Wear OS lleva mucho tiempo entre nosotros, pero pese a tener un prometedor inicio con relojes icónicos como el Moto 360 o el Huawei Watch, el sistema operativo pareció abandonado durante mucho tiempo, e incluso no había hardware decente que permitiera ofrecer relojes dignos de rivalizar con el Apple Watch.
Eso hasta el 2021, año en que Google se unió a Samsung para crear una renovada versión de Wear OS y fabricantes como Qualcomm se pusieron las pilas con los procesadores.
Lo anterior, sumado a la adquisición de Fitbit, han permitido que por fin Google lance el Pixel Watch, reloj que los usuarios del ecosistema de Google han estado esperando no solo porque completa este ecosistema, sino porque lo pretende hacer con la calidad que solo Apple hace actualmente.
Pero claro, después de tanta espera, el hype que se ha generado en torno al reloj no es poco y debido a su precio, puede resultar fácil encontrar puntos bajos si lo comparamos con la competencia, a pesar de ser un dispositivo bonito y fácil de usar.
Diseño
Nuestro protagonista cuenta con un diseño único en el mercado y para ser sincero, me parece que está muy bien logrado y que es uno de los puntos más destacables del Pixel Watch.
El vidrio se curva hasta los costados del reloj, por lo que aquí no tenemos ningún marco que proteja los bordes. Esto le da un protagonismo total a la pantalla, pero también hace que sea más fácil romper el reloj por accidente cuando lo impactamos contra una pared o algo así.
Justo en la mitad del costado del Pixel Watch comienza el cuerpo de acero inoxidable, el cual está disponible en colores plata, negro mate y dorado. Aquí es donde podemos encontrar los botones de navegación, los dos micrófonos, el parlante y las conexiones para que las bandas se unan a la perfección al reloj.
Este sistema propietario de conexión es un poco complicado en un inicio, pero después de unos cuantos intercambios resulta super fácil cambiar las correas. Simplemente es presionar un botón y tirar hacia el lado.
Google ofrece correas propias a precios bastante elevados pero que son muy bonitas, pudiendo encontrar opciones deportivas (como la que se incluye), tela, cuero y metal. La opción de cuero agrega los clásicos conectores de 20mm para poder utilizar cualquier correa tradicional que tenga esa medida. También ya están disponibles cientos de opciones económicas a través de Amazon o Aliexpress.
No cabe duda que el reloj se ve lujoso y me gusta que dependiendo del watchface y banda, podemos darle un aspecto más deportivo o uno más elegante. Es ideal para iniciar una colección y supongo que Google usará la misma conexión de bandas para futuros relojes para poder cumplir con dicho ideal. Igual que el Apple Watch, pues.
Y hablando del Apple Watch, se nota mucho que el diseño y la experiencia de usuario está inspirada en el reloj de Apple, pero su cuerpo redondo hace que parezca más reloj y menos como un teléfono en la muñeca. Me parece incluso un diseño icónico. También me agrada mucho que el reloj se parezca al Fitbit Sense, reloj que usé durante mucho tiempo como mi principal y que es el último lanzamiento hecho por la marca antes de la adquisición.
Hardware
El Pixel Watch está disponible en un único tamaño de 41 mm, que para decir verdad puede quedar un poco pequeño para personas con la muñeca grande. A mi me gusta el tamaño porque mi muñeca es chica, pero una opción de 44mm hubiese sido lo ideal, tal y como lo ofrece Samsung y Apple. Ahora, la decisión de Google tiene sentido considerando que Fitbit nunca ha ofrecido dos tamaños en sus relojes Versa y Sense, y creo que nunca resultó un problema para sus usuarios.
El reloj posee un grosor de 12.3 mm, siendo un poco más grueso que los relojes de la competencia, pero la verdad es que no se nota para nada la diferencia debido a que el grosor se va pronunciando hacia el centro de la parte trasera, haciendo que el sensor de ritmo cardiaco se adentre en la parte cóncava de la muñeca.
Cabe destacar que ambas caras del reloj están cubiertas por vidrio Gorilla Glass 5, para protegerlo de rayas y que el reloj resiste hasta 5 ATM de agua, por lo que no habrá problemas al nadar con él. Igual si consideramos que es un reloj caro, podríamos exigir cristal de zafiro.
Respecto a sus botones, estos se sienten de mucha calidad y no he tenido ningún problema al momento de mover la corona –en algunos relojes que he probado se queda trabada o es muy dura– o de presionarlos, teniendo un click satisfactorio. Los botones también tienen diferentes atajos para abrir aplicaciones recientes o servicios de Google, como Assistant o Wallet (Google Pay).
