Creo que es innecesario hablar sobre, ya saben, el rotundo fracaso que han sido las tablets a lo largo de todos estos años. El iPad, sin embargo, es aquel dispositivo del lote que sigue vendiendo.
Todos los años podemos esperar un dispositivo bastante competente, lleno de características y funciones, a un precio relativamente bueno. En parte, esto se debe al excelente trabajo que ha hecho Apple en adaptar y optimizar iOS para este tipo de aparatos, no como Goo… otras compañías.
El iPad de sexta generación (o también conocido simplemente como el iPad 2018) es el protagonista de este review. Presentado con un fuerte enfoque en su utilización en el área de la educación y productividad, este dispositivo trae algunas cosas nuevas (muy pocas en realidad), incluyendo ahora la posibilidad de utilizar el Apple Pencil, accesorio que hasta hace un tiempo atrás era exclusivo para los iPad Pro.
Sin nada más que agregar, comencemos:
Detalles de la unidad probada
Fabricante y modelo
– Apple
– iPad de 6ta generación
– Estado inicial: Nuevo
Pantalla
– IPS LCD
– Tamaño de 9.7 pulgadas
– Resolución de 1536 x 2048 píxeles
– Densidad 264 ppi
Sensores biométricos
– Lector de huellas (TouchID)
Hardware
– Procesador Apple A10 Fusiom
– Cuatro núcleos a 2,3GHz
– 2GB de memoria RAM
– Almacenamiento interno de 32 o 128 GB
– WiFi 802.11 a/b/g/n/ac, 2,4 y 5Ghz.
– Bluetooth 4.2
– Altavoz estereo
– Conector Lightning
– Batería 32.4 wh (~6480 mAh)
– Sistema operativo iOS 12
Cámara
– Sensor principal de 8 MP con apertura f/2.4
– Video HD a 120 cuadros por segundo, FullHD a 30 acuadros por segundo
– Cámara frontal de 1.2 MP
Clásico diseño
En este apartado no nos encontramos con nada nuevo. El diseño es exactamente el mismo que hemos visto por lo menos durante los últimos dos años. Aquello no es malo, aunque obviamente que a más de alguno le gustaría ver algún que otro refresco en este apartado.
Como su pantalla es de 9.7 pulgadas, es de esperarse que sea un dispositivo de dimensiones relativamente grandes (240 x 169.5 x 7.5 milímetros), pero en general, no es tan incómodo de sujetarlo, e incluso lo encuentro bastante liviano para lo que es (su masa es de 469 gramos). Este iPad está bastante bien construido, su cuerpo está compuesto en su mayoría por aluminio, por lo que su sensación en la mano es bastante buena. Demás está decir que es algo resbaloso de sujetar, pero no es nada terrible.
Lo único que me molesta de este dispositivo, al igual como lo comentó mi compañero Eduardo en su análisis del iPad Pro de 10.5 pulgadas, es la posición de los botones. De partida, el botón de bloqueo sigue estando posicionado en la parte superior del mismo, el cual es muy incómodo de utilizar, mientras que los botones de control de volumen siguen estando muy arriba en el canto derecho del dispositivo. Son cosas que claramente Apple podría mejorar cuando se dignen a cambiar el diseño.
Pantalla
Al ser un iPad que vale menos de la mitad de lo que cuestan las versiones Pro, no nos encontramos con todos los chiches que tenemos en esas tablets. No hay Pro Motion (una mayor tasa de refresco en la pantalla), True Tone (que la temperatura de la pantalla se adapte al ambiente en el que nos encontremos), etcétera.
Aquello no significa que su pantalla en sí sea mala. Todo lo contrario de hecho.
Claro, no se ve tan colorida y más inmersiva que la otra (ya que tampoco contamos con una mayor gama de colores, ni tampoco es una pantalla laminada), pero es bastante nítida, y reproduce bastante bien los colores, con buenos contrastes y niveles de saturación. Como mencioné anteriormente, esta es de 9.7 pulgadas, y su resolución alcanza los 1536 x 2048 píxeles.
