El Google Pixel 5 es el gama alta de los de Mountain View para el año 2020, y es un cambio radical a la estrategia que ha tenido la empresa durante los últimos cuatro años con la línea Pixel. La estrategia de competir con los grandes fabricantes ofreciendo el mejor procesador y un hardware con características novedosas, a un precio muy alto, no estaba dando resultado. Eso a pesar de que el software, y en menor medida su identidad de diseño, siempre han sido destacables. Incluso han llegado a descontinuar el Pixel 4 para dejar en el mercado solo a su teléfono de entrada, el Pixel 4a, que destaca mucho por su gran software y cámaras a un precio reducido.
Pero después de cuatro generaciones y con bastantes fallos a nivel de hardware detrás, me da la impresión de que Google por fin ha aprendido de sus errores y se ha dado cuenta que no necesita las mejores especificaciones del mercado para competir en la gama alta y de pasada, han reducido el precio de la excelente integración de hardware y software que tanto gusta a los usuarios de Pixel –y algunos de iPhone–.
Google ha hecho cambios en su estrategia y el resultado es interesante debido a que parece cumplir de excelente forma en lo que la gran mayoría de las personas necesitan, ofreciendo un teléfono que se siente muy distinto a lo hecho hasta ahora por el resto de fabricantes en la gama alta y que llama la atención porque se siente bien a pesar de las reducciones en hardware. Con el Pixel 5, Google está demostrando que no necesita competir en especificaciones.
Vamos a ver si vale la pena, sobre todo si consideramos que el Pixel 5 se ha lanzado al mercado junto al Pixel 4a (5G), con el que se asemeja bastante y no solamente comparten los temas de conectividad 5G.
Diseño y hardware
El mercado actual de teléfonos inteligentes de gama alta llama la atención por ofrecer hardware excepcional y que a la vista luce muy premium, como esos acabados metálicos en color oro o esos grandes bultos en las cámaras que tienen teléfonos como el Galaxy Note20. Pero el Pixel 5 se aleja de eso y ofrece un diseño que no solo se ve distinto, sino que también se siente de esa forma.
El Pixel 5 es un teléfono pequeño y este año no tendremos versión XL por parte de Google, por lo que si estás acostumbrado a teléfonos grandes, tardarás un poco en tomarle el gusto a este formato, que tiene dimensiones muy similares a un Galaxy S20 o un iPhone 11 Pro, usando un cuerpo con bordes curvos en el frontal y en la parte trasera, pero con una pantalla completamente plana. El teléfono está construido en una sola pieza de aluminio 100% reciclado, recubierto por una capa de bioresina plástica que le da un acabado un poco difícil de describir, ya que no se siente plástico pero se asemeja a la textura de una hoja de papel. Eso sí, lo que te puedo asegurar es que nunca antes has tenido en tu mano un teléfono con esta textura y que no se siente un teléfono barato, aunque el vidrio del Pixel 4 se sigue sintiendo mejor. Además, el color, que han llamado Sorta Sage, se ve genial.
En la parte posterior también nos encontramos con el retorno de Pixel Imprint, el lector de huellas digitales que fue removido de la generación anterior debido a la inclusión de los sensores para el desbloqueo facial que ya no existen en Pixel 5 y debo confesar que me costó un poco acostumbrarme nuevamente a que el teléfono no estuviera desbloqueado al mirarlo, pero el lector funciona muy bien, está en la mejor posición posible –mucho más cómodo que n pantalla– y se agradece tenerlo cuando tenemos la mascarilla puesta en tiempos de COVID-19. Además, el sistema de cámaras no sobresale mucho respecto al resto del cuerpo, por lo que el Pixel 5 queda plano y firme en una mesa.
En la parte inferior se encuentra el conector USB-C y uno de los parlantes, mientras que en los costados tenemos los botones de volumen y el botón de encendido, el cual tiene un acabado cromado, al igual que el logo de Google en la parte de atrás. Los botones están super bien construidos, se sienten de calidad y tienen un excelente “click” al presionarlos.
