Famicom Detective Club está de vuelta, pero esta vez con la adición de Emio. En esta entrega, se nos entrega una novela gráfica que promete un giro a la madurez en esta serie de juegos que nunca se ha caracterizado especialmente por un estilo de terror.
Esta novela visual llega de sorpresa, y tras una serie de teasers que nos dejaron perplejos. Y acá pasamos a revisarlo en extenso.
El juego pertenece al estilo de las novelas visuales de misterio. Y para quienes no estén al tanto, esta serie de novelas visuales de investigación es obra de nada menos que Yoshio Sakamoto. Sakamoto es uno de los principales artífices de algunos de los logros más importantes de Nintendo como las series de WarioWare o Metroid. Sin embargo, su obra más personal y querida es esta serie de videojuegos de temática criminal en la que hay que desentrañar intrigas y misterios aparentemente inextricables intentando recolectar pistas, interrogatorios y deducciones lógicas.
La serie de Famicon Detective Club no es nueva, y ya existe en la Nintendo Switch una versión remasterizada de las dos primeras entregas de la franquicia. Pero acá, Sakamoto regresa con un nuevo episodio que reintroduce los fundamentos jugables de la serie y los inserta en un argumento de tintes oscuros en el que nada es lo que parece.
Emio – El Sonriente: Famicom Detective Club es también un espléndido cuento de videojuego con tintes muy oscuros. La creación de Sakamoto esta vez nos lleva a un maravilloso paso atrás en el tiempo, a un Japón sin adornos, básico y bellamente minimalista, con una estética que retrata de manera perfecta los años ochenta.
Al igual que en los juegos anteriores, esta vez encarnamos al joven ayudante del gran detective Shunsuke Utsugi. Propietario de la agencia de detectives del mismo nombre , es el hombre que está detrás de algunos de los casos más inquietantes de la historia reciente de Japón.
¿Conoces a Emio – El hombre sonriente?
El juego nos centra en la pequeña ciudad de Kofuku en Japón, que se ve repentinamente conmocionada por el atroz asesinato de una joven estudiante de secundaria, estrangulada y abandonada cerca de una aislada fábrica de agua en los suburbios. Acá vamos a tomar el papel de un investigador privado que ha sido contratado para resolver este misterio junto a nuestros compañeros y jefe.
Pero este no es un crimen cualquiera, y es que el detalle más escalofriante de esta historia es que la víctima ha sido encontrada con una bolsa de papel en la cabeza con una sonrisa dibujada encima. Este detalle relacionará el crimen con la obra de un asesino en serie de los ochenta que se encuentra activo en la ciudad, pues nunca fue llevado ante la justicia.
Entonces, se nos introdiuce la leyenda de Emio, el Hombre Sonriente. De quien se dice que aparece en situaciones de especial tristeza a niñas para arrancarles la vida y dar, en sus palabras “una sonrisa eterna”.
Será responsabilidad nuestra develar si es que estamos ante un asesinato verdadero, o si la leyenda de Emio es solo eso. Pero también podría haber un giro adicional. Todo es posible en esta aventura en la que tú estarás encargado de formar tu camino para conocer la verdad.
Protagonista, colegas y amigos
Como mencioné, la idea es predecir los movimientos de esta figura tan críptica e inescrutable antes de que vuelva a atacar. Dependerá de nosotros y de nuestros colegas el aclarar y disipar todas las dudas que se ciernen sobre el pueblo de Kofuku y, de este modo, poner fin a un enigma que ha perseguido a la ciudadanía durante décadas.
A medida que avancemos iremos conociendo cada vez más detalles del criminal, pero también del pasado de la ciudad y sus habitantes. Iremos descubriendo poco a poco los giros y sorpresas que existan, que están eficazmente situados dentro del estilo narrativo.
El juego se siente como si estuviéramos en primera persona frente a una historia de misterio y terror, que evoluciona constantemente. Y donde incluso los extras pueden esconder insospechadas visiones psicológicas.
Los ritmos de diálogo pueden llegar a ser lentos, pero eso se puede cambiar en el menú principal antes de empezar el juego. Quienes decidan embarcarse en este oscuro viaje se encontrará ante una historia hábilmente escrita y puesta en escena, realzada por acertadas visuales.
Personalmente, yo no soy un fanático de este tipo de juegos. Nada más alejado de mi gusto, en realidad. Pero Emio – El Sonriente: Famicom Detective Club es una historia tan bien contada y tan bien narrada que hasta el detractor más intenso de este tipo de novelas quedará enganchado.
Jugabilidad y narración
Desde un punto de vista narrativo, nuestro detective tendrá que reunir el mayor número posible de pistas que puedan conducirle a la verdad. Los diálogos, sin embargo, huyen de la habitual configuración de elección múltiple y adoptan un estilo similar al de las anteriores iteraciones de la franquicia.
