Soy un tipo fanático de la tecnología como pocos, tan fanático que a veces encuentro utilidad a ciertos artefactos que realmente terminan siendo innecesarios para el común de la gente. Con el lanzamiento de los relojes inteligentes pensé que sucedería lo mismo.
Mi primer encuentro con Android Wear -y hablo solo de este sistema operativo porque es lo más maduro que puede ofrecer este novedoso mercado- fue esporádico, sorprendente y decepcionante a la vez. Creo que Google lanzó un producto que no estaba terminado, con el objetivo de ser el primero, quizás. Esto provocó emoción por parte de aquellos que necesitaban algo nuevo, pero también causó una duda en todos aquellos que dudaron de su utilidad.
Pasaron los meses y la gran G actualizó considerablemente Android Wear, agregó características necesarias y logró hacer madurar aún más su versión portable. Dicho todo esto, y gracias a los chicos de Motorola Chile, decidí darle una segunda oportunidad a través del Moto 360.
Luego de usarlo por una semana, reformulé mi idea sobre los relojes inteligentes. Creo que el mercado tiene una orientación correcta, que efectivamente tiene un público que está dispuesto -y quiere- consumir este producto, pero tan solo no soy yo. Estoy seguro que mi pensamiento representa a muchos y también va a contradecir a otros tantos.
Hubo una serie de cosas que me incomodaron, desde cargar dos dispositivos en vez de uno hasta el simple hecho de ocupar algo en la muñeca, ya que nunca he usado reloj. Por otro lado, la poca uniformidad respecto a las opciones que ofrecen las aplicaciones en el reloj, en algunas puedes ver la notificación por completo, responder por voz e incluso más opciones. En la otra vereda hay otras aplicaciones que no te permiten hacer absolutamente nada.
De a poco voy llegando a la conclusión de que las cosas se están haciendo bien, están en camino de lograr algo grande y mientras tanto quieren que los usuarios transiten por ese camino. No es algo malo, por el contrario, pero tienes que querer formar parte de esto.
Creo, en gran parte, que con el Apple Watch pasará exactamente lo mismo. Tendrá muchos detractores y otros tantos que lo amarán. Paciencia, que tan solo estamos viendo la primera generación de algo que revolucionará el mercado, los dispositivos están y solo estarán esperando a descifrar de que forma lo harán.
Las opiniones emitidas en este artículo solo representan mi pensamiento y no necesariamente el del equipo de Pisapapeles.