El tema es que, en general, la industria había dejado de lado el aluminio en los teléfonos debido a la imposibilidad de que las tecnologías de carga inalámbrica funcionaran a través de ese material, por lo que los teléfonos de gama alta pasaron a utilizar vidrio y los teléfonos de gama media y baja continuaron con el plástico. La cosa es que el Pixel 5 es de aluminio y aún así posee carga inalámbrica. Lo anterior lo han logrado a través de un orificio en el aluminio que obviamente no se ve por el recubrimiento que tiene la parte externa del teléfono.
Eso sí, hay un par de detalles del hardware que no me han gustado y que me hacen desear una versión “Pro” del Pixel 5, porque son cosas que la generación anterior sí tenía y a las que un usuario de gama alta se acostumbra. Lo primero es el motor de vibración, que si bien no está mal, el anterior era bastante superior y se acercaba al del iPhone –cuyo motor háptico no tiene competencia–, y aunque de día pasa desapercibido y se siente bien, al usar el teléfono de noche y sin ruido, se puede notar que es claramente inferior.
El otro tema importante a nivel de hardware es la decisión que ha tomado Google respecto a los parlantes del teléfono. El parlante de la parte inferior sigue estando tan bien como en el Pixel 4, pero el parlante frontal superior ha sido reemplazado por un parlante que está ubicado abajo de la pantalla y que, en el fondo, hace vibrar la pantalla para producir sonido y el resultado no es bueno. La presencia de bajos en este parlante es prácticamente nula, por lo que si tapamos el parlante inferior, el sonido es horrible, pero tampoco es que la combinación de ambos esté demasiado mal, solo que los de todos los teléfonos anteriores de Google están mejores porque básicamente no estaban debajo de la pantalla.
Esa decisión de Google se debe muy probablemente, a que la parte frontal del Pixel 5 es la más bonita que hayamos visto en cualquier teléfono de Google, siendo el primer teléfono Android con bordes completamente simétricos en el frontal –si, como el iPhone–. Además, la eliminación del parlante frontal, sumado a que ya no hay sensores de reconocimiento facial ni radares de movimiento, ayudan a que el frontal se vea completamente limpio, que es un detalle menor pero que favorece en el sentido minimalista al diseño del Pixel 5 (que es más o menos la línea de diseño que tiene Google en sus productos). En el frontal no hay nada más que la cámara y la pantalla, y las personas que utilizan harto los parlantes del teléfono, echarán de menos unos mejores.
Por lo demás, el Pixel 5 cuenta con el hardware fundamental en el que los usuarios de un teléfono de gama alta se acostumbra, como la certificación IP68 de resistencia al agua, carga inalámbrica y una excelente pantalla con tasa de refresco alta, pero han dejado de lado algunas cosas interesantes que los Pixel anteriores siempre tenían, como la posibilidad de invocar a Google Assistant apretando el teléfono o el Pixel Neural Core, que permitía, supuestamente, procesar las fotos un poco más rápido y de forma más eficiente.
Si bien no veo que en el Pixel 5 lo anterior sea un problema, si que encuentro un poco decepcionante que quiten este tipo de “exclusividades” a las que, personalmente, me había acostumbrado. Yo creo que con el Pixel 5, a nivel de diseño, claramente se ha querido refinar lo que se hizo y gustó a la gente con el Pixel 4a, un teléfono super similar –no solo en diseño– y que cuesta la mitad. Y lo anterior es un problema en un teléfono de gama alta porque creo que no muchos usuarios de teléfonos de gama alta valoran bien el concepto que ofrece Google.
Pantalla
La pantalla del Pixel 5 es super buena y sigue el mismo buen rumbo que Google tomó con el Pixel 4, tras empezar con muchos problemas en este sentido; que el brillo, que los colores, etc.
