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Review Death Stranding 2: On the Beach para PlayStation 5

Hablar de Hideo Kojima es hablar de una leyenda viva de los videojuegos. Tras su abrupta salida de Konami, el genio detrás de Metal Gear Solid renació fundando Kojima Productions. Su primer fruto, Death Stranding, fue una obra extraña, profunda y divisiva. O la amabas por su originalidad, o la abandonabas por su ritmo pausado.

Con Death Stranding 2: On the Beach, el estudio llega con una confianza arrolladora. Y tras más de 75 horas de juego, entiendo perfectamente por qué. Estamos ante una secuela impresionante que no solo expande las ideas del original, con una historia incluso más extraña, pero que las perfecciona, entregándonos una de las mejores obras de su creador hasta la fecha.

Título
Death Stranding 2: On the Beach
Consola
PlayStation 5
Desarrollador
Kojima Productions, PlayStation Studios
Fecha de lanzamiento
26 de junio de 2025

Una historia más íntima

La narrativa continúa la aventura de Sam Porter Bridges, quien vive autoexiliado en la frontera con México junto a Lou. Su retiro es interrumpido por Fragile, quien con su nueva empresa «Drawbridge» le encarga una misión gigante: conectar México y Australia a la red quiral para evitar, una vez más, el Death Stranding.

Regresan personajes icónicos como Fragile y Heartman, junto al inolvidable villano Higgs. A ellos se suman caras nuevas como Tarman, el misterioso Neil (con un sospechoso parecido a Solid Snake) y, sobre todo, Dollman, una marioneta animada en stop-motion que se roba el show con su impacto en la jugabilidad y la trama.

Una de las mejoras clave de la narrativa es que, al estar las bases del universo ya sentadas, la historia va más al grano y se centra en las relaciones personales. Por supuesto, el Sello Kojima está presente en una trama compleja, con nombres y escenas absurdas y giros de guión que te harán explotar la cabeza.

Al principio se te mostrará un resumen con los eventos del primer juego, y además, ayuda demasiado la incorporación del “Corpus”, un menú en el que se te explica con lujo de detalle todo el lore del juego, para no perdernos en los plot twist característicos del director.

Obviamente no puedo hablar con spoilers, pero si eres fanático de la saga Metal Gear, Death Stranding 2: On the Beach se siente de manera muy similar a Metal Gear Solid 4, con un montón de revelaciones y largas escenas cinemáticas que elevan las emociones que, de por si, ya ofrece el gameplay y con un final realmente impresionante a nivel visual y jugable.

Pero más importante aún, es la capacidad que tiene el juego en equilibrar conceptos de ciencia ficción muy alejados de lo humano, con un núcleo emocional que sí que es muy humano. La conexión entre Sam y Lou, que sigue siendo el corazón conmovedor de la narrativa, se desarrolla y profundiza de manera perfecta.

Perfeccionando el arte de los repartos

La base jugable se mantiene: transportar carga a través de un mundo abierto para conectar zonas a la red quiral. Aquellos que no disfrutaron de este «walking simulator» probablemente tampoco lo hagan ahora.

Sin embargo, para los que sí nos gustó o conectamos con esa idea, la experiencia es mucho mejor desde el primer minuto, no solo por su mejorado sistema de combate y sigilo, sino que los recorridos son más largos y desafiantes, las formas de movernos son más variadas y el mapa de Australia se siente muchísimo más vivo que el Estados Unidos del primer juego.

El servicio online también ha sido mejorado. Dejar herramientas, construir puentes o refugios para ayudar a otros jugadores sigue siendo una parte fundamental y muy gratificante de la experiencia, aunque lo único que ganemos sean unos cuantos likes que no sirven para nada. 

También se ha eliminado el absurdo sistema de correos electrónicos usado en el primer juego (que nadie nunca leyó debido a lo extenso que eran), para ahora tener un “servicio de hebra social” en el que podremos ver mensajes breves de todos los personajes que vayamos encontrando.

Por otra parte, además de colaborar para construir carreteras, en esta segunda entrega se puede construir un nuevo sistema de monorriel por todo el continente para un transporte más rápido de carga pesada.

Y para los más flojos, en todo momento podemos acceder a la nave DHV Magellan, salvo cuando el juego lo prohíbe por motivos narrativos. Esta nave funciona como base de operaciones de Sam y Drawbridge, por lo que podemos mover carga y hacer entregas con viajes rápidos, que no nos darán el mismo nivel de recompensa y marcaran las misiones de forma distinta a los rangos S, A, B y C. 

