Nintendo nos sorprende con un título protagonizado por la Princesa Peach luego de casi dos décadas desde su última aventura en Nintendo DS con Super Princess Peach. Y esta vez, el juego tiene como objetivo el poder encantar a los más pequeños del hogar con un título colorido, lleno de transformaciones y con mucha acción.
La Princesa Peach, como nunca antes
Todos sabemos que Peach es la reina del Reino Champiñón, pero lo que muchos no saben es que también es un as del combate, una excelente cocinera, y hasta una ninja con habilidades descomunales. Y este título comienza con Peach siendo invitada al gran Teatro Destello: una mansión de varios niveles y escenarios poblada por los Theets y en la que aparentemente se desarrollan varias obras diferentes a la vez.
Sin embargo, no pasa mucho tiempo antes de que una malvada hechicera llamada Madame Grape haga acto de presencia. Ella le arrebata la corona a Peach y se apodera del teatro con sus secuaces. El juego hace debutar a nuestra pequeña asistente Stella, junto a quien vamos a tener que interactuar en los escenarios, realizando actuaciones en diferentes temáticas y transformar el teatro de nuevo a su gloria.
A partir de ahí, tendremos que aventurarnos en distintas obras de teatro, donde vamos a poder hacer de una Peach espadachina, cocinera, ninja, sirena, resolvedora de misterios y hasta patinadora de hielo. Todo con el objetivo de ayudar a los Theets.
Todas las obras hacen alarde de una habilidad distinta. Tendremos que luchar con espadas, decorar pasteles, participar de una carrera estilo viejo oeste o resolver misterios escondiéndonos de nuestros enemigos. Todas las obras están muy bien logradas, y dan la sensación de que verdaderamente estamos en una obra teatral.
En total, son 10 las obras distintas, cada una con tres fases que se desbloquean a medida que avanzas en el juego. La estrella de cada una de estas obras, llamada Sparkla, ha sido capturada, y Peach debe asumir su papel. El Teatro Sparkle está dividido en cinco pisos, cada uno de las cuales alberga cuatro fases que hay que completar antes de seguir avanzando. Además, tenemos un sótano donde vamos a tener aventuras más difíciles para loberar a las Sparklas.
Las obras se pueden dividir generalmente en fases basadas en la acción y fases basadas en puzles. Esta es una aventura centrada 100% en Peach, dándole brillo propio como la protagonista que merece ser.
Jugabilidad
La jugabilidad del título es sencilla, incluso con las diversas transformaciones que tienen lugar en el vestuario de Peach. Solo tenemos que hacer uso de los botones de salto, acción y pose, lo que hace a Princess Peach Showtime! de un juego fácil de simplemente agarrar y jugar.
Será que simplemente haremos uso de dos botones principalmente. Suficiente para realizar las etapas sin ningún tipo de sobresalto, ni tampoco siendo demasiado exigentes con las habilidades que se nos piden.
No será demasiado frecuente ver una pantalla de Game Over, pues su dificultad no es para nada alta. Los enemigos se moverán hacia Peach con bastante lentitud cuando tienes que enfrentarte a ellos, y las amenazas son en su mayoría son de bajo nivel. Algunas batallas contra jefes pueden ser más complicadas, pero en términos de dificultad, no estamos ante un gran desafío aquí.
Eso, en todo caso, está bien, Princess Peach: Showtime! no busca ser un juego difícil ni está destinado a jugadores veteranos y expertos. Más bien, apuesta por el encanto y personalidad de nuestra protagonista más que por cualquier otra cosa.
El juego se ejecuta basado en Unreal Engine, y Princess Peach: Showtime! tiene como objetivo alcanzar los 30FPS estables. Lamentablemente, no lo consigue. Tanto en escenas, como en las secuencias de transformación, y otras secciones del juego sufren caídas de fotogramas. En general estas caídas no afectarán en demasía al juego, pero si son lo suficientemente notables como para restarle valor a un juego que busca destacar justamente en este apartado.