El nuevo Pixel cuenta con una pantalla AMOLED de 6 pulgadas que cuenta con una relación de aspecto 19,5:9 y una resolución FHD+, además de una tasa de refresco de 90Hz y para decir verdad, la pantalla se ve muy bien en todo sentido. La tasa de refresco es variable para mejorar la autonomía (aunque se puede forzar a 90Hz permanentes), por lo que el sistema determina cuando es pertinente mantener la tasa de refresco en lo más alto o disminuirla a los 60Hz tradicionales, y para ser sincero, después de utilizar una de estas pantallas, es difícil volver a las tradicionales.
La calidad de la pantalla es super buena, los colores se ven extraordinarios y el brillo es sin duda el más alto en cualquier teléfono de Google, que nunca fueron destacables por verse muy bien a plena luz del sol. Pero también han recortado algo de presupuesto en este apartado ya que el Pixel 5 no cuenta con Ambient EQ, función que en Pixel 4 calibraba ligera y automáticamente los tonos o colores de la pantalla.
Por último, la pantalla cuenta con un agujero para la cámara frontal en la parte superior izquierda, que se ha terminado convirtiendo en mi estilo de cámara frontal favorito, ya que si lo comparamos con un notch o el gigantesco borde que tenía el Pixel 4, el punch-hole se ve mejor y se integra en la barra de estado, otorgándole un mejor diseño al frontal del teléfono. Pero bueno, al final es cosa de gustos.
Rendimiento
El rendimiento de nuestro protagonista ha sido bastante controversial debido a la decisión que ha tomado Google de equipar al Pixel 5 con un procesador Snapdragon 765G y no con el 865, que es con el que cuenta la gama alta actual de Android, e incluso competidores del Pixel 5, como el OnePlus 8T y el Galaxy S20 FE.
Déjame decirte que en mi experiencia, salvo un par de ocasiones en las que el teléfono se me ha hueveado un poco, no he echado de menos un procesador más potente y el teléfono se mueve con la misma fluidez que siempre han tenido los teléfonos de Google. Entiendo que hay gente que pueda sentirse decepcionada porque no será el mejor teléfono para jugar los juegos más potentes ni tampoco será el mejor en los famosos benchmarks, pero es que al final la experiencia del Pixel se trata del software y es ahí en donde el teléfono brilla. De hecho, tras usar el Pixel 5 me he puesto a pensar que los procesadores de gama alta están un poco sobrevalorados.
Se nota que Google ha optimizado el software junto al hardware de excelente forma para que el Pixel 5 tenga un excelente rendimiento en el día a día, es decir, que no haya ralentización al abrir aplicaciones o tomar fotos, o que las apps en segundo plano no se cierren debido a falta de RAM como ocurría en anteriores Pixel. El teléfono cuenta con 8 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento en su única configuración, los cuales no son ampliables con tarjeta microSD, aunque el Pixel 5 es uno de los pocos teléfonos que seguirá contando con almacenamiento ilimitado de fotos en Google Photos.
Software y uso
Por si no te habías enterado, Google siempre ha sido una empresa de software y son los encargados de desarrollar Android, por lo que siempre se espera que los Pixel destaquen a nivel de sistema operativo, interfaz de usuario o en la inteligencia artificial que puede haber no solo en su asistente, sino que en el resto de sus apps. El Pixel 5 no es la excepción y se integra perfecto en el ecosistema que ofrece la empresa.
El Pixel 5 viene con Android 11 con pequeñas personalizaciones hechas por Google en la interfaz de usuario para integrar de mejor forma servicios como Google Assistant, Search o Home, y como todo Pixel, se actualizará en el día 1 a la próxima versión de Android por tres años. El año pasado, estos tres años de updates eran poco discutibles, pero luego de que empresas como Samsung o OnePlus igualaran los tres años de actualizaciones garantizadas, Google debería seguir dando el ejemplo y empezar a ofrecer un poco más para que el margen, si se compara con Apple, no sea tan grande.
Pero bueno, con el software pasa algo un bastante similar al diseño del teléfono, es super simple y minimalista, aquí no tenemos nada de publicidad, ni aplicaciones duplicadas ni funciones que al final nadie termina usando –cof cof Samsung– y la interfaz (llamada Pixel UI) presenta un estilo “puro” de Android con la posibilidad de personalizarlo ligeramente cambiando los colores, la forma de los iconos, la tipografía y la forma de los iconos del sistema.