Por ejemplo, una vez iniciada la conversación, nos encontramos ante un gran menú de interacción, repleto de acciones que podemos tomar. Éstas van desde el de “Preguntar/Escuchar”, que nos permite profundizar en algunos de los pasajes cruciales de la conversación, hasta la opción «Pensar», donde el personaje nos sugiere el siguiente movimiento a realizar para avanzar en la narración.
También existe un botón de “Mirar”, mediante el cual podemos centrar nuestra atención en el entorno circundante para captar sus secretos o en los interlocutores para captar sus expresiones faciales. También existirá el comando dedicado al teléfono móvil, el que se nos entrega en un principio y con el que se pueden intercambiar puntos de vista incluso con personajes alejados de la escena.
Pero esto no es todo, pues al final de cada capítulo hay un momento de «deducción». Acá, el protagonista tendrá que examinar todas las pistas y pruebas recogidas durante el mismo para poder empezar a formular una hipótesis y una acusación.
La narrativa se mantiene fresca usando el recurso de mantenernos activos. No será poco común que existan lugares donde tengamos que introducir palabras a través del teclado interno de la Nintendo Switch para completar frases y ayudar a nuestro valiente detective a sacar sus propias conclusiones. Esto se hace para evitar que sintamos que estamos ante un juego donde solamente estaremos apretando el botón A todo el tiempo.
De vital importancia también es revisar el cuaderno virtual que resume todos los descubrimientos realizados. Esto nos permitirá repasar a voluntad la información sobre los personajes implicados. Sin embargo, a pesar que el sistema pueda parecer complejo, la obra es en realidad tremendamente inclusiva, y será apta incluso para un público menos acostumbrado a este tipo de novelas.
Ojo, acá no estamos ante un juego donde podamos perder. La narración adopta una filosofía que, en caso de deducciones inexactas, se limitará a corregir la trayectoria de la historia mediante diálogos específicamente diseñados para reconducir la trama. Esto es particularmente evidente durante las exploraciones, en las que seguramente te encontrarás con punto muerto. Recuerda que es de vital importancia el botón de “pensar”, pues si no sabemos qué hacer, generalmente acá estará la pista que nos llevará a la solución.
Los distintos rostros de la aventura han sido hábilmente caracterizados en términos de profundidad tanto psicológica como estética. Musicalmente estamos ante un juego de alta calidad, donde se logra caracterizar cada fase del juego de manera correcta.
A medida que avanza el juego, te darás cuenta de la lógica que dirige el flujo de cada entrevista. Un pequeño tip. Acá la clave no está es ver las interacciones como un flujo predeterminado de un videojuego de este estilo. No se trata de presionar el botón Hablar a cada rato para obtener una pista. Piensa como una suerte de detective real e intenta sacar declaraciones a los testigos.
Al fin y al cabo, las conversaciones reales no siguen un hilo fijo. Podemos ver como saltan de un tema a otro, se desvían o se inspiran en un nuevo acontecimiento. Cuando un testigo se calla, hay que invitarlo a hablar nuevamente. Observa cada detalle, y busca pistas desde el suelo hasta los escritorios o ambientes.
En términos de duración, Emio – El Sonriente: Famicom Detective Club te tomará cerca de 15 horas. Todo esto dependiendo de la velocidad en la que tengas los diálogos. La buena noticia, es que la hora pasa volando cuando estás enganchado tratando de resolver este misterio entrevistando personas, alumnos, detectives, taxistas y más.
¿Vale la pena?
Emio es una novela de misterio bien escrita que incluye suficientes elementos interesantes como para que el lector quede absorto en el desarrollo de la trama como para que le importe que el juego sea un poco opaco. Una vez en el interrogatorio de un testigo, la opción de viajar a otro lugar esté bloqueada hasta que hayas conseguido todas las pistas. Esto evitará que te saltes la narración o termines perdido. No estamos ante una obra digna de Stephen King, ni ante un misterio de Agatha Cristie. Acá se presenta algo menos complejo, pero disfrutable.
La novela puede tener defectos, pero será difícil pasar por alto a la sensación de inmersión, gracias en a un formidable reparto de voces que ofrece un doblaje completo en japonés, animaciones pulidas y un acabado visual de alta definición muy apreciable.
No estoy seguro si es que este juego logrará convencer a quienes no les gusta este género de cambiar su opinión. Pero acá estamos ante una buena aproximación de lo que puede llegar a lograr una narración bien adaptado a un juego. Yoshio Sakamoto nuevamente logra una gran historia, una que vamos a poder disfrutar de principio a fin. Y para quienes sean amantes del género, entonces estamos ante una tremenda alternativa. No voy a hacer spoilers, pero prepárate para el final, el que no va a dejar satisfecho a todo el mundo.
Emio – El Sonriente: Famicom Detective Club tiene un precio de USD $49.99, y en Chile cuesta CLP $48.990. Puede ser un precio que aparte a muchos de aventurarse a este género, pero existe una demo en la eShop para que veas si te gusta, o si te engancha el juego. Si lo hace, entonces pagar este precio no será una mala decisión.