Un punto aparte se merece el motor de vibración, que es, por lejos, el mejor que he probado en un reloj para Android. Las vibraciones son silenciosas pero fuertes, el desplazamiento utilizando la corona produce una respuesta háptica de lujo ( pequeños clicks cada vez que la movemos) y las alarmas con vibración me han despertado sin problemas. Un 10 en este aspecto.
Por cortesía de Fitbit, en el interior hay una serie de sensores enfocados a la salud. Aquí tenemos el mismo hardware que se puede encontrar en el Fitbit Charge 5, teniendo sensores de ritmo cardíaco, oxígeno en sangre, eléctrico y los clásicos giroscopio, acelerómetro, altímetro y brújula. Me hubiese encantado que se hubiesen tomado los mismos sensores del Fitbit Sense, sobre todo si consideramos que el precio del Pixel es superior.
Pantalla
El Pixel Watch posee una pantalla AMOLED con una densidad de 320 píxeles por pulgada, 1000 nits de brillo máximo. La pantalla ha sido uno de los puntos controversiales debido a los grandes biseles que la rodean, pero la verdad es que se ha exagerado mucho.
Hay algunas cositas que comentar al respecto, pero lo primero que me gustaría decir es que la pantalla está a la altura. Es super responsiva al dedo y corona, no tiene ningún problema a plena luz del día y los marcos negros están muy bien camuflados con el color de la pantalla en negro.
Eso último hace que el frontal se vea muy bien y que el tamaño de pantalla y los biseles pasen desapercibidos en todo momento gracias a que la interfaz de Wear OS 3 es negra en todo momento.
Los bordes no son chicos, pero tampoco son mucho más grandes que los del Galaxy Watch de 40 mm. El vidrio curvo los exagera ya que no hay un marco recubriendo al reloj, aunque claro, para próximas versiones podríamos ver una pantalla que abarque toda la parte plana del vidrio, algo que no vemos desde el Moto 360. De igual forma, no te darás ni cuenta que los bordes están ahí.
Inclusive al utilizar una foto como fondo de pantalla, la imagen se ve mejor que en los relojes de Samsung, sin brillar o resaltar tanto respecto a lo que realmente importa, que son la hora y las complicaciones (o widgets).
Software
El software y la experiencia de usuario siempre han sido uno de los aspectos más destacables de los Pixel, y es justamente lo que uno espera de un reloj de Google, que destaque por su software y funciones. Bajo mi punto de vista, el software del Pixel Watch cumple de sobra, pero aún así hay detalles que mejorar y que nos dan cuenta de que es un producto de primera generación, a pesar de que el software ya existe hace casi 10 años.
Wear OS 3.5 es el sistema operativo moviendo los hilos del reloj, que a diferencia de versiones anteriores, ha sido rediseñado completamente y ahora puede ser modificado a la pinta de cualquier empresa, tal y como ocurre en los teléfonos. La experiencia de usuario es distinta a la de One UI Watch y me parece mucho más fácil y cómoda de usar.
Pero lo primero es la configuración, que se realiza de forma medianamente automática gracias a Fast Pair, que te lleva a descargar la aplicación dedicada del Pixel Watch en la Play Store. Con esta app podemos modificar la configuración del reloj, personalizar el watchface o elegir las Tarjetas –Tiles en inglés– que nos ofrece Wear OS para acceder rápidamente a diferentes funciones de las apps.
La navegación es simple. Desde el reloj principal nos podemos desplazar a izquierda o derecha para movernos entre los diferentes Tiles que tengamos seleccionados, pudiendo elegir entre información de Fitbit, alarmas, apps de música o el clima, entre otras.
Wear OS 3 también mejora el uso del reloj en términos de multitarea. El botón lateral del reloj sirve para abrir las aplicaciones recientes, mientras que si lo presionamos dos veces rotamos entre las aplicaciones que hayamos usado últimamente. Esto es super útil a la hora de hacer actividad física porque con un solo botón podemos volver al cronómetro, temporizadores o la reproducción de música, por dar algún ejemplo. En versiones anteriores del sistema había que volver al inicio y abrir la aplicación desde el menú, teniendo que tocar la pantalla, además.
Pero volviendo a la navegación, si deslizamos hacia abajo se encuentran las notificaciones y arriba el panel de ajustes rápidos.
La corona nos permite desplazarnos hacia arriba o abajo sin necesidad de tocar la pantalla, lo que es sumamente útil a la hora de hacer deporte, ya que el sudor suele manchar mucho la pantalla. Esto es una clara ventaja frente al bisel táctil de los Galaxy Watch, que resulta mucho más incómodo a la hora de navegar haciendo actividad (porque hay que tocar la pantalla).
Las notificaciones están activadas por defecto en todas las apps, lo que me parece un poco absurdo (porque nadie quiere recibir una notificación de promociones de Rappi o Netflix en el reloj) y estas se pueden contestar con mensajes generados por IA, voz a texto o un teclado con la función swipe. Con la corona se puede leer el historial de una conversación y también se pueden visualizar imágenes o stickers directamente desde el reloj.
