Han pasado largos 25 años desde que el simulador de automovilismo de PlayStation debutó para convertirse en el videojuego más vendido de la PSone y en una de las sagas más memorables del género. Pero la verdad es que mucho ha cambiado desde entonces, no solo en la experiencia que ofrecen los simuladores de carrera, sino que la conducción como tal es una práctica muchísimo más popular que antes.
Polyphony se ha dado cuenta de aquello y han desarrollado Gran Turismo teniendo en cuenta que no todos los jugadores son aficionados del automovilismo y no todos entienden toda la cultura que hay detrás del deporte tuerca de la misma forma, y eso es algo que se nota desde el primer minuto, con un fuerte enfoque en la historia de los automóviles y muchas facilidades para los más novatos en el género y la industria.
Gran Turismo 7 promete llevarnos de regreso al formato clásico y enamorarnos de esta industria, ofreciendo una de las mejores sensaciones de conducción que hayamos visto hasta la fecha en un simulador, el cual está enfocado en ofrecer realismo en todo momento, no solo en lo relacionado al automóvil, sino a las condiciones que rodean una carrera, como el clima y la iluminación, el tuneo con mejoras y como no, la fotografía y colección de vehículos.
Luego del GT Sport de PS4 –enfocado en el juego online y un poco descafeinado en cuanto a número de circuitos y vehículos–, Gran Turismo 7 se toma las cosas mucho más en serio, al aumentar considerablemente la cantidad de vehículos y circuitos disponibles en el juego. De 150 vehículos que había inicialmente en el Sport, pasamos a 400, mientras que las 20 pistas del Sport parecen una broma al lado de los 90 circuitos que se ofrecen esta vez, todos ellos diferentes del anterior.
El juego se encarga de llevarnos muy de la mano, sobre todo en las primeras horas, para que no nos sintamos perdidos en un mundo del que, en la vida real, puede que sepamos muy poco.
Lo anterior se logra gracias a una de las principales novedades de GT7, el Gran Turismo Café, una especie de cafetería donde el dueño nos irá dando diferentes menús –algo así como misiones–, en las que deberemos ir compitiendo en circuitos para desbloquear colecciones de vehículos, y de paso se nos contará, con muchísimo detalle y amor, la historia de cada uno de estos automóviles.
El detalle queda en evidencia cada vez que se desbloquea una colección, ya que además de las maravillosas cinemáticas que muestran cada vehículo con lujo de detalle usando el motor gráfico del juego, también se nos mostrarán los autos con fotografías reales de la época y obviamente el sujeto del café nos relata la historia correspondiente.
Esta historia también va acompañando al progreso del propio jugador, lo que hace que sea un poco difícil soltar el control y parar de jugar. Es bacán aprender a jugar y partir la aventura con autos clásicos como el Fiat 500 o el Volkswagen Beetle, y que a medida que se va avanzando el modo carrera, vayamos progresando a autos más modernos y veloces (como lo son el Mustang o el Camaro). Es como si el progreso de los vehículos y habilidades de conducción, que se van desarrollando gracias a la licencia, estuvieran siempre de la mano y siempre de forma natural.
Lo anterior lo hallo genial, porque me he terminado viciando bastante por seguir desbloqueando vehículos, escuderías y seguir conociendo la historia detrás de cada una. Polyphony ha hecho un excelente trabajo al invitarme constantemente a seguir jugándolo.
Si vemos el lado negativo, podríamos decir que hay un montón colecciones de vehículos que son un poco meh y que es difícil encontrar autos del 2020 en adelante, imagínate lo bacán que sería manejar un Cybertruck o algo por el estilo. Hay un solo Tesla en el juego y me da lata porque es mi marca favorita.
Ahora, para los ya experimentados en Gran Turismo, sobre todo los que vienen del Sport, puede que todo este sistema de recolectar vehículos e ir progresando en la historia del automovilismo resulte un poco lento, y bueno, para decir verdad, si lo es porque el modo carrera es extenso y tardarás unas 40 horas en desbloquear los autos más veloces. Lo bueno es que todo este proceso te permitirá conseguir créditos de forma mucho más rápida que simplemente corriendo carreras online.
Estos créditos (la moneda del juego) son esenciales para poder progresar ya que nos permitirán comprar vehículos en alguno de los tres lugares disponibles: los autos usados, el Grand Central (donde se venden autos lujosos) y los vehículos legendarios (donde encontraremos verdaderas joyas históricas).
Los créditos también se pueden conseguir a través de microtransacciones, pero no me parece que sea necesario ya que jugando el modo principal no habrá problemas en conseguir lo suficiente, aunque claro, si tu intención es competir al máximo nivel en el modo online, es una opción.
Dicho sea de paso, el modo online toma todo lo bueno de GT Sport y lo integra en GT7, y esta vez sin dejar de lado elementos básicos como la condición climática de cada pista, que no estaba presente en el modo online del juego anterior al momento del lanzamiento. Existe la posibilidad de crear salas de reunión para exhibir nuestros vehículos, compararlos u organizar carreras con reglas personalizadas, entre otras opciones.
Cabe destacar que los vehículos no son nada baratos y las mejoras tampoco lo son. Como en cualquier simulador tenemos que estar constantemente tuneando los autos para aumentar los PR (puntos de rendimiento) y subir el nivel de un auto para poder competir en carreras específicas. El progreso se siente muy al estilo RPG, porque cada uno puede modificar lo que desee en el vehículo y la experiencia será distinta para cada jugador.
