A inicios de este año comenzamos a ver el auge de los teléfonos móviles con una pantalla capaz de reproducir contenido HDR. El Samsung Galaxy S8 (y el Note 7 del año pasado), el Sony Xperia XZ Premium y el LG G6 —y quizás cuantos otros más que veremos a medida que avanza el año–, son los primeros móviles en ofrecernos una experiencia más rica en cuanto a contenido.
Sin embargo, el tema del HDR (High Dynamic Range en Inglés, o Alto Rango Dinámico) no es algo nuevo, de hecho se utiliza bastante en la fotografía y en los videojuegos, especialmente para captar más detalle en una imagen.
El día de hoy nos centraremos en dos cosas: la fotografía HDR, y las pantallas HDR aplicadas en los teléfonos móviles, y cómo estas se diferencian de cierta manera, a pesar de llevar el mismo nombre.
¡Comencemos!
Oye oye, despacio cerebrito…
Antes que nada, hay que entender un concepto fotográfico bastante importante: el Rango Dinámico, el cual se define como la capacidad de captar detalles tanto en los tonos claros (altas luces), como en los tonos oscuros (sombras).
No voy caer en tecnicismos, pero un ejemplo práctico de esto aplicado en los teléfonos móviles, es cuando nos encontramos frente a un bonito atardecer acompañado de una buena vista de la ciudad. La foto ideal sería que tanto el atardecer como la ciudad se vieran perfectamente en la imagen, pero para decepción nuestra, nuestro teléfono tiende a hacer dos cosas:
- El cielo sale correctamente expuesto y detallado, pero la ciudad sale completamente oscura, sin ningún detalle.
- La ciudad sale detallada y con buenos tonos, pero el cielo sale completamente quemado (con mucha luz), y sin ninguna tonalidad.
Esto se explica porque los teléfonos tienen un rango dinámico bastante bajo, mientras que la escena exige un rango dinámico mayor para que sea correctamente expuesta. Esto sucede no sólo con la cámaras de los móviles, sino que también con cualquier cámara en general.
Aquí es donde el HDR entra en acción
Habiendo explicado esto, el HDR se define entonces como un mejoramiento del rango dinámico, en donde se utilizan varias imágenes con distinta exposición para obtener una fotografía con mayor detalle tanto en las altas luces, como en sombras.
Es importante recordar que este es un proceso que se realiza por software, es decir, requiere que el teléfono procese y una las imágenes antes de ofrecernos la foto final, por lo que capturar una fotografía en HDR puede resultar algo lento si queremos inmortalizar un momento espontáneo.
¿Y cómo se aplica esto en las pantallas?
Es curioso, pero cuando hablamos del HDR en las pantallas, nos estamos refiriendo a algo un tanto distinto a lo vimos en la fotografía.
Y es que el objetivo de éstas no es más que mostrarnos una imagen más fidedigna a la realidad, es decir, reproducir una imagen que sea bastante similar a cómo nosotros lo veríamos con nuestros ojos en vivo.
Esto se traduce en pantallas capaces de reproducir una mayor cantidad de colores que los paneles convencionales, también ofrecen una mayor cantidad de brillo, y por consiguiente, un mayor contraste entre los tonos claros y oscuros, lo que significa que tendremos colores oscuros y claros más puros.
Pero todavía falta algo importante…
¿De qué serviría tener semejante panel si no tenemos contenido para reproducir? Bueno, en ese aspecto todavía seguimos al debe. Si bien los televisores capaces de reproducir contenido en HDR ya llevan un par de años en el mercado, el contenido todavía no es algo que se ha masificado.
Tener un panel HDR no significa que todo el contenido que tengamos (dígase videos, fotos, series, etcétera) se verá automáticamente mejor, ya que se necesita que éste también esté realizado para verse en HDR.
Algunos servicios de series y películas, como Netflix o Amazon Prime Video, ya están ofreciendo contenido propio en HDR, pero eso no resulta suficiente como para masificar la tecnología. Al igual como sucedió con el 2K ó 4K, hay que esperar un poco de tiempo a que todo esto empiece a llegar al publico masivo.
Los teléfonos podrían ser una gran ayuda
La entrada del mundo móvil a esta tecnología puede ayudar de cierta manera a reducir un poco este tiempo de espera, ya que –en mi humilde opinión– las personas tienden a renovar mucho más seguido su smartphone que su televisor.
La masificación de esta tecnología crecería exponencialmente más rápido a medida que más fabricantes la incluyan en sus próximos dispositivos, si ven que los usuarios sí están interesados en adquirir un dispositivo con estas características.
Si bien puede parecer un pensamiento banal, es importante recordar que varias tecnologías se han visto masificadas gracias a su paso por los teléfonos móviles, incluyendo la fotografía en HDR.
El HDR en las pantallas es un gran avance, e incluso se asegura que el nivel de mejoramiento en la imagen es mucho más notorio que realizar un simple cambio de resolución (como por ejemplo, de 1080p a 4K), por lo que tan solo es una cuestión de tiempo para que esto se expanda, siempre y cuando termine convenciendo a las grandes masas, y obviamente, a más fabricantes de teléfonos.