Por el otro lado está el panel de ajustes rápidos, que resulta ser uno de los puntos a mejorar. Desde aquí podemos acceder a funciones útiles, como el modo teatro, el modo hora de dormir, o el modo de bloqueo táctil para nadar, pero hay ausencias claves, como podría ser un switch para el gesto de encender la pantalla al elevar la muñeca o el always-on-display.
Pero eso no es todo, hay cosas básicas que no están disponibles de momento. La más notable es la sincronización de los modos No Molestar y Hora de Dormir con el teléfono, pero si somos más exigentes podríamos pedir alguna función para expulsar el agua del parlante después de nadar, alguna integración de Material You, la clásica navegación por gestos, o cómo no, integración del widget At a Glance (el de la pantalla de inicio de los teléfonos Pixel) que tendría todo el sentido del mundo tenerlo en la muñeca para recibir información de un vistazo.
A pesar de dichas ausencias, creo que el reloj cumple a la perfección en el aspecto del software porque, al final, el smartwatch es una extensión de tu teléfono y no me resulta para nada necesario tener una aplicación para ver mi correo electrónico completo o acceder a todas mis fotos. Para eso está el teléfono, y creo que las aplicaciones disponibles en la Play Store, como Keep, Todoist o Home, hacen un gran trabajo en ofrecer funciones determinadas con pocos toques al reloj.
Las caras de reloj diseñadas por Google para el Pixel Watch merecen un punto aparte. Las opciones disponibles son 20 y todas están muy bien diseñadas, teniendo la opción de añadir complicaciones de todo tipo (como el ritmo cardiaco, pasos, calendario, clima, etc), modificar su color para combinarlo con el color de la correa o ropa que utilicemos, o incluso modificar el propio diseño para añadir o quitar espacios de complicaciones o por ejemplo, cambiar entre números romanos o naturales.
Actividad física y salud
Lo que siempre me ha gustado de Fitbit es que, además de mostrarnos todos los datos que los sensores que los relojes recolectan, la aplicación enfatiza en enseñarnos y educar al usuario en términos de salud y en cómo todos estos datos pueden afectar a nuestro cuerpo.
El Pixel Watch funciona igual que un reloj de Fitbit, de hecho, Google Fit no tiene ninguna presencia en el reloj. Esto da como resultado que para controlar y visualizar el apartado del fitness, es obligación instalar dos aplicaciones en el teléfono: Pixel Watch y Fitbit.
El reloj es capaz de llevar seguimiento de los pasos, la distancia recorrida, las calorías, las plantas subidas y los minutos en zona activa, que consisten en el tiempo que tu cuerpo está realizando una actividad que pone a tu corazón a funcionar a cien.
Obviamente también mide constantemente el ritmo cardiaco, e impresionantemente lo hace cada 1 segundo, lo que se traduce en uno de las mejores mediciones de cualquier wearable, aunque esta constante medición se traduzca en un mayor consumo de batería. Incluso en la noche, mientras se realiza el seguimiento del sueño, el sensor de ritmo cardiaco sigue funcionando de la misma forma.
Lo anterior no es para nada necesario, perfectamente el ritmo cardíaco podría medirse cada 5 segundos durante la noche y la calidad de medición no variaría sustancialmente. Esto es algo que muchas otras empresas han hecho para aumentar la autonomía de los relojes, incluída Apple y Samsung, pero Google ha decidido ofrecer una medición más precisa. Y está bien, pero al menos den la opción.
Dejando eso de lado, Fitbit reconoce cuando hemos estado caminando, trotando, nadando o andando en bicicleta y es capaz de grabar esas actividades automáticamente en la app, pero el reloj en si no es capaz de reconocer cuando lo estamos haciendo para ejecutar la aplicación de Excercise e iniciar automáticamente una actividad. Igual siempre apagó esa función en cualquier reloj porque me suele pasar que reconoce por error algunas actividades cuando estoy conduciendo mi auto.
Respecto a Exercise, la app en el reloj puede llevar seguimiento de 40 tipos de actividad (aún sin incluir al popular pádel) y en cada ejercicio se detecta tanto las zonas de ritmo cardíaco en la que has estado (quema de grasas, cardio, bajo la zona, etc), como la energía quemada y el impacto del ejercicio en tu día.
La aplicación es super completa, ofrece gráficas para prácticamente todo, destacando el sueño, el estrés, recuperación frecuencia respiratoria y cardíaca, pero lo malo es que muchas de estas gráficas están ligadas a la membresía de Fitbit Premium, y aunque la opción gratuita te informa de lo básico de cada una, los detalles más interesantes están la suscripción.
