Miércoles, 11 de la mañana en Chile, Samsung ponía en marcha el lanzamiento de sus nuevos smartphones en nuestro país, paso importante si consideramos que sucedía en paralelo con Estados Unidos, Corea e Inglaterra, entre otros.
Tras el anuncio pudimos pasar a la sala de experiencia, donde pudimos poner nuestras manos sobre el Galaxy S6 y su hermano gemelo curvado, el Galaxy S6 Edge. Les contamos nuestras primeras impresiones.
Samsung Galaxy S6
En el entorno cercano de la surcoreana se hablaba de este proyecto como un nuevo inicio y efectivamente así ha sido. Samsung ha entendido lo que el usuario quería y se lo ha entregado a su estilo. A primera vista vemos un diseño muy elegante, que no abandona la la esencia de la compañía pero que si da un toque rejuvenecedor. La sensación de tenerlo en la mano es muy premium, lo que resulta tras una muy buena elección de tamaño, materiales y el como utilizarlos en conjunto.
Pero la sorpresa más grande llegó al desbloquear el equipo: Touchwiz. La interfaz de Samsung ha sido completamente renovada, simplificando lo que antes era complejo y eliminado lo que antes era innecesario. Además, ha tomado como base la nueva linea de diseño que busca establecer Google a través de todas sus plataformas. Quizás la mejor noticia fue que no nos encontraremos con todas esas aplicaciones pre-instaladas como en versiones anteriores, solo lo justo y necesario.
Pudimos probar la cámara y los resultados, a simple vista, son excelentes. La velocidad de obturación en condiciones de pocas luz sorprendió a todos los asistentes. Creo que al fin Samsung ha dado el gran salto que todos esperábamos desde hace un par de generaciones atrás. Esto no solo ocurre con el sensor principal de 16MP, ya que el frontal -de 5MP- también obtuvo resultados muy por sobre la media.
Samsung Galaxy S6 Edge
Este dispositivo se robó la atención de todos en el evento. Internamente es igual al recién mencionado pero varía su diseño y funcionalidades en el exterior, esto porque presenta una pantalla curva en ambos costados del teléfono. Hay que decir que el aspecto es realmente glorioso.
El no tener bordes asegura una serie de agregados, como notificaciones personalizadas -con colores- y accesos directos a contactos y aplicaciones. Eso si, sacrifica la comodidad de tenerlo en la mano comparado con el Galaxy S6 original.
No soy nadie para decir si vale la pena o no pagar lo que cuesta este teléfono inteligente y dependerá de cada uno saber si le sacará provecho a esta novedad que, para muchos, cumple con fines netamente estéticos.
Esperamos tener dentro de las próximas semanas nuestras unidades para realizar un completo review de ambos en el que podrán solucionar todas las dudas que tengan. Si tienen alguna ahora mismo, no duden en plantearla en los comentarios.