También tenemos todo lo que ha presentado Google con Android 11, como la posibilidad de controlar todos los dispositivos conectados a la App de Google Home (como luces, TVs, parlantes o incluso la aspiradora) desde el botón de encendido, mejoras importantes a nivel de notificaciones que permiten llevar un mejor control de nuestras conversaciones, la nueva grabadora de pantalla y una serie de funciones inteligentes que permiten, por ejemplo, responder un mensaje usando respuestas automáticas basadas en el mensaje que nos han enviado.
Los controles de medios también han sido retocados y ahora se encuentran ubicados en los ajustes rápidos, y se integran de mejor forma con dispositivos Bluetooth o parlantes WiFi, siendo mucho más consistente al momento de enviar o controlar el contenido de aplicaciones de música o video. Pero algo que me ha gustado mucho, son las sugerencias de aplicaciones en Pixel Launcher, que dependiendo de nuestro uso, nos muestra las aplicaciones que podríamos querer usar en un determinado momento, y la verdad es que funciona super bien.
Eso sí, si bien el nuevo Asistente de Google ya funciona en español, siguen habiendo algunas funciones que destacan sólo en Estados Unidos y que no están disponibles en Chile, como la posibilidad de que el asistente pueda responder llamadas por nosotros automáticamente y dejar en espera al usuario en línea, o transcribir grabaciones automáticamente, notificaciones de temblores y terremotos, entre otras.
Pero en general, es una experiencia super inteligente e intuitiva, en la que hay uniformidad en el diseño del sistema y las aplicaciones, y que sigue la misma “filosofía” de otros productos de Google al ofrecer gadgets simples, bien diseñados, super inteligentes y sobre todo, útiles.
Cámaras
El punto más fuerte de todos los Pixel siempre ha sido la cámara, que gracias a la magia del software de Google ha logrado resultados impresionantes, incluso en situaciones de escasa luz.
Este año y como siempre, Google ha incorporado algunas nuevas funciones en el software de la cámara de los Pixel, permitiendo tomar fotografías en retrato usando la tecnología de Night Sight, han añadido la opción “Luz de retrato” y han hecho retoques al diseño de la aplicación, y el resultado sigue siendo tan bueno como siempre. Pero ese es el problema, las mejoras son muy pocas y el resto de los fabricantes, utilizando hardware más moderno y sensores más grandes, han logrado alcanzar los resultados que Google ha logrado en los últimos años y que tanto nos ha gustado.
El Pixel 5 incorpora el mismo sensor de 12MP que vemos desde hace algunos años en la línea y la verdad es que se sigue comportando igual de bien, las imágenes cuentan con un gran rango dinámico, son super detalladas y ese efecto de apuntar y disparar sigue funcionando igual de bien que siempre, pero hay algunos aspectos en los que el software no puede hacer maravillas y su antigüedad está pasando la cuenta, solo un poco.
Por ejemplo, si bien han habido mejoras en la grabación de vídeo, el Pixel sigue estando por debajo en grabación de video si es que hay menos luz de lo normal porque son sensores muy pequeños y no entra suficiente luz para capturar un mejor video. Lo mismo ocurre con las selfies en el nuevo modo retrato nocturno, en las que los resultados podrían ser mejores con un sensor que capte más luz. Ojo, no estoy diciendo que estas fotos y videos sean malas, de hecho son muy buenas, pero claramente podrían ser aún mejores con una modernización de los sensores.
La cámara frontal también es de 8MP, pero han reducido el ángulo de visión de esta, por lo que ahora entra un poco menos de gente en las selfies.
La principal diferencia respecto al Pixel 4 es que han reemplazado el lente telefoto por uno ultra gran angular que permite sacar fotos con un zoom de 0.6x. Pero bueno, Google sigue ofreciendo Super Res Zoom a pesar de no contar con un lente telefoto y los resultados de las fotos con zoom no están mal, aunque obviamente tener un lente dedicado sería mucho mejor.
