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Review Lost Soul Aside

Tras casi diez años de espera, Lost Soul Aside llega finalmente a PlayStation 5 y PC.

Lo que en 2016 parecía un sueño imposible para Yang Bing —un proyecto indie con un tráiler que sorprendió a muchos— hoy es una realidad gracias a la fundación de UltiZero Games y el apoyo de Sony y China Hero Project.

Sin embargo, el juego que comenzó como un ambicioso proyecto inspirado en Final Fantasy y Devil May Cry refleja tanto esta ambición, como las notorias limitaciones que posee.

Estamos ante un hack n’ slash con un combate espectacular, que brilla en este sentido, pero que se ve completamente opacado por una historia muy poco inspirada, un diseño de niveles repetitivo y un acabado técnico que deja mucho que desear.

Título
Lost Soul Aside
Consola
PlayStation 5
PC
Desarrollador
UltiZero Games
Fecha de lanzamiento
29 de agosto de 2025

Historia y personajes

El juego abre con una premisa prometedora e inspirada en clásicos RPG como Final Fantasy VII. Tenemos un imperio opresor que utiliza tecnología alienígena, una rebelión que opera en los barrios bajos de la ciudad y un protagonista, Kaser, que busca venganza.

Sin embargo, la trama no tarda mucho en convertirse en otra cosa distinta a esa premisa: se convierte en una misión genérica en la que el protagonista, tras adquirir poderes, debe salvar al mundo reuniendo fragmentos de cristal de alma a través de diferentes dimensiones.

Los personajes secundarios apenas tienen peso narrativo y todos ellos caen en clichés previsibles, como la mujer joven que en verdad tiene cientos de años o compañeros que actúan como simples adornos. A diferencia de juegos como Bayonetta o Devil May Cry —juegos en los que claramente está inspirada su propuesta de combate—, estos personajes carecen de humor y personalidad para hacer más interesante la historia.

Esto se agrava con unas actuaciones de voz en inglés de muy bajo nivel (es muy recomendado jugarlo en japonés o chino) y animaciones faciales que no están a la altura en algunos momentos.

Diseño de niveles y exploración

El diseño de niveles refleja los altibajos del desarrollo de Lost Soul Aside. Aunque los escenarios naturales como bosques, desiertos o las zonas nevadas son visualmente agradables y bien diseñados, su función se limita a ser pasillos hacia el próximo combate.

En los mapas no hay secretos ni recompensas que inviten a la exploración; los cofres solo contienen materiales para el sistema de progresión, que es complicado y poco práctico, ya que obliga al jugador a reasignar manualmente sus componentes y no ofrece una forma fácil de preparar el personaje para las debilidades elementales de los enemigos antes de una batalla importante, algo fundamental en un juego de este estilo.

Para más remate, tras cada capítulo aparecen secciones de dimensiones paralelas con entornos muy poco trabajados, que pueden llegar a durar más de una hora. Estas áreas se rellenan con puzzles repetitivos, como mover objetos flotantes o usar un arma específica para romper escudos, y la verdad es que parece contenido que se utiliza solo para alargar la campaña, ya que no ofrecen ningún desafío.

Esto está complementado con secciones de plataformeo que aportan una pausa entre combates, pero se sienten muy básicas y pueden llegar a ser frustrantes debido a su duración y también al propio movimiento del personaje fuera del combate, que se siente poco trabajado y responsivo —algo que tiene que ser excelente en juegos de plataformas—. Cero valor agregado.

Y en verdad no tengo nada en contra de la linealidad en los juegos; de hecho, muchos de mis juegos favoritos en la historia son lineales, pero esta linealidad se tiene que adornar con cosas que aporten a la experiencia, ya sea narrativamente o a nivel de gameplay.

Lost Soul Aside, en sus trailers, me recordaba mucho a Final Fantasy XVI, uno de mis juegos favoritos de los últimos años. Son juegos similares, que se enfocan en su combate y con misiones lineales, pero a pesar de ello, sí que contaba con un mundo muy completo en todo sentido, con personajes interesantes y mapas abiertos que podíamos explorar en busca de desafíos que iban más allá de la campaña principal en términos de dificultad. No era perfecto, pero la propuesta de combate estaba bien acompañada.