Pero, ¿y qué tal la experiencia de conducción te estarás preguntando? Es fenomenal, cada auto se siente diferente a los demás, tal y como ocurre en la vida real, mientras que las mejoras que vamos haciendo a los vehículos se pueden evidenciar inmediatamente en las sensaciones visuales, auditivas (con ayuda del 3D Audio) y táctiles, como cuando mejoramos el motor y cambiamos las llantas para que un auto tenga mejor agarre a la pista. Obviamente, la recomendación es jugar el juego con transmisión manual, aunque por defecto viene en automático. 10/10 en la experiencia de conducción.
Siempre será ideal tener un volante diseñado para jugar juegos de carreras y GT7 no es ninguna excepción, pero es importante mencionar que la experiencia en la conducción con un control mejora mucho gracias al completo soporte del juego para el DualSense, que es sin lugar a dudas uno de los mejores usos que se le ha dado al control de la PS5 hasta la fecha.
La retroalimentación háptica responde al instante a las diferentes superficies del terreno, y las ruedas representan cada lado del DualSense, por lo que si nos salimos de la pista por el lado derecho, el control vibrará de forma coherente en dicho costado. Por su parte, los gatillos adaptativos responden de forma distinta dependiendo de la marcha en la que se encuentre el vehículo o si se nos llega a desviar o patinar, el gatillo se soltará.
Gran parte de la gran experiencia que logra Gran Turismo 7 también es gracias a sus gráficos y los detalles que rodean a la carrera. Al igual que todos los juegos de nueva generación, al comenzar a jugar se nos da la opción de priorizar los cuadros por segundo o el trazado de rayos. El trazado de rayos nunca está habilitado en carreras, pero en todo el resto de cinemáticas, repeticiones o fotografía podremos habilitarlo para que los reflejos sean más realistas. En cualquier caso, la resolución siempre es 4K.
Entre los paisajes que podemos encontrar en las diferentes hay grandes cerros, bosques y ciudades, y por supuesto que también hay bastantes estadios, todo esto se ve muy bien a lo lejos, pero si nos acercamos fuera de la carrera a algunas personas, objetos o árboles del rededor, podremos notar que su modelado es horrible. No todo es color de rosas pues, además se echa mucho de menos una mejor recreación de colisiones ya que no se ha incluído nada de eso. Si chocamos a gran velocidad no pasa nada, solo una sutil animación de vidrios, que no se trizan, y ya está.
La iluminación y ambientación es otra de las grandes mejoras que nos presenta esta nueva entrega, todos los circuitos muestran su propia climatología dependiendo de la ciudad en la que estemos y los circuitos se ve afectado de forma realista por este, es decir hay zonas en la que la pista quedará mojada porque los autos deben pasar lentamente, mientras que en otras zonas de alta velocidad, el asfalto se secará rápidamente.
También existen algunas pistas de larga duración donde el paso del tiempo es muiy notorio y esto da lugar a que veamos el anochecer o amanecer en vivo, dando como resultado una iluminación genial en el cielo que, la cual me ha dado ganas de indagar un poco para empezar a tomar unas fotitos.
Y es que es imposible no hablar de la fotografía del juego, que es otro más de los puntos buenos de GT7 porque permite aprovechar el derroche de fotorrealismo que hay en los autos, y más allá de las fotografías que podemos sacar en las carreras, también tenemos los Scapes. En este lugar podrás fotografiar cualquiera de los autos que poseas en atracciones turísticas y lugares reales del mundo. Son cientos de lugares disponibles, aunque en Chile solo hay dos: la Isla de Pascua y la Antartica Chilena.
El juego nos da la libertad para utilizar cualquier configuración de una cámara profesional para capturar a los autos, y creo que para los amantes de la fotografía y del automovilismo, poder hacer esto, con la calidad que se logra en general, es un placer.
Para finalizar también hay que destacar lo malo, pero es que la música del juego no me convence para nada. Hay cientos de canciones, hay algunas tipo Jazz muy buenas, pero la mayoría son temas electrónicos aburridos e instrumentales y que, al menos a mi, no me han calentado para nada y me imagino que a miles de poseedores de una PS5 tampoco. En ese sentido, Forza Horizon 5 presenta un soundtrack hermoso y entretenido con singles recientes de bandas populares, aunque obvio que no vale la pena entrar a comparar Gran Turismo 7 con el juego de Xbox Series X.
Esta carencia de música hace que el modo Rally Musical, una especie de minijuego en el que deberemos competir a contrarreloj con el ritmo de la música. Solamente hay 6 disponibles y aunque el jeugo se actualizará con más canciones, en el lanzamiento se siente muy pobre.
Al final, Gran Turismo 7 es una vuelta a las raíces de la saga, ofreciéndonos no solo una experiencia de simulación sublime, pero que también no hace aprender del mundo del automovilismo incorporando todo un museo de información con su modo carrera, el cual nos lleva de la mano con interesantes datos, mientras vamos desbloqueando nuevas habilidades de conducción.
Esta experiencia se ve complementada con todo lo bueno que se hizo en Sport en términos online y Polyphone Digital logra algo difícil, que es que tanto los fans de la saga, como los nuevos en el género, puedan disfrutar enormemente del simulador, y al menos para mi, se queda en mi limitado disco duro hasta nuevo aviso.