La verdad es que no tengo mucho que comentar en esta parte, la pantalla es igual de buena que en generaciones anteriores. Quizás un comentario que podría tener al respecto, es que al no tratarse de una pantalla laminada (es decir, que esté como “pegada” al chasis del mismo), hace que sea extraño utilizar el Apple Pencil al principio, pues se siente que estuviera escribiendo a través de un vidrio, y no directamente en una pantalla. Es algo a lo que uno se acostumbra rápidamente.
Igual de Pro que los Pro
Una de las principales razones por la cual me llamó la atención este iPad, fue el hecho de que ahora soporta el Apple Pencil. Pero… ¿por qué? Si a la larga es solo un accesorio más, y además, es estúpidamente caro, costando casi un tercio de lo que cuesta esta tablet.
Mis motivos se basan netamente en el enfoque y uso que le doy. Este iPad literalmente lo ocupo más que mi teléfono en el día a día, porque es mi principal herramienta para la Universidad. Productividad al máximo.
Sí, con el Apple Pencil tomo todos mis apuntes, completo guías de trabajo y reviso PDFs en Notability. Utilizo las aplicaciones de Microsoft Office para avanzar con ensayos y/o trabajos que tenga que entregar, entre otras varias cosas más.
No, el iPad no ha reemplazado mi laptop, y lo veo solo como un complemento de este, pues ahí termino haciendo la mayoría de los trabajos más pesados, como la edición de fotos, modelamientos en Autodesk Inventor, etc. Lo que sí ha reemplazado esta tablet, han sido mis cuadernos. Encuentro maravilloso poder tener todas mis materias en un solo lugar, y lo mejor de todo, tenerlo respaldado en la nube ante cualquier eventualidad. Oh, y es eco-friendly, supongo.
Pero también el iPad me ha permitido justamente dejar mi computador en mi casa, ahorrándome así un gran peso y espacio en mi mochila. Eso es, sin duda, lo mejor de todo.
Personalmente, encontré que el feeling del Apple Pencil en este iPad no difiere tanto con la versión Pro, salvo con lo que mencioné anteriormente con el tema de que la pantalla no es laminada, pero, insisto, uno se acostumbra bastante rápido.
Características y rendimiento
La recientemente lanzada iOS 12 trae consigo varias características que son bastante útiles para la tablet, y en conjunto con todas las funciones integradas en versiones anteriores del sistema, hacen que la experiencia de uso sea bastante fluida. Alabado sea el dock de aplicaciones y la posibilidad de poder trabajar con dos apps a la vez con la pantalla dividida, son lo mejor.
También los gestos para poder navegar a través del sistema se sienten bastante naturales (como por ejemplo, deslizando la parte inferior de la pantalla hacia un lado para poder cambiar de aplicación, entre varias otras). La posibilidad de poder transferir imágenes y texto desde la pantalla dividida también funciona de manera excelente.
Todas aquellas funciones hacen que el iPad se sienta cada vez más cercano a un laptop, sin ser uno todavía. Todo es muy fácil de maniobrar.
Pero claro. Este no es el iPad más potente que se vende, de hecho contamos con el mismo procesador que está en el iPhone 7 –el A10 Fusion–, el cual si bien cuenta con rendimiento de sobra, sí se queda atrás en relación a sus hermanos Pro. También está el hecho de que contamos con tan solo dos gigas de memoria RAM, por lo que la multitarea se limita a solo dos aplicaciones abiertas al mismo tiempo en la pantalla (si abrimos una tercera, las otras dos quedan congeladas).
Pero no se dejen engañar por eso. No porque cuente con un procesador menor a los iPad Pro signifique que sea menos capaz. Es todo lo contrario de hecho, y hasta entonces jamás he tenido problemas de rendimiento y/o que sienta que el dispositivo se queda corto en cuanto a especificaciones, porque, de nuevo, lo utilizo netamente para cuestiones de la universidad, y no para realizar tareas pesadas.