Combate y gameplay

Cuando la espada de Kaser entra en acción, Lost Soul Aside se transforma. El sistema de combate es uno de los más vistosos y satisfactorios del género y probablemente el único motivo por el que este título destaca.

La base está en el encadenamiento de combos que sorprende desde los primeros combates y que se vuelve especialmente entretenido a mitad del juego, cuando se desbloquean la mayoría de habilidades y las cuatro armas disponibles.

Cada arma tiene un estilo propio: la espada estándar es equilibrada, el mandoble es más lento y potente, la alabarda ofrece un gran alcance y la guadaña permite controlar a múltiples enemigos al mismo tiempo. Se pueden combinar ataques ligeros y pesados, desbloquear más movimientos en sus árboles de habilidades y, como en todo buen hack n’ slash, puedes alternar entre armas en medio de un combo.

El sistema incorpora las mecánicas de parry, que es bastante exigente con el timing, y una esquiva perfecta que recuerda al “witch time” de Bayonetta. Esto está acompañado de animaciones fluidas, efectos de partículas espectaculares y una agilidad de combate que rivaliza con los mejores títulos del género.

Sin embargo, a pesar de lo bien que se ve, el combate no logra recompensar la mejora del jugador. No existen contadores de combo ni sistemas de clasificación que incentiven al jugador a mejorar su estilo de juego o los combos que realiza. Incluso las batallas contra jefes —que debo destacar que son impresionantes y llenas de espectáculo audiovisual— se sienten largas y mecánicamente simples, dando la impresión de que son más difíciles de lo que realmente son.

Por último, en las últimas horas de juego, el desafío comienza a diluirse, al igual que las ganas de terminar el título. La repetición de enemigos y la abundancia de ítems curativos hacen que los combates pierdan tensión y dificultad.

Gráficos, sonido y rendimiento

Visualmente, Lost Soul Aside es un logro notable para un equipo tan pequeño como UltiZero Games. El juego alcanza una sorprendente fidelidad gráfica y transmite muy bien la sensación de escala en sus escenarios. Llama la atención que, a pesar de estar desarrollado en Unreal Engine 4 y no en UE5, su apartado visual sigue siendo uno de sus puntos más fuertes.

Sin embargo, esta calidad no siempre es consistente y el resultado final se siente atrapado entre dos generaciones. Mientras que algunos efectos de iluminación y escenarios naturales lucen espectaculares, otros elementos —como los modelos de personajes secundarios y ciertas texturas— parecen sacados de un juego de hace más de una década, lo que genera una sensación extraña.

En el apartado sonoro, la banda sonora es uno de los grandes aciertos del juego: épica, emotiva y perfectamente sincronizada con la acción, logrando potenciar los momentos más épicos. Pero por otro lado, los efectos de sonido no cuentan con el cuidado necesario para hacer que los combates se sientan más impactantes, un detalle que otros títulos del género logran de mucho mejor forma y que son importantísimos en un hack n’ slash.

Respecto al rendimiento, la versión de PlayStation 5 presenta caídas de framerate tanto en el modo calidad como en el modo rendimiento, además de algunos bugs menores, como enemigos que se quedan atascados o música que se corta de forma abrupta.

¿Vale la pena?

Lost Soul Aside es un juego muy difícil de recomendar en su estado actual. Es difícil no quedar sorprendido con los primeros minutos del juego, cuando vamos probando el combate por primera vez. Las animaciones, las mecánicas y el espectáculo visual logran que los combates sean una experiencia buena.

Y casi que esto logra justificar su largo tiempo de desarrollo y el hype que me había generado, pero el problema es que todo lo demás no acompaña.

La historia rápidamente pierde el rumbo y termina siendo horrible, los personajes carecen de personalidad, los niveles se sienten vacíos y repetitivos, y el ritmo de la campaña se alarga más de lo necesario. A eso se suman los problemas de rendimiento y un acabado técnico que simplemente no está a la altura.

Por lo mismo, es imposible recomendarlo al precio de USD $69, a lo que hay que sumarle los impuestos. Este precio de juego AAA se justifica en otras obras recientes del género, como Final Fantasy XVI o Stellar Blade, pero en este caso no.

Si lo que buscas es pura acción y un sistema de combate espectacular, lo vas a pasar bien un rato, pero espera una rebaja. Pero si esperabas una experiencia completa, con buena narrativa, exploración y un desafío constante, es mejor que busques otra opción.

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