Un mundo vivo, reactivo y muy peligroso

Aquí es donde el juego da un salto de calidad brutal debido a que el mapa en sí ahora es un obstáculo en muchas ocasiones. Ahora tenemos eventos dinámicos como terremotos que abren grietas, inundaciones repentinas que te obligan a buscar rutas altas, incendios forestales que obstruyen el paso de Sam y tormentas de arena que reducen la visibilidad a cero.

A esto se suma un ciclo de día/noche y clima funcional, donde el calor y el frío afectan a Sam y a la carga, obligando a planificar cada salida. Es un mundo que no perdona, donde las estructuras que construyes pueden ser destruidas por estos eventos, forzándote a adaptarte y reconstruir constantemente.

Sistema de combate renovado

Si el combate del primer juego era su punto más débil, aquí recibe la mayor evolución. Death Stranding 2 se transforma en un completo juego de acción y sigilo. Sam ahora es un soldado y cada enfrentamiento es una oportunidad para experimentar.

¿Quieres jugar al más puro estilo Solid Snake? Ningún problema, ya que se puede limpiar campamentos enteros usando un arsenal de armas y herramientas no letales, armas con silenciador y bombas de sigilo que distraen a los NPC. Incluso te puedes esconder en la hierba para eliminar a enemigos por sorpresa.

El sigilo no llega al nivel de MGSV porque no nos podemos arrastrar por el piso y tampoco es el objetivo del juego, pero la acción y tiroteos sí que se acercan a la antigua saga de Hideo Kojima.

El sistema de disparo es muy satisfactorio, haciendo que los tiroteos sean más peligrosos debido a la variedad de enemigos. Lo mejor es que estas diferentes formas de enfrentar los combates se aplica tanto a los enemigos humanos como a los encuentros con los BT (o EV, los fantasmas, pues) y una que otra sorpresita.

Pese a su excelencia, hay que advertir que estos enfrentamientos pueden frenar un poco el ritmo de las entregas, exigiendo tiempo y estrategia que no siempre se ve recompensado con grandes recursos.

Un nuevo techo gráfico en PlayStation 5

Visualmente, Death Stranding 2 es una obra maestra. Utilizando el Decima Engine (el mismo de Horizon Forbidden West), Kojima Productions le saca todo el jugo a la PlayStation 5.

La dirección de las escenas cinemáticas te traerá muchos recuerdos si es que jugaste a juegos anteriores de Kojima y todo se mueve con una fluidez notable, ya sea en el «Modo Calidad» a 30 fps o en el «Modo Rendimiento» a 60 cuadros por segundo.

El diseño de sonido, las actuaciones de voz de primer nivel y una banda sonora por parte del músico francés Woodkid, que sabe cuándo ser épica y cuándo ser emotiva terminan de redondear una propuesta audiovisual que es de lo más impresionante que he visto en la historia de los videojuegos.

¿Vale la pena?

Death Stranding 2: On the Beach no es una secuela más; es la culminación de una visión única de un creador extraordinario, con una propuesta atrevida que no le pidió permiso a nadie tras su despido de Konami. ¿Vale la pena? Rotundamente sí, es un candidato seguro al mejor juego del año.

Si como yo, conectaste y pudiste terminar el primer juego, esta entrega es todo lo que esperas. Expande el universo de formas impresionantes, profundiza en las relaciones de sus personajes de una manera muy emotiva y pule cada mecánica, sobre todo con el sistema de combate y un mundo con más posibilidades, hasta dejarlas casi perfectas.

Sin embargo, hay que ser claros: no es un juego para todos. Su ritmo pausado y su densa historia seguirán siendo una barrera para algunos, habiendo muchos conceptos que debes conocer de antemano. Es decir, debes entender lo que es la Playa, un BB, un EV, o bien que Sam sea un «repatriado», por nombrar algunos conceptos.

Creo que aquí Kojima no busca convencer a los que no les gustó el primero, para nada. Lo que ha hecho es premiar a los que creímos en su propuesta, entregándonos una de las secuelas más ambiciosas y memorables de esta generación. 

Estamos ante una obra maestra que demanda paciencia, dedicación y horas de juego, una atención casi exclusiva. Si lo haces, la recompensa es un viaje hermoso, inquietante e inolvidable que demuestra que no existe nada en el mundo de los videojuegos comparable a Death Stranding —como en su momento lo fue Metal Gear Solid—.

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