Uno de la datos que más me ha gustado es el perfil de sueño mensual, que nos ofrece gráficos comparativos del desvelo o del tiempo que demoras en alcanzar el sueño profundo, comparando tu sueño, con el ideal y el habitual. Una lata no poder seguir viendo estas estadísticas, porque yo nunca tan fanático de la salud como para pagar el precio mensual de 8 dólares. Google te da 6 meses gratis y ahí ves si sigues.
Como toda primera generación, obvio que hay ausencias. De momento no hay soporte para la medición de la saturación oxígeno en sangre (el sensor de SpO2 sí que está pero falta la aprobación) y tampoco tenemos el sensor de temperatura cutánea que ofrece el Fitbit Sense. Es ilógico que un producto más premium que Sense o Versa tenga menos funciones de salud.
Rendimiento y batería
Antes del lanzamiento se habló mucho de que el Pixel Watch utilizaría un procesador del año 2018, aquel Exynos 9110 que llevaba el primer Galaxy Watch con Tizen.
La cosa es que Google ha añadido un co-procesador y ha aumentado el almacenamiento a 32GB y la memoria a 2GB, siendo el reloj con Wear OS con más RAM. El resultado es muy bueno porque el reloj corre muy fluido y nunca me ha tocado el lag al que nos tenía acostumbrados este sistema operativo en su versión anterior. Las aplicaciones se instalan rápido, el cambio entre apps está bien y no hay ningún problema al hacer scroll o utilizar Maps y el Ejercicio al mismo tiempo.
Eso sí, es verdad que los últimos procesadores de Qualcomm para wearables han mejorado mucho el consumo energético, y precisamente este es el punto donde más sufre el Pixel Watch.
Google dice que el Watch dura 24 horas con el always-on-display apagado. La duración de la batería no es buena, pero tampoco es tan mala como se podría llegar a pensar. No está muy por debajo del Galaxy Watch 4 (no he utilizado el 5, que mejora al 4), en el que seguía la misma rutina, es decir, deberás poner el reloj a cargar un ratito en el día para poder medir tu sueño y llegar tranquilo al día siguiente.
Digo lo anterior considerando mi uso, que puede ser muy diferente al de cualquier otro usuario y por eso, lo comentaré. Mi rutina es recibir unas 500 notificaciones al día, teniendo inclinar para activar activado, always-on-display apagado, realizando pagos móviles y actividad física todos los días y usos esporádicos de Maps, Assistant y el control de la música.
Hay veces en que cambio a la pantalla siempre encendida pero apago la inclinación para activar y la autonomía no varía. Pero con ambos activos, si que se nota una disminución en la batería.
Todos los días desenchufo el reloj con un 100% a las 6:30 am y suelo terminar a las 11:00 pm con 15% o 30%, alcanzando las prometidas 24 horas si es que no lo cargara antes de dormir. La cosa es que si no lo cargara en la noche, no alcanzaría a completar la carga en la mañana, por lo que siempre termino cargando dos veces al día, por unos 15 o 20 minutos: una mientras me ducho y otra en algún momento de la tarde o noche.
Lo bueno es que carga muy rápido, dando un 70% de batería en 30 minutos, aunque para llegar al 100% necesitará casi una hora.
Lo malo es que el cargador se siente barato porque su imán no es muy fuerte.
Pero lo feo es que el reloj solo se puede cargar con el cargador incluído, a pesar de que el Pixel Watch reconoce cuando lo colocamos en otro cargador Qi (o la parte posterior del teléfono) e incluso muestra la animación de carga, pero no hay carga de la batería. Lo más feo es que el cargador solo se vende en la Google Store, está con problemas de stock y no he podido comprar uno extra.
¿Vale la pena?
Creo que el Pixel Watch demuestra que Google por fin se está tomando en serio el mercado de los smartwatch y a pesar de que tiene algunos puntos bajos dignos de una primera generación, éste cumple las expectativas que ha generado durante todos estos años.
El Pixel Watch tiene un diseño exquisito, muy acorde a la filosofía de Google y un hardware que está a la altura de lo que se esperaba, ofreciendo un rendimiento y una experiencia de usuario que creo es superior a One UI Watch.
A mi me ha gustado y lo recomiendo a los más entusiastas, pero hay que ser sincero y creo que las opciones de Samsung disponibles en nuestro país son una mejor compra porque te ofrecen prácticamente las mismas funciones, con más batería, a un mejor precio y con garantía.
Ahora, si eres un usuario de Fitbit y estás buscando el mejor smartwatch que puedes tener sin abandonar lo que Fitbit ofrece, no hay otra opción, pero si o si te recomiendo esperar algún descuento, que seguro lo habrá y mucho.
El Pixel Watch tiene un precio de USD $349, mientras que la versión con LTE cuesta 50 dólares más. Obviamente, aún no se comercializa oficialmente en Chile.