Si bien los analistas de Goldman Sachs dijeron hace unos meses atrás que el nuevo iPhone 8 tendría un precio que rondará entre los USD $1.000, un nuevo reporte nos indica que finalmente esto no sería así.
Y es que de acuerdo a John Gruber, un desarrollador y seguidor de Apple con fuentes cercanas, asegura que los de Cupertino estarían enfrentando varios problemas relacionados con el suministro de paneles OLED para el iPhone 8, lo que significa que el dispositivo no podría ser producido en grandes cantidades como los otros.
Es por esto que el precio base del dispositivo –versión de 64GB– podría elevarse desde los $1.199 a como máximo $1.249 dólares, mientras que la versión de 256GB fluctuaría entre los $1.299 y los $1.399 dólares por unidad.
Este incremento ocurre por el hecho de que Apple no podrá suplir toda la demanda que existirá al momento de lanzar este dispositivo, por lo que un aumento en el precio ayudará a que la demanda disminuya (principio de oferta y demanda).
Es importante recalcar que este problema no significa que los iPhone 7S y 7S Plus también tengan un aumento en su precio, dado que estos todavía ocuparán paneles LCD. De hecho, se espera que sus precios sean los mismos que los actuales iPhone 7 y 7 Plus.
