Review Fitbit Charge 4

La familia Charge ha sido una de las principales responsables de mantener la buena reputación de Fitbit en un mercado que cada vez está más dominado por Samsung, Apple o Xiaomi, lo que le ha valido ser comprada por parte de Google, aunque sin novedades de qué es lo que hará la gran G con la empresa de medidores de actividad física. Fitbit Charge 4 ya está disponible en Chile.

El Fitbit Charge 4 es el nuevo tracker de actividad física de la empresa, que si bien luce prácticamente idéntico que su antecesor —el cual ya analizamos–, incorpora algunas mejoras en su software, como lo es el soporte para Spotify y pagos móviles y por supuesto que también vemos novedades en la medición de actividad, con la inclusión de un GPS integrado.

Estos nuevos añadidos mejoran la experiencia pero también hacen que su precio suba, acercándose peligrosamente a los smartwatch que presenta la competencia e incluso el mismo Versa, uno de los smartwatch de Fitbit. Pero bueno, vamos a ver que tal se comporta.

MOdelo
Fitbit Charge 4
Sensores
Acelerómetro y giroscopio de 3 ejes
Altímetro
GPS integrado
Monitor de ritmo cardíaco 24/7
Medición de sueño
Sumergible
Hasta 50 metros bajo el agua
Medición automática de natación
Pantalla
OLED con escala de grises
Software
Fitbit Pay
Spotify
Notificaciones móviles
Batería
Hasta 7 días

Diseño

El Fitbit Charge 4 ocupa prácticamente el mismo que ya vimos en la versión anterior, con un cuerpo en color negro y un botón táctil en la parte izquierda que es sensible a la presión y sirve para controlar la interfaz de usuario.

El cuerpo del medidor es bastante pequeño, sus dimensiones son de 38.8 x 22.7mm y su grosor es de 12,5mm, por lo que no molesta para nada estar con el dispositivo puesto durante todo el día y la noche.

El tracker cuenta con dos versiones: la normal, la cual es la que yo he utilizado en este review, que viene en Negro o Rosewood y la Edición Especial, que cuenta con un color grafito reflejante y una correa extra de nylon que puede servir para ocasiones de mayor formalidad. Además, todas las correas de Charge 3 son compatibles con la nueva versión e intercambiarlas es sumamente sencillo gracias al mecanismo propio integrado por Fitbit.

En la parte posterior, la cual es curva, se ubica el sensor de ritmo cardíaco, el cual funciona durante todo el tiempo que esté en la muñeca y en el frontal se ubica su pantalla, acompañado del logo de la empresa.

Pantalla

La pantalla de nuestro protagonista es una pantalla OLED de 1 pulgada, con una resolución de 160×100 pixeles, la cual lamentablemente sigue siendo en escala de grises, por lo que no reproduce color. Digo lamentable porque la competencia ofrece trackers con pantallas a color e incluso a un precio menor, y tratándose de la cuarta versión de Charge, ya era hora de un cambio.

Pero no importa, la pantalla se ve muy bien a plena luz del sol, a pesar de su tamaño es fácil de navegar, cuenta con un sensor de luminosidad en la parte frontal y la verdad es que la elección del blanco y negro beneficia al consumo de batería, por lo que no molesta para nada.

Sistema operativo

La interfaz de Charge 4 es prácticamente lo mismo que hemos visto en los smartwatch y trackers de la empresa durante los últimos años, es decir, tenemos un inicio con una caratula de reloj que nos muestra en vivo la información de actividad más importante del momento y que podemos personalizar con diferentes carátulas.

Si deslizamos hacia abajo encontraremos las notificaciones de nuestro teléfono, que podemos activar para cualquier app, pero que destaca con las aplicaciones de mensajería, correo electrónico y el calendario. La integración de las notificaciones también ha mejorado, ya que ahora se nos muestran las acciones rápidas que ofrece Android, como poder marcar como leída una conversación o contestar con mensajes predeterminados, pero las conversaciones aún no se agrupan, por lo que si recibimos 10 mensajes de una persona, nos aparecerán 10 notificaciones en vez de una sola con los mensajes dentro, como debería ocurrir. El motor de vibración es bastante bueno, ya que entrega la potencia necesaria sin hacer mucho ruido y en un wearable, eso siempre se agradece.

Abajo de la carátula de reloj se encuentra el menú Hoy, en el que podemos visualizar todas las mediciones que ha realizado el reloj a lo largo de las 24 horas del día, ya sea la actividad física, sueño o la salud femenina, pero también podremos mirar contenido como la nutrición e hidratación, al igual que en la aplicación de Fitbit.

Si deslizamos a la izquierda, accederemos a las aplicaciones disponibles, las cuales son pocas, pero todo lo necesario que necesitamos en un tracker, incluida la aplicación de Spotify que debuta en Charge 4 –funcionando solo con el teléfono conectado–, y Fitbit Pay para hacer pagos móviles utilizando la pulsera, servicio que es compatible con BCI, Falabella y Ripley, al igual que Google Pay.

