Doce años después de la llegada de Pokémon X y Y, Game Freak regresa a Kalos con una propuesta audaz: Pokémon Legends: Z-A, una entrega que se atreve a romper con las convenciones de la saga principal y que, por primera vez, sitúa toda la acción en una sola ciudad. Luminalia, el corazón urbano de Kalos, se transforma en el escenario de una aventura que mezcla nostalgia, innovación y una buena dosis de riesgo creativo.
Luminalia es un gran corazón, aunque a veces vacío
Desde el primer momento, Z-A deja claro que no es un juego tradicional. La narrativa gira en torno al Team MZ, un grupo de entrenadores que busca mantener la paz en Luminalia mientras enfrentan el fenómeno de la Mega Evolución descontrolada.
Esta premisa, aunque sencilla, se enriquece gracias a un elenco de personajes bien definidos, con motivaciones diversas y una dinámica grupal que recuerda a las mejores historias de compañerismo en la franquicia. Urbi, Muni, Barbara y Acris no solo acompañan al jugador en misiones principales, sino que aportan profundidad emocional y humor, haciendo que cada interacción se sienta significativa.

Uno de los mayores aciertos de Pokémon Legends: Z-A es precisamente su enfoque narrativo. Para los fanáticos de X y Y, Z-A funciona como una especie de secuela espiritual, repleta de referencias, revelaciones y momentos que apelan directamente a la nostalgia. La historia se despliega con ritmo y coherencia, y aunque no alcanza niveles de complejidad narrativa como otros RPGs contemporáneos, logra mantener el interés gracias a su ambientación y personajes.
Luminalia, por su parte, ha sido completamente rediseñada. Lo que antes era una ciudad circular que se recorría en menos de media hora, ahora es una metrópolis vibrante, con múltiples zonas, niveles verticales y secretos por descubrir. Sin embargo, esta expansión viene con matices. Aunque la ciudad es visualmente más rica, si llega a sentirse vacía y restrictiva en varios casos.

Y es que a pesar de los esfuerzos por mantener una alta tasa de fotogramas en la Switch 2, la ciudad carece de vida: los NPCs son escasos, las animaciones siguen siendo rígidas y hay una sensación de artificialidad que impide que Luminalia se sienta como un ecosistema real.
Nuevo sistema de Combate
El cambio más radical de Z-A está en su sistema de combate. Game Freak abandona el formato por turnos y apuesta por batallas en tiempo real, donde el jugador debe moverse activamente, esquivar ataques y coordinar movimientos con su Pokémon. Esta mecánica, inspirada en parte por Legends: Arceus, se lleva al siguiente nivel.
Ahora, ataques como Lanzallamas o Hojas navajapueden ser evitados si el jugador reacciona a tiempo, y habilidades defensivas como Proteccion requieren precisión milimétrica para evitar ataques enemigos. El resultado es una experiencia más dinámica, cinematográfica y, en muchos casos, más desafiante.
No obstante, esta innovación también podría generar divisiones. Mientras algunos celebran la fluidez y el espectáculo de los combates, otros extrañarán la estrategia pausada del sistema clásico.

Además, la eliminación por completo de las habilidades resta profundidad táctica, algo que los jugadores más competitivos van a lamentar si o si. A pesar de ello, el nuevo sistema es un paso atriesgado, pero necesario para revitalizar la franquicia.
La exploración también ha cambiado en Pokémon Legends: Z-A. Aunque Luminalia ofrece múltiples zonas, la estructura del juego guía al jugador por rutas predefinidas, lo que reduce la sensación de descubrimiento.
Es básicamente como estar en un gran parque temático como Disney o Universal, donde cada área está cuidadosamente diseñada para mostrar una variedad de Pokémon. Pero sin permitir una verdadera libertad de exploración.
A esto se suma la mecánica de los ciclos de día y noche, que aunque aportan variedad, pueden volverse repetitivos por las animaciones obligatorias al cambiar de horario. Aunque puedes pasar del día a la noche simplemente sentándote.
Ahora, la verdadera acción está durante la noche, y es que aquí se activa el Z-A Royale, un torneo urbano donde los entrenadores compiten por puntos que les permiten ascender de rango, desde Z hasta A.
Esta modalidad introduce elementos de sigilo y estrategia, ya que iniciar el combate sin ser visto otorga ventajas. Además, las tarjetas de bonificación añaden desafíos específicos que multiplican las recompensas, como usar ciertos tipos de ataques o infligir estados alterados.

Y aunque esta mecánica aporta frescura, algunos jugadores podrían sentir que las batallas están demasiado ligadas al progreso narrativo, lo que limita la competitividad real del torneo.
Otro aspecto destacado son las Mega Evoluciones. Z-A recupera esta mecánica con fuerza, introduciendo nuevas formas para Pokémon que antes no contaban con ellas, como Dragonite y Hawlucha.
La recolección de Piedras Mega y los combates contra jefes en formato raid aportan momentos de verdadera tensión y estrategia. Estas batallas, que combinan elementos de Arceus, Pokémon GO y Scarlet/Violet, son las más desafiantes del juego, obligando al jugador a pensar cuidadosamente en su equipo y tácticas, y varias de las luchas de este tipo serán bastante difíciles tanto de predecir como de vencer.
La variedad de Pokémon disponibles es amplia, y el juego incentiva el cambio constante de equipo. Ya no basta con sobre entrenar al inicial para superar todos los desafíos. Ahora es necesario adaptar la estrategia según el tipo de Mega Evolución enfrentada. Esto obliga al jugador a explorar más zonas, entrenar nuevos Pokémon y tomar decisiones difíciles, como dejar atrás a sus favoritos por opciones más efectivas.
Gráficamente impecable, y musicalmente excelso
En cuanto al rendimiento técnico, Pokémon Legends: Z-A es lo que debió ser la serie desde hace años. En la Switch 2, el juego corre a 60 fps estables, sin caídas ni problemas de carga. Incluso, las pantallas de carga son tan rápidas que no da tiempo de leer los consejos.
Esta mejora es especialmente notable tras los problemas de Scarlet/Violet, que fueron duramente criticados por su pobre optimización. Sin embargo, a pesar del rendimiento impecable, el apartado visual sigue siendo limitado.
Eso sí, las texturas, los bordes irregulares y las animaciones genéricas de los personajes humanos dan una sensación de bajo presupuesto que contrasta con el potencial económico de la franquicia.

Musicalmente, estamos nuevamente ante un soundtrack excelente, con tonadas que logran transmitir las mismas sensaciones de hace más de 20 años. Cada música de batalla logra poner los pelos de punta y erizar la piel.
Conclusión
En resumen, Pokémon Legends: Z-A es una entrega valiente, que se atreve a romper moldes y ofrecer una experiencia distinta. Su narrativa sólida, personajes entrañables y sistema de combate renovado lo convierten en una propuesta refrescante.
Pero también es un juego que sacrifica exploración, profundidad táctica y realismo urbano en favor de rendimiento y accesibilidad. Para los veteranos, es una carta de amor a Kalos; para los nuevos, una puerta de entrada a una saga que sigue evolucionando.

Y aunque no es perfecto, Z-A demuestra que Game Freak está dispuesto a escuchar, experimentar y, sobre todo, arriesgar un poco más.
Pokémon Legends: Z-A está disponible en la eShop con un precio de CLP $81.990.