Juegos como Fortnite (🐁) o Asphalt 9 corren sin ningún problema, con una cantidad de cuadros por segundo usualmente constante, pero no con las opciones de imagen al máximo. También probé editando fotos (archivos RAW de mi cámara) en Snapseed, y el iPad no me presentó ningún problema. Eso sí, después de un rato de uso, la tablet tiende a calentarse un poco.
Además, con iOS 12, el iPad se siente muchísimo más fluido de lo que ya era con iOS 11, e incluso se mejoró el reconocimiento del TouchID (el cual, antes de esta actualización, era demasiado lento).
Cámara
Honestamente no le veo mucha utilidad hablar de la cámara aquí, por lo que será un apartado relativamente rápido.
Contamos con un sensor principal de 8 megapíxeles con una apertura f/2.4, y uno frontal de 1.2 MP cuya apertura de diafragma es de f/2.2 (curiosamente, más luminoso que el sensor principal 🧐).
Las fotos que salen de aquí son decentes, nada espectaculares. Es útil para tomar fotos rápidas, o para salir de un apuro, pero no esperes calidad nivel iPhone X o Pixel. Demás está decir que para el 99.9% de las veces que la ocupo, es para tomar fotos de la pizarra (es cosa de ver mi galería).
De todas maneras, adjunto algunas fotos de prueba para que puedan juzgar la calidad de las fotos:
Batería para todo el día
Nuestro protagonista cuenta con una batería de 32.4 watts-hora (aproximadamente unos 6480 mAh), la cual nos promete una autonomía superior a las 8 horas de uso continuo.
Obviamente que la autonomía varía de acuerdo al uso que le demos. El mío en particular es bastante pesado, puesto que gran parte del tiempo pasa con la pantalla encendida por largos periodos utilizando principalmente Notability. Además, Microsoft Word, Spotify, Google Chrome, y de vez en cuando, Twitter, también se suman a la ecuación del consumo durante un día normal de semana. A esto también hay que agregarle que el Apple Pencil se encuentra prácticamente conectado permanentemente.
En promedio estoy gastando entre un 50 y un 60% de batería al día (o sea, por lo menos le doy unas 4 horas intensas de uso). Personalmente encuentro que está bastante bien, considerando que han habido veces en donde no la utilizo tanto, logrando extender así la autonomía hasta tres días seguidos sin tener que pasarlo por el cargador.
Conclusiones: monarca absoluto pero algo aburrido
El iPad una vez más demuestra que es el dominador absoluto de este mercado. Con muy poca competencia a su alrededor, es súper fácil dejarse llevar por lo que ofrece este dispositivo. Aquello es especialmente malo para la competencia, la cual no es capaz presentar una tablet digna para competir en este moribundo segmento del mercado tecnológico.
Para los usuarios es algo bueno y algo malo a la vez. Bueno, por un lado, porque siempre se termina recibiendo un excelente y bastante completo producto a un relativamente buen precio. Pero, por otro lado, es malo porque no vemos propuestas innovadoras en el mismo, justamente porque no hay competencia que presione a Apple para llevar al límite sus ideas para el iPad más barato.
Y eso es justamente lo criticable de este dispositivo: la falta de propuestas. Lo único realmente nuevo en este iPad es la posibilidad de poder ocupar el Apple Pencil, mientras que el resto corresponde a una simple actualización de rigor.
De nuevo, el dispositivo en sí es bastante bueno, pero creo que Apple pudo haber refrescado algo más el dispositivo, más allá de la compatibilidad de un accesorio. ¿Un nuevo diseño? Sí, por favor. ¿Añadir el Smart Conector para teclados externos? Ojalá fuese una realidad, entre varias otras cosas más.
Si cuentas con el iPad de 9.7 pulgadas del año pasado, probablemente no necesites actualizarlo a este, a menos que, claro está, quieras adquirir y utilizar el Apple Pencil. La decisión final es tuya.