A veces el mundo está mal, y estas son las noticias en las que no entendemos el límite — que rompe el deseo — de la estupidez humana al que podemos llegar.
En China, el año pasado unos padres de 19 años a falta de dinero urgente, pusieron en venta en el sitio QQ a su hijo recién nacido por la suma de 23.000 yuanes (unos 2 millones 400 mil pesos chilenos). La venta se concretó, y el comprador desconocido afirmaba que estaba comprando el niño para su hermana. Los padres luego de vender a su hijo, realizaron la compra de un iPhone y una moto. Sí, un iPhone y una moto a cambio de un hijo.
El padre del niño aún no había terminado la escuela secundaria, mientras que la madre era menor de edad y estaba por debajo de la edad de consentimiento cuando el niño fue concebido.
La madre, más tarde localizada por la policía, fue detenida. En su declaración señaló:
«Yo misma fui adoptada, y muchos en mi ciudad venden a sus hijos, por la falta de recursos. Realmente no sabía que era ilegal».
Tanto la madre como el padre han sido condenados, pero las sanciones no fueron suficientemente altas, ya que el juez se refirió a que sus difíciles circunstancias sociales y económicas jugaron un papel en su decisión. El padre deberá cumplir una pena de tres años de prisión, mientras que la madre recibió una sentencia suspendida de dos años y medio.
El niño aún se encuentra bajo la tutela de la hermana del comprador, y parece que seguirá siendo así, ya que en todo el juicio jamás se informó sobre la tutela de él.
Lo más impresionante es el juez trate de entender y juzgar a los padres a favor y compasión de su estado social, pero no sobre su estado mental. Ya que la venta del niño no fue por pan y comida, sino por una prioridad frívola y totalmente absurda.
Pero bueno, son las leyes y prácticas de un país totalmente diferente al nuestro.