El 15 de diciembre pasado se presentó en Chile el Anteproyecto Norma de Emisión Radiación Electromagnéticas. El mismo puede leerse aquí. Busca regular la emisión de radiación emitida por la tecnología 5G. Aplica para «equipos y redes de transmisión de servicios de telecomunicaciones».
En su momento, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) brindó unas palabras. «Esta acción busca evitar los efectos biológicos de las antenas sobre las personas», comentaron desde el organismo. Y agregaron:
El impacto en la industria es algo que deberá verse cuando la normativa esté en marcha. Desde la perspectiva actual, considerando que las mediciones hechas están muy por debajo de los máximos establecidos, no debería constituir un mayor impacto al sector.
Si esta propuesta se aprueba, sería la más rigurosa en el mundo. Elevará casi diez veces las exigencias impuestas en los cálculos de medición de potencia.
El plan contempla limitar la potencia en espacios públicos (como calles y avenidas) en una densidad de 10 microwatts por centímetro cuadrado, frente a los actuales 100 microwatts. En cambio, en los considerados lugares sensibles (como hospitales, asilos y jardines de infantes) esa potencia pasaría de 10 microwatts a 5,8 microwatts.
Efectos del servicio 5G
Los principales operadores prestadores del servicio de telecomunicaciones 5G en Chile se pronunciaron al respecto. Desde WOM manifestaron lo siguiente:
Asegurar que la creciente exposición a campos electromagnéticos ha generado preocupación por los efectos que puedan tener en la salud de las personas, carece de argumentación sólida toda vez que hasta el día de hoy no hay evidencia que lo avale. De hecho, existen sustentos de que no han sido perjudiciales para la salud.
Por su parte, Entel alega en una afectación del servicio prestado. Esta empresa dijo:
El presente anteproyecto, bajo los parámetros propuestos, pondría en riesgo el despliegue de infraestructura futura de telecomunicaciones, toda vez que lleva los valores de densidad de potencia incluso por debajo de los rangos promedios de los países OCDE.
Asimismo, argumentó que la capacidad de usar sitios existentes para nuevas estaciones base y antenas 5G estará “severamente limitada”. Indican que al bajar los niveles de potencia se requerirán «más sitios para obtener la cobertura y la calidad de servicio necesarias». Ello desencadenará en mayores costos, consumos de energía e impacto visual en los barrios.
ClaroVTR añadió la falta de “evidencia empírica” que justifique la disminución drástica en los límites de densidad de potencia. Además, anexó que el anteproyecto no delimita de forma adecuada las facultades de fiscalización y sanciones por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) y la Subtel. Existiría información duplicada para dos entidades diferentes con distintos estándares a evaluar.
Por otro lado, todas las telecos implicadas negaron la existencia de evidencia concreta sobre un daño a la salud por parte de las antenas y las emisiones 5G. Entel apeló a un estudio y recomendaciones de la Comisión Internacional de Protección de Radiación No Ionizante (ICNIRP, por su sigla en inglés). Según ese estudio, el 5G emite exposición electromagnética similar a las tecnologías 3G y 4G presentes desde hace años. “El agente cancerígeno está relacionado con el uso intensivo del móvil, lo que depende exclusivamente del usuario y no de si está o no en área general o sensible”, sumaron desde Entel.
WOM aclaró que establecer límites “sin un sustento claro” va en contra de recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Fuentes: Diario Financiero – TeleSemana
