Samsung introdujo una versión renovada de DeX en One UI 8, estrenada en la Galaxy Tab S11, que cambia de manera importante la experiencia en tablets. La novedad principal es que ya no se podrá usar la interfaz de escritorio directamente en la pantalla de la tablet, sino únicamente cuando esté conectada a un monitor externo o una TV.
En su lugar, la tablet mostrará la pantalla de inicio estándar de Android, con las aplicaciones abriéndose en ventanas emergentes y la barra de tareas de Android disponible. Sin embargo, desaparecen accesos clave como las notificaciones, ajustes rápidos y botones de navegación clásicos dentro de DeX.

Este modo ya existía de forma opcional en One UI 7, pero en One UI 8 será obligatorio, lo que elimina la posibilidad de volver al DeX tradicional. También desaparece el botón de ajustes rápidos para activar DeX, sustituido por un acceso directo que conecta inalámbricamente a un PC o TV.
No todo son pérdidas: el nuevo sistema permite que DeX y Android convivan en paralelo, facilitando el cambio entre ambos sin cerrar aplicaciones ni interrumpir el flujo de trabajo. Para acceder, basta con entrar en la vista general de apps, deslizar a la derecha hasta encontrar un escritorio y activarlo.
El cambio genera división: mientras algunos valorarán la fluidez y flexibilidad del nuevo DeX, otros usuarios extrañarán la interfaz completa de escritorio en la propia tablet, que hasta ahora hacía que las Galaxy Tab se diferenciaran con fuerza de otros dispositivos Android.