El botón lateral de la pulsera sirve para volver atrás o si lo dejamos mantenido, acceder al modo no molestar o el modo sueño, que silencia las notificaciones y desactiva la pantalla durante la noche, y también como acceso directo a Fitbit Pay.

Medición de actividad

Fitbit ya nos tiene acostumbrados a ofrecer una excelente y muy completa medición de actividad física y el Charge 4 no es ninguna excepción. El dispositivo lleva seguimiento automático de toda la actividad que realizamos mediante el uso de los sensores que lleva en su interior, y es capaz de medir los pasos, minutos activos, distancias recorridas, calorías quemadas, entre otros datos, y haciendo uso de su sensor de ritmo cardíaco, puede llevar seguimiento de la salud femenina y la calidad del sueño. Muy completo y además, de las mediciones ya hemos hablado mucho en reviews anteriores de Fitbit.

De forma predeterminada, la pulsera te notificará mediante vibraciones el estado de tu día, por lo que si no te has movido nada a determinada hora del día, el reloj empezará a motivarte para que empieces a realizar actividad física. Una vez que y hemos empezado a movernos, la vibración seguirá siendo importante debido a que nos notificará cuando estemos en zonas quemagrasa, cardio o frecuencia cardíaca máxima.

Por otra parte, si empezamos a realizar actividad física, ya sea una caminata, una salida en bicicleta o una sesión de natación, el reloj es capaz de detectarlo automáticamente solo si lo hemos hecho durante 10 minutos o más, y todo quedará registrado en la aplicación de Fitbit, que además será la encargada de ofrecernos datos más específicos e incluso, gráficos de nuestro ritmo cardíaco y de todos los datos que es capaz de medir. El objetivo siempre será que te muevas más.

La principal novedad en este apartado es la inclusión de un GPS integrado, por lo que ya no será necesario llevar el teléfono contigo para hacer seguimiento de tus rutas al salir a hacer actividad física.

En este punto, cabe destacar un par de cosas, lo primero es que la autonomía de la batería sufre bastante al utilizar el GPS integrado, agotándola en unas 5 horas como máximo y por otra parte, debemos iniciar manualmente la actividad que queramos realizar desde el reloj para que se nos muestren el mapa junto a los gráficos de ritmo y distancia de las carreras. Eso si, ahora podemos llevar seguimiento de actividades outdoor, como el esquí y el kayak. Cabe destacar que la familia Versa –los smartwatch de Fitbit– no incluyen un GPS integrado y verlo integrado en Charge 4 sorprende de alguna forma.

Batería

Parte importante de la efectividad que pueda tener la medición de actividad y sueño es la batería, es bien molesto andar cargando wearables durante todas las noches y no poder medir nuestras horas de sueño y eso, Fitbit lo sabe muy bien.

La empresa promete hasta 7 días de duración de batería y las cumple, he tenido que cargar la batería al séptimo día, aún teniendo un 15% de batería restante, por lo que para nadie no debería ser un problema.

Eso si, cabe señalar que el método de carga sigue siendo a través de pins que debemos conectar usando el cargador tipo clip que incorpora, y me parece que ya es hora de empezar a modernizar este sistema y pasarse a la carga inalámbrica. Tener la posibilidad de cargar el dispositivo con tan solo dejarlo en un cargador debería ser un estándar, al igual como está ocurriendo con los audífonos inalámbricos y los smartphones.

¿Vale la pena?

Si bien a nivel de diseño la única evolución que ha habido respecto a su antecesor está en la correa de nylon de la Edición Especial, el Fitbit Charge 4 incluye algunas mejoras importantes a nivel de software que siguen posicionando a la familia Charge como una de las más destacadas en el mundo de los trackers.

Respecto a su pantalla, si bien no es para nada necesario en este tipo de productos, la inclusión de una pantalla a color hubiese estado muy bien considerando que empresas como Xiaomi ofrecen trackers de actividad física, con casi las mismas características de medición, con pantallas a color y a un precio mucho menor.

La incorporación de la aplicación de Spotify me parece un excelente añadido a un tracker que ya hacía muchas cosas bien si lo comparamos con un smartwatch. Además, Fitbit Pay es uno de los primeros servicios de pagos móviles en wearables disponibles en Chile.

Pero bueno, uno compra un tracker por la calidad de su medición de actividad física y el Charge 4 la rompe en ese sentido, contando con todos los sensores necesarios para realizar una medición destacable e incluso ahora siendo capaz de saber donde estás sin necesidad de usar tu teléfono, gracias al GPS integrado.

Sin embargo, su precio de CLP $159.990 para la versión normal me parece excesivo considerando que podemos encontrar smartwatch –no trackers– de otras empresas y de la propia Fitbit a un precio similar. Si lo ves en oferta, super recomendado.

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