Pero bueno, veamos algunas fotografías que he tomado con el teléfono.
En cuanto a la grabación de vídeo han habido mejoras importante, el Pixel 5 ahora es capaz de grabar en 4K a 60 cuadros por segundo y si bien el Pixel sigue estando por debajo de Apple y Samsung por las razones que ya les comenté, Google ha hecho algunas mejoras super interesantes usando software, con cuatro nuevos modos de estabilización: el estándar para movimientos suaves, la bloqueada para tomas lejanas y fijas, la activa para cuando hay mucho movimiento, y el barrido cinematográfico, que utiliza una velocidad reducida y nos da un resultado super suave y atractivo. La opción bloqueada me ha parecido bastante impresionante también, porque se logra un efecto similar a cuando una cámara está en un trípode pero teniéndolo en la mano, aunque no se ve muy bien debido a que la toma debe ser con un zoom de 2x.
Batería
El Pixel 5 posee una batería de 4080 mAh, que es la batería más grande que ha puesto Google en uno de sus teléfonos, y esto resulta interesante porque el Pixel 5 está lejos de ser su teléfono más grande.
Fácilmente vas a lograr llegar al final del día, incluso con un uso intensivo. El Pixel 5 es el primer teléfono de Google con el que he logrado conseguir más de 6 horas de uso de pantalla, y aún así, me sobra batería al final del día.
A pesar de ser un teléfono de aluminio, el teléfono también es compatible con la tecnología Qi para carga inalámbrica y es el primer teléfono de la gran G en ofrecer el uso compartido de batería, que permite cargar otros dispositivos compatibles usando el Pixel 5. Además, esta función se activa automáticamente cuando conectamos el teléfono usando un cable USB-C. Super util.
¿Vale la pena?
El Pixel 5 es el primer teléfono de Google que no falla en ninguno de los apartados importantes que, en mi opinión, debe poseer un buen teléfono. Y si estás decepcionado porque ha habido recortes en el hardware, para mi estos no han sido tan importantes.
Cuenta con un diseño minimalista y súper bonito, una pantalla excelente de 90Hz y que cubre todo el frontal del teléfono, la misma cámara que siempre nos ha gustado, una batería para todo el día, el mismo software con la más reciente versión de Android y características que lo distinguen del resto de teléfonos del mercado, y que en general, ofrece un rendimiento espectacular pese a no contar con el mejor procesador. Sin embargo, a pesar de ser un excelente teléfono, hay algunos detalles que debemos considerar si estás pensando en comprar el Pixel 5.
Lo primero es que Google también ha lanzado al mercado dos teléfonos considerablemente más baratos y que ofrecen una experiencia muy similar. El Pixel 4a y su versión 5G ofrecen el mismo software, rendimiento y autonomía similares, y la misma excelente cámara que el Pixel 5, por lo que si no estás acostumbrado a diseños refinados y características de gama alta, como la alta tasa de refresco, la carga inalámbrica o la resistencia al agua, estos teléfonos son una mejor opción debido a su relación calidad/precio.
Lo segundo es que en el rango de precio del Pixel 5 tenemos dispositivos como los Galaxy S20 FE y el OnePlus 8T, que cuentan con pantallas de 120Hz y mejores procesadores, y al final, si no estás interesado en la experiencia de usuario que ofrece Google y en la integración de su ecosistema, es normal decantarse por estas opciones debido a que técnicamente ofrecen más por el mismo precio.
Yo soy un fan de la línea Pixel, creo que es la mejor experiencia en Android y me encantaría que Google tomara todo lo bueno que se ha hecho con Pixel 5 a nivel de diseño y experiencia de usuario, y nos ofrezca una opción mejorada, con materiales más premium y un hardware sin recortes de presupuesto, aunque no se venda tan bien como sus otros teléfonos.
El Pixel 5 tiene un precio de USD $699 y puede ser comprado en colores Just Black y Sorta Sage, pero no está disponible de forma oficial en latinoamerica.