Atuendos por doquier
El principal punto de venta del título son definitivamente las transformaciones. La idea será dejar atrás el paradigma de la Princesa Peach como una regente en apuros a quien tienen que salvar otros personajes. Este juego nos permite mostrar su verdadero poder y versatilidad en un entorno basado en la historia.
Será emocionante descubrir cada nuevo atuendo, para descubrir las nuevas habilidades que están presentes durante el juego. Cuando te transformas en una espadachina, repostera, vaquera, ninja o sirena, no es sólo un cambio de traje de Peach. Acá se le da identidad y compromiso a la princesa.
Tanto la forma en que se mueve, como sus animaciones y su comportamiento en general cambian para adaptarse al personaje que interpreta, y el escenario está preparado para algunas escenas que quedarán en nuestra memoria.
Los atuendos nos permitirán realizar distintas acciones. Algunas tienen mucha acción como la Peach espadachín o la Peach Ninja. Otros ambientes son más calmados como cuando tenemos a la Peach pastelera o Peach detective.
La propia Peach es una gran protagonista. Mientras, Stella habla directamente al jugador y a Peach a través de grandes cuadros de texto fáciles de leer. Dicho esto, el juego hace tan buen uso de la narración ambiental, la banda sonora y el expresivo lenguaje corporal que incluso los jugadores que aún no sepan leer no tendrán problemas para seguirlo.
Princess Peach: Showtime, entonces, será una buena opción para aquellos que quieran recomendar un juego innovador a los miembros más jóvenes de la familia. Lamentablemente, el juego carece de un modo de dos jugadores. Esto habría sido interesante si pensamos que nuestra acompañante Stella brilla con colores propios durante la historia.
Cada fase del juego puede completarse en menos de media hora, y muchas de las mismas serán mucho más cortas que eso. Una vez terminadas las tres fases de una obra, se abre un final en el sótano del Teatro Sparkle, que suele ser la mejor parte, pero también más corta de cada obra.
Incluso, vamos a poder personalizar la manera en la que Peach enfrenta cada obra teatral mediante la compra de vestidos en la tienda de regalos del teatro.
Conclusión
Princess Peach: Showtime! es un título que sin dudas está destinado a los más pequeños del hogar. Y eso no tiene por qué ser algo malo. No todos los juegos tienen que tener un nivel alto de desafíos ni secciones donde sintamos que la curva de aprendizaje se vuelve muy cuesta arriba.
El juego introduce de gran manera las partes de una obra de teatro, dándonos 2 partes dentro de la misma.
En general, el juego es bastante corto. En total, me tomó unas 7-8 horas completarlo, aunque hay algunos añadidos después que terminamos la campaña principal del juego para mantener la diversión un poco más larga. No es un juego difícil, pero sí es un juego encantador, y está claro que eso es lo que pretendía Nintendo.
Nintendo ha decidido darnos una nueva aventura de Peach luego de casi 2 décadas, y esta vez, han logrado que la princesa brille con luces propias. Los más chicos del hogar quedarán encantados con el juego, a pesar de que gráficamente tenga algunos impedimentos, o su historia no sea la más compleja.
Princess Peach: Showtime! en definitiva, sabe lograr muy bien los objetivos que la empresa japonesa tiene en mente. No es para todos los jugadores, pero su nicho de ventas estará más que satisfecho con la compra de este nuevo juego.
Existe también una demo en la eShop donde puedes jugar con las primeras dos transformaciones de la princesa. Allí podrás ver si el título te convence o no antes de decidir si quieres comprarlo.
Ojalá, y de todo corazón, no tengamos que esperar 20 años más para un nuevo juego de una de las princesas favoritas de Nintendo. Pues Princess Peach: Showtime! nos ha mostrado que Peach puede brillar con colores propios, y no siempre tiene que ser un personaje secundario en el mundo de Mario.
Puedes comprar el juego desde la eShop aquí.
Lo que nos gustó
- Variedad de atuendos distintos
- Personajes cautivantes
- Peach brilla con colores propios
- Historia muy bien contada
Lo no nos gustó tanto
- Duración más bien corta
- Su dificultad es más bien baja
- Caídas de fotogramas más frecuentes de lo que nos gustaría