires acondicionados. Esto se agradece especialmente si estás trabajando o descansando cerca del split, ya que evita esos golpes de aire frío que usualmente son super molestos.

Además, la ubicación de la unidad en sí — justo sobre la cama y paralelo a la puerta — permitió que no solo se enfriara la pieza, sino también parte de la sala de estar del segundo piso, lo que obviamente es un gran plus en estas fechas.

Costos

En verano, por lo general el consumo de un aire acondicionado de este estilo suele ser menor que en invierno, esto por la naturaleza propia de un AC — para enfriar, “solamente” extrae el calor del ambiente; mientras que para calentar, debe generar energía térmica adicional para elevar la temperatura del aire. Este proceso suele requerir más esfuerzo del compresor, especialmente en días más fríos donde la diferencia térmica es mayor.

Además, los patrones de uso igual cambian en comparación a la temporada más fría. En el verano por lo general uno sale más, o pasan periodos mucho más prolongados fuera de casa por efecto de las vacaciones.

También en mi caso, realmente no necesito tener el AC prendido en la mañana porque no hace tanto calor (y el sol no pega hacia mi dormitorio a esas horas), esto a diferencia del invierno en donde uno por lo general quiere mantener una temperatura estable a casi cualquier hora del día.

Dicho lo anterior, podemos hacer el mismo ejercicio de la vez pasada. El costo por kilowatt-hora por supuesto que varía por sector, por lo que los costos que menciono aquí son netamente referenciales. En mi caso, durante estos meses ha estado en $214 por kWh.

Mi uso de “verano” partió en noviembre del 2024, con un consumo declarado de 35.69 kWh ($7.638). En diciembre, la unidad reportó 13,09 kWh ($2.801); en enero de 2025, 28,76 kWh ($6.155); febrero cerró con 18,87 kWh ($4.038); y en marzo el registro fue de 6,72 kWh ($1.438). Nada mal.

Ahora, debo mencionar que los consumos que muestra la aplicación son aproximados, y como tal, deben ser tomados como referencia.

Puedo hacer un análisis super simplista: si comparo un mes en donde se usaron los ACs de manera intensiva contra uno en donde prácticamente no se usaron (por ejemplo, enero versus abril), la diferencia en el consumo de electricidad en mi casa queda en alrededor de 250 kWh. Asumiendo que al menos 200 son relacionados al uso de los aires acondicionados, el promedio me da unos 66.7 kWh por equipo.

Insisto, el análisis es super simplista y obvia distintos factores como la eficiencia energética de cada equipo o el uso que se les da a las otras máquinas. Obviamente que el consumo real es menor. Si tuviera que dar una cifra conservadora, este Midea Breezeless 12k consume entre un 25 y un 50% más que lo que la app declara.

Conclusiones generales del Midea Breezeless 12k

Habiendo podido probar este Midea Breezeless 12k en las dos principales temporadas en las que uno suele utilizar estos equipos — invierno y verano —, la verdad es que no tengo mucho más que agregar sobre lo ya mencionado en la primera parte del análisis de este aire acondicionado.

Esto es, que la unidad es excelente, y cumple a cabalidad su propósito: enfriar o calentar mi pieza y todo el segundo piso de mi casa de manera rápida y eficiente, reemplazando así a los ventiladores y estufas que usábamos para esos propósitos.

Lo cierto es que en verano sí que no hay dudas: tener un AC de este estilo es superior a prácticamente cualquier ventilador para enfriar el ambiente de una habitación, especialmente si se trata de esos veranos secos y extremadamente calurosos que son propios de Santiago.

Mención honrosa al sistema breezeless y a lo silencioso que es el sistema en general, que en estas fechas resultaron aún más útiles para esas típicas noches en donde el calor no daba tregua.

En invierno, un aparato de este estilo sí tiene mayor competencia: las estufas a parafina, y por sobretodo, las míticas estufas a leña (aunque al menos en la capital están prohibidas), hacen un muy buen trabajo para calentar un espacio de manera rápida. Donde sí gana es en el tema de la contaminación y los olores — si es que está bien mantenida, claro está. En los costos, quizás a largo plazo, también le dan la ventaja al aire acondicionado en estas fechas.

Sí, la inversión inicial es bastante alta — en el caso de esta unidad en particular, actualmente está a $529.990 en la Midea Store + Instalación entre 200.000 y 250.000—, pero lo cierto es que para estar cómodos en un lugar como Santiago, cuyas temperaturas son relativamente extremas, pues sin dudas